12 de agosto de 2015

NADIA, RUBÉN Y LA SOLEDAD: AUTO CONDENA DEL SER HUMANO…

Nadia-Vera-Ruben-Espinosa
CLAROSCUROS
Por :José Luis Ortega Vidal
(1)
Algo no cuadra…
¿Qué es?
A once días de haber sido asesinados Rubén Espinosa, Nadia Vera y tres mujeres más en la colonia Narvarte del DF, tengo muchísimas dudas frente a unas cuantas certezas…
Pienso en el trágico acontecimiento y sus consecuencias: jurídicas, sociales, políticas –me atrevo a pensar, incluso, en históricas y admito que quizá exagero pero concluyo que no- en los planos estatales y nacionales…
Observo sus nexos con el tema de la inseguridad en general y la inseguridad para los periodistas en Veracruz de modo particular.
(2)
Busco la cuadratura de un círculo interminable y trato de poner las ideas en orden:
a)    Rubén Espinosa era un talentoso y comprometido fotoperiodista de futuro brillante en el periodismo mexicano e internacional.
b)    Nadia Vera era antropóloga, humanista, activista social comprometida con su sociedad, su país, su profesión, al tiempo de ser mujer de pensamiento poético en el sentido no sólo artístico sino vital del término.
c)    Su pérdida, por sí misma, constituye una tragedia enorme para México y el mundo. Gente como ellos debe vivir muchísimo tiempo porque su aportación –en términos de actitud y de acción- es de gran valía para todos.
d)    Lamento la pérdida de las tres damas que fueron asesinadas junto a Rubén y Nadia y no escribo sobre ellas porque desconozco sus entornos profesionales y sociales; dado lo cual envío mi pésame bajo la convicción –y la fe- de que toda muerte es motivo de pena y dolor y al ocurrir en forma atroz como este multihomicidio nos obliga a reflexionar sobre nuestra condición de seres vivos con una lamentable, triste, poderosa capacidad autodestructiva.
(3)
A once días de los hechos referidos, me preocupa –como a millones de mexicanos- que se procure y se aplique justicia.
He dicho millones de mexicanos cuando pude haber escrito “como a todos los mexicanos”, pero lo hice porque me queda claro que a muchos connacionales -lamentablemente- lo ocurrido en el departamento de la Narvarte no les interesa, o les resulta ajeno, o se les olvida con el paso de los días o resulta un tema secundario en su agenda de vida…

Sí, me preocupa que las autoridades del DF o de Veracruz o de la PGR o quien sea, nos vayan a salir con chivos expiatorios, con historias inverosímiles de saltimbanquis asesinos o con la técnica del asesinato de Colosio, que al pasar de una hipótesis a otra convirtió aquel suceso en una novela donde todos somos inocentes y solamente un lunático está preso sin la certeza de nada en torno a la muerte del candidato presidencial y -por tanto- sin justicia ni respeto a la memoria del ser humano que fue Luis Donaldo.
(4)
Me preocupa la memoria de Rubén y de Nadia porque su ausencia –espero conocer algún día el verdadero por qué, así como los quiénes y el qué les arrebató la vida de una manera tan funesta- es una muerte que siento mía y sé que este sentimiento de soledad y agravio y ofensa y miedo lo comparten los mismos millones ya aludidos mientras que a los otros millones les vale madre…

Y en consecuencia me preocupa que un día nos ganen los indiferentes porque eso sería derrotar, fallarles, traicionar a estos muchachos que luchaban contra ese fenómeno de hartazgo por la injusticia, sí, pero también contra la indiferencia individual y colectiva ante la autodestrucción humana tan cotidiana y tan profunda.
Más aún: me preocupa mi propia indiferencia. Me preocupa descubrirme hipócrita y como alguien que escribe hoy porque el tema esta de moda y mañana olvidarlo y hallarme en la lista de los que hoy me preocupan…
Me preocupa la frialdad de los indiferentes y me preocupa la indiferencia oculta de quienes se asumen como comprometidos…
(5)
Rubén y Nadia han muerto y es fundamental no olvidar que escaparon de Veracruz y es clave entender por qué se marcharon y asumir la parte de responsabilidad que nos corresponde sobre esa partida tan entendible como cruel e injusta por su final trágico, de un trasfondo realmente indescriptible.

