En la entrevista Rubén Espinosa denunció el modus operandi del
gobierno de Javier Duarte para mantener a la prensa sometida.
El fotoperiodista aseguró que alrededor del 98 por ciento de la
prensa en Veracruz, desde directivos de medios, hasta reporteros, recibe
“chayote” como automóviles y dinero para publicar a gusto del Gobernador.
De hecho, contó, hay unos desayuno llamados “Desayunos de la
Libertad de Expresión”, donde se rifan vehículos, pantallas, iPads y teléfonos.
“Lo que ya no se quiere hacer en Veracruz, es periodismo de
investigación, está prohibido, todos deben conformarse con el boletín. Estamos
hablando de que van 12 compañeros asesinados, cuatro desaparecidos y del 2000 a
la fecha, 17 exiliados. Y cada que llama un Diputado y el mismo Gobernador a
sus desayunos se llena, porque desgraciadamente la prensa en Veracruz está al
servicio de quien le echa de comer”, dijo.
Espinosa Becerril recordó el caso de Víctor Báez, director de Reporteros Policiacos,
quien fue asesinado, descuartizado y “aventado” frente a las instalaciones del Diario de Xalapa,
una semana después de recibir un automóvil como regalo.
“Le duró una semana su coche. Yo estoy muy en desacuerdo con que
a la prensa se le tenga que dar dinero, no tiene que hacerlo. Entiendo que los
sueldos son bajos, pero si exigimos prestaciones, seguro como gremio,
posiblemente lo vamos a conseguir, pero para todos es más fácil recibir
dinero”, expresó.
“Cuando quemaron la Junta Local del INE en Ruiz Cortines llegamos
los medios, atrás de nosotros venían unos albañiles, entonces los granaderos
los detuvieron y nosotros les tomamos fotos. Lo grave de esto, no es esa
detención sin sustento; lo grave es que la que dirigió la detención es una
periodista. Ella fue la que le dijo a los policías: huélele las manos, ábrele
la mochila, revísale esto y es una periodista que porta armas y que su hija
está trabajando en la Procuraduría de Justicia”, narró.
EL DF DEJÓ DE SER SEGURO:
ARTÍCULO 19
La última vez que Darío Ramírez, director de la organización
internacional Artículo 19, habló con Rubén, fue hace una semana. El joven
fotoperiodista estaba más tranquilo y seguía en contacto con sus colegas de
Veracruz. Preocupado por seguir difundiendo lo que sucedía en esa entidad, le
dijo.
Hoy con Rubén muerto, Darío Ramírez está consternado. Artículo 19
le ayudó con el desplazamiento de Veracruz al Distrito Federal y ahora la
organización está ante una terrible negligencia del gobierno de Veracruz y del
gobierno federal.
“Es un
dolor profundo, es un momento de frustración y cólera, por la indolencia de las
autoridades del Distrito Federal y del gobierno federal. Esta muerte está en
los hombros de funcionarios públicos del estado de Veracruz y del gobierno
federal”, dijo.
Ramírez indicó que Artículo 19 le dio aviso al Mecanismo de
Protección de la Secretaría de Gobernación y además emitió una alerta por las
amenazas que recibió Rubén en Veracruz.
“Dimos a
conocer la alerta y la necesidad de que el gobierno reaccionara. Hay un nuevo
fondo y me refiero a que la violencia está mucho más cercana al Distrito
Federal. Ya no es ese santuario a donde podían venir y sentirse tranquilos los
periodistas. No podemos presumir que el DF es un santuario, sino que la
violencia está en las calles. Seguimos hablando de un alto grado de
esquizofrenia, de locura, porque las autoridades hablan de una protección
inexistente, un mecanismo inútil”, dijo.
Rubén se convirtió en el periodista de Veracruz asesinado número
13 y el 16 del gobierno de Enrique Peña Nieto. En total en los últimos años
suman 88.
Hace un mes Espinosa Becerril aseguró que no confiaba en los
mecanismos de protección del gobierno y que prefería acercarse a los
organizaciones de defensa de periodistas: “He hablado con Artículo19, con CPJ
[Comité para la Protección de los Periodistas], con los medios con los que
colaboro, con Proceso y Cuarto Obscuro, con AVC, ellos están conscientes. Estoy
buscando a Periodistas de a Pie, porque en Veracruz no hay esa garantía. La
Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas no sirve de nada. El
día de la golpiza del 14 de septiembre a un compañero le dieron con toletes
eléctricos en el corazón y la misma Comisión le dijo: ‘Mejor recibe dinero, no
hagas escándalo, ya te pasó, ya te robaron’. He venido acá y me preguntan si ya
me acerqué a la Comisión. No tienen idea de la corrupción que hay en esa
Comisión. Yo no confío en ninguna institución del Estado, no confío en el
gobierno, temo por mis compañeros, temo por mí. No es nada más Rubén, es
familia, amigos, yo no quiero perjudicar a nadie más con eso”, dijo.
Antes de despedirse, el joven fotógrafo auguró días difíciles
para el estado del que huyó y pidió a la sociedad “voltear a ver a Veracruz”.
“Viene
una represión muchísimo más grande que la que tenemos hoy en día y recordemos
que Javier Duarte al inicio de su mandato dijo que era admirador de Franco, es
un referente al que la gente no puso mucha atención y lo están viviendo los
veracruzanos. Sólo le pido a la gente, a la sociedad y a los periodistas que
volteen a ver a Veracruz, porque nos están matando a toda libertad de
expresión”, indicó.
Al final de la entrevista Rubén se acomodó la cámara fotográfica,
saludó a sus colegas y se encaminó a la salida. Sonrió y se despidió con un
abrazo. Minutos más tarde, el fotógrafo retrataba a los padres de los 43
normalistas de Ayotzinapa en la marcha que salió a las cinco de la tarde del
Ángel de la Independencia y que concluyó con una lluvia a las afueras del
Palacio de Bellas Artes.
NOTA COMPLETA: http://www.sinembargo.mx/02-08-2015/1435661