EL PIÑERO DE LA CUENCA
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Luis Velázquez
Veracruz, Veracruz. 03 de diciembre de 2013.- I.- El cuarto secretario de Comunicaciones, ahora de Infraestructuras y Obras Públicas, del sexenio próspero, Gerardo BuganZa Salmerón continúa con el látigo por delante, pero al mismo tiempo, un látigo con justicia y gracia para los cuates.
Uno: ha dicho que desde cuando era secretario General de Gobierno, es decir, el dos de palacio, sabía del fraude en la secretaría de Comunicaciones.
Y, bueno, si sabía, entonces, ¿por qué guardó silencio, pues los 8 millones de veracruzanos eran los únicos perjudicados con tales fraudes, por tratarse del erario?
Dos: ha dicho que desde entonces tenía conocimientos de obras inexistentes.
Entonces, si lo sabía, ¿por qué prefirió callar y abstenerse, incluso, y en cumplimiento a la ley de Responsabilidades de Servidores Públicos, interponer una demanda penal en la procuraduría de Justicia por quien resultara responsable, y/o en todo caso, en contra del titular de la SECOM en su momento?
Tres: ha dicho que desde la secretaría de Gobierno tenía conocimientos de obras inconclusas.
Y… ¿por qué el señor que escucha misa todos los días y confiesa y comulga y alardea de ser un hombre justo, se hizo tonto, y al hacerse tonto, se volvió cómplice, aliado, encubridor?
Y cuatro: también ha dicho que hay dos mil obras en proceso de construcción.
¿Tantas, tantas, tantas… dos mil obras de norte a sur de Veracruz “en proceso de construcción”.
Eso, señor BuganZa, se llama negligencia administrativa, negligencia pública, pero también se llama irresponsabilidad, y por tanto, quienes sean culpables de que “en el estado ideal para soñar” se haya llegado a dos mil obras “en proceso de construcción” sólo merecen la denuncia penal y la cárcel, simple y llanamente, por tratarse de dinero público, dinero captado con el impuesto de cada contribuyente.
Mal. Muy mal andamos.
II
El cuarto secretario de la dependencia ha de creer que la población electoral se “chupa el dedo” con el cuentecillo de que sólo se conforma con recuperar las fianzas y denunciar a equis número de constructoras.
Pero el secretario se equivoca. Vive su “mundo de caramelo”. Su “burbujita de cristal”. Su espejo.
Se insiste: la ley de Responsabilidades de Servidores Públicos establece con claridad que si el titular de una dependencia descubre fraudes, irregularidades, trastupijes, presuntos negocios lícitos e ilícitos, habrá de denunciar a sus antecesores, pues de lo contrario, se convierte en encubridor.
Y el señor BuganZa en ningún momento, se ha curado él mismo en salud, es “una tapadera”.
III
Los constructores están seguros, ciertos, de un hecho: cada secretario de Comunicaciones y/o de Infraestructura y Obra Pública (nombre pomposo inventado para dar gusto) suele llegar a la dependencia con su listita de empresas que serán favorecidas por dedazo, fast track, con obra pública.
Pero, además, a quienes les pagarán de inmediato, pues bastaría referir que en el Veracruz de hoy de cada diez constructores… nueve están en gravísimo estado de liquidez, vendiendo incluso sus bienes, la maquinaria con la que trabajan para mantener la empleomanía.
Más aún, según las versiones uno que otro secretario del gabinete legal, y uno que otro secretario particular que se siente influyente, trafica relaciones para que de igual manera la SECOM le otorgue obra a una constructora favorita, que en muchos casos es de su propiedad, y otro de su copropiedad con un amigo, un compadre, un familiar.
Y por tanto, se trata de un filón que el señor BuganZa ha dejado inexplorado, pues constituye una papa caliente, y mucho se duda le den seguimiento, porque descobijarán a uno que otro duartista.
En todo caso, ya se sabe, “la ropa sucia se lava en casa” como ahora parece estar sucediendo con el titular de la llamada SIOP al curarse en salud diciendo que los ex secretarios (Raúl Zarrabal Ferat, Francisco Valencia y Guillermo Herrera Mendoza) son intocables.
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FUENTE: EL PIÑERO DE LA CUENCA