La clase política no está diseñada para asumir culpas y por tanto su lenguaje está alejado del reconocimiento de responsabilidades.

Un político que piensa: “me equivoqué… evita decirlo porque en su estructura mental hay una suerte de chip que le fue colocado a lo largo de su formación para el poder y cree que tal frase equivale a un suicidio.

Nuestros políticos (as) son tan soberbios que se creen semidioses y piensan –y actúan- bajo la lógica del autoengaño que les impide reconocerse como simples seres humanos que comen, beben, zurran y orinan como cualquier otro…y, claro, que se equivocan y sus errores tienen consecuencias y hay que asumirlas para corregirlas y evitarlas su repetición.

(6)
En fin, el análisis psicológico de nuestros hombres y mujeres del poder y las herramientas freudianas que podrían convertirlos en mejores seres humanos no me preocupan tanto como la sociedad y su indiferencia…como el sujeto al que veo en el espejo y su indiferencia…
Eso sí me duele y me ocupa al observar y pensar que al final de esta jornada tan penetrante como una tragedia griega, terminemos como simples espectadores sin hacer nada por lo que Nadia y Rubén soñaron y actuaron.

(7)
Hay tanto por escribir, tanto por decir sobre este suceso que por lo pronto recuerdo a Hegel y la dialéctica del amo y el esclavo al tiempo de aguardar por la justicia a la que envío esta pequeña reflexión. (1)


DESLINDARSE DE TODO

Duarte se deslinda
Rúbrica
Por Aurelio Contreras Moreno
“Procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros”
Juan 8:31-38
La verdad os hará libres
¿Alguien de verdad pensaba que Javier Duarte respondería de manera diferente a la que lo hizo, respecto de su responsabilidad en el multihomicidio en el que perdieron la vida cinco personas en la Ciudad de México el 31 de julio, dos de las cuales huyeron de Veracruz debido a las presiones e intimidaciones en su contra?
“Me deslindo totalmente de los acontecimientos ocurridos el 31 de julio en la Ciudad de México”, fue la respuesta del gobernador de Veracruz a los cuestionamientos que le hizo la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal respecto del crimen en el que fueron asesinados el fotoperiodista Rubén Espinosa, la activista Nadia Vera y otras tres mujeres.
Así ha sido todo su gobierno. Un constante deslinde de sus responsabilidades al frente de la administración pública estatal. Una huida eterna de todo lo que como gobernador debería afrontar, pues para eso tendría que ejercer el poder en Veracruz.
En el comunicado en el que estableció su postura e informó sobre las diligencias que le practicaron funcionarios de la Procuraduría capitalina, según esto, a petición suya, Javier Duarte dijo no creer en el fuero, y “tampoco creo en los linchamientos públicos que lejos de crear valor, alejan de la verdad y encubren a los verdaderos culpables”.
Sin embargo, ha sido su gobierno el primero en utilizar el linchamiento, la criminalización y la virulencia mediática para denostar a sus críticos y minimizar la cacería de periodistas que se vive en Veracruz desde 2011 y que ha dejado un saldo de 14 comunicadores ultimados, aunque las cuentas del gobernador sólo le den once.
Tras su semana de vacaciones por Europa y Estados Unidos, dijo Javier Duarte en su conferencia de prensa del lunes pasado –de la cual se excluyó a los reporteros que no estaban en una lista “VIP” confeccionada quién sabe por quién-, que “en Veracruz trabajamos para garantizar la seguridad y protección de quienes viven aquí. Mi gobierno es, y seguirá siendo, responsable de proteger a la ciudadanía a lo largo y ancho de nuestro territorio”.
No terminaba de proferir esas palabras, cuando ya se difundía la noticia de que dos catedráticos de la Universidad Veracruzana habían desaparecido desde el fin de semana, lo que motivó incluso a que la casa de estudios emitiera un pronunciamiento público en el que dio a conocer que desde la mañana del domingo “demandamos la actuación inmediata del Gobierno del Estado para la localización de los dos académicos desaparecidos, así como la investigación y el esclarecimiento de los hechos por parte de las autoridades correspondientes”.
“Reafirmamos nuestra postura institucional de repudio ante cualquier manifestación de violencia contra los miembros de la comunidad universitaria y de la sociedad en general. Reiteramos nuestro reclamo para que el Estado garantice el Estado de Derecho y la seguridad de todos los ciudadanos”, sentencia, lapidario, el comunicado de la Universidad Veracruzana. La respuesta oficial es inexistente. Como si esto no hubiera ocurrido. Como si nada sucediera en Veracruz.
Javier Duarte cierra el comunicado del último de sus deslindes con una cita bíblica –mal retomada, por cierto-: “la verdad nos hará libres”, dice.
Tiene razón. La verdad sobre lo que su gobierno le ha hecho a Veracruz es inocultable y lo perseguirá para siempre. Aunque se deslinde de todo.
Twitter: @yeyocontreras  

