México, 12 de febrero 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Ya pueden sumar otro
compromiso cumplido del asesino de Atenco y usurpador Peña Nieto con sus jefes
Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego, dos peligrosos delincuentes de
cuello blanco que desde hace décadas son responsables de la ignorancia, la
miseria y el conformismo de millones de mexicanos.
Como parte del pago a Grupo Televisa y Grupo Salinas por patrocinar la imposición de Peña desde sus imperios de embrutecimiento –“medios de comunicación–, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se pasó la ley por el arco del triunfo y otorgó un regalote adicional a la entrega total de las concesiones a Televisa y TV Azteca: multiprogramación de canales digitales adicionales sin costo alguno para ambas televisoras.
De acuerdo con el diario Reforma, el IFT, creado a partir de la llamada “ley Telecom”, tenía la obligación de fijar una contraprestación al duopolio televisvo por transmitir programación diferente a la de sus canales conocidos de televisión abierta, en los nuevos canales digitales que les fueron asignados (gratis). Sin embargo, el instituto resolvió en sesión extraordinaria favorecer a los jefes de Peña Nieto –Azcárraga y Salinas– no cobrándoles NADA por explotar esos canales digitales.
Esta contraprestación establecida en la “ley” Telecom había sido una de los “beneficios” más cacareados de la contrarreforma. Y claro, NO se aplicó porque en este país a la oligarquía criminal no se le toca ni con tantita simulación de la “ley”.
La “ley” del IFT establece textualmente en su artículo 158 que:
“El IFT expedirá lineamientos (para el acceso a la multiprogramación) como para el pago de la contraprestación que en su caso corresponda.”
No obstante, el IFT determinó en su resolución del pasado lunes 9 de febrero que:
“No se prevé el pago de una contraprestación para los concesionarios que soliciten acceso a la multiprogramación.”
Tras enterarse de este dictamen, expertos citados por el Reforma señalaron que se trata de un regalote descarado a los concesionarios de la televisión abierta, pues ésta era la oportunidad para obligarlos a pagar por la sobreexplotación del espectro que genera la multiprogramación y que representará ganancias millonarias para ellos. Pero ahora el Estado seguirá sin obtener NADA a cambio.
Ni siquiera en Estados Unidos, modelo neoliberal por excelencia, las televisoras explotan gratis el espectro radioeléctrico que es un bien de la nación. Ahí las autoridades reguladoras aplican un cobro a la multiprogramación del 5 por ciento sobre los ingresos totales que las empresas obtienen por publicidad en estas señales.
Asimismo, se denunció que esta decisión del IFT permite a Televisa y TV Azteca seguir monopolizando el mercado de la televisión en México, pues nunca pagaron por las concesiones que poseen y seguirán sin pagar, teniendo además los beneficios adicionales que proporciona la tecnología digital.
Actualmente, cada canal de televisión analógica usa 6 megahertz de espectro para su transmisión, pero la tecnología digital les permite transmitir hasta cinco canales con programación y publicidad diferente. Por ejemplo, TV Azteca no pagará ninguna contraprestación por canales multiprogramados que transmite actualmente: el 40.4 (AYM Sport), el 7.4 (Azteca Noticias) y el 13.6 (Azteca 13 menos dos horas).
Por tanto, Televisa y TV Azteca quedarán en ventaja frente a los nuevos concesionarios de las dos cadenas de TV actualmente en licitación, que de cualquier forma son criminales igual que Azcárraga y Salinas.
Televisa y TV Azteca, que tienen el 95 por ciento del mercado, son las principales beneficiadas porque nunca pagaron por la concesión que poseen, como sí lo harán los nuevos participantes.
Aunado a este regalote que Peña (a través del IFT) dio a Televisa y TV Azteca, se denunció que tampoco se estableció regulación alguna a ambas televisoras para su capacidad de multiprogramar en los canales digitales, pues son agentes preponderantes –sobre todo Televisa– y deberían quedarse solamente con uno de ellos, poniendo a disposición del mercado los cuatro restantes para equilibrar la “competencia”.
Sin embargo, el IFT les dio manga ancha para transmitir contenidos propios en todos los canales digitales.
En otras palabras, los pocos candados que se plantearon en la “ley” Telecom quedaron sólo en el papel. No se aplicó absolutamente nada de lo prometido para regular a Televisa y TV Azteca. Por el contrario, los usurpadores ignoraron su propia contrarreforma y entregaron aún más poder a sus patrones, como era de esperarse.
Pero todo esto no le vale nada a Televisa y TV Azteca si el pueblo apaga la televisión y no vuelve a encenderla nunca, ejerciendo así el VERDADERO PODER. Esa simple acción tumbaría sin marchas, bloqueos o sabotajes, a uno de sus peores enemigos. Así que el pueblo tiene la última palabra.