ENCUENTRAN SIN VIDA A MENOR QUE FUE PLAGIADO EN VERACRUZ

LOS DELINCUENTES NO RESPETAN NI A LOS NIÑOS…(POCA MADRE DE ESTOS MALNACIDOS)
Redacción/e-consulta

Xalapa, Ver.- Desde hace un mes el menor Samuel Rocha López fue plagiado por un grupo armado, el día martes fue encontrado sin vida en un rancho ubicado en el municipio de Castillo de Teayo.

Hasta el momento las autoridad es no han dado un posicionamiento al respecto, pero ante una ola de secuestros e inseguridad en la entidad, los pobladores de dicha localidad se encuentran con coraje, molestos e indignados, pues desde hace algunos meses ya habían denunciado el incremento de la inseguridad en la zona.

El Niño Samuel sólo  contaba como siete años de edad, y aunque se pidió rescate por él, los secuestradores jamás volvieron a llamar a la familia para poder pedir la entrega del rescate.

VERACRUZ Y PGJDF: LA INCREDULIDAD CRECE

¿Por qué no se creen las versiones que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ha hecho públicas sobre el multihomicidio la Narvarte? ¿Por qué tampoco se le da credibilidad a las explicaciones que Javier Duarte de Ochoa ha dado sobre el caso? ¿Por qué los familiares de las víctimas, sus amigos y colegas tienen tantas dudas y preguntas sin responder por parte de las autoridades?
La incredulidad sobre el caso crece cada día qué pasa y no se tienen conclusiones precisas.
El recelo se destapó desde la primera conferencia de prensa de Rodolfo Ríos Garza, Procurador capitalino, quien dejó entrever que un posible móvil del homicidio de cinco personas había sido el robo.
El escepticismo aumentó cuando el propio Ríos Garza tardó cinco días en acreditar queRubén Espinosa Becerril era periodista “activo” y colaborador de la revista Proceso y de la agencia Cuartoscuro, aun cuando desde el domingo 2 de agosto, en una reunión con directivos de estos medios, y cuando ya era público que se trataba de un fotorreportero amenazado en Veracruz, el Procurador del DF desestimó la profesión en el móvil del crimen porque no había sido asesinado, afirmó, “durante el ejercicio de su trabajo”.
La sospecha en el trabajo de las autoridades subió de tono cuando en medio de comunicación se filtraron versiones de que los asesinatos se produjeron luego de una fiesta que duró toda una noche e incluso hasta la mañana siguiente.
La indignación de la comunidad periodística se desbordó cuando esos mismos medios difundieron fotografías de los cuerpos dentro del departamento de la colonia Narvarte, en la Ciudad de México.
La aprensión continúa porque, aun cuando apenas ayer se tomó declaración al Gobernador Duarte de Ochoa, no se ha ido a fondo sobre el entorno de amenazas por parte del Gobierno de Veracruz, que a su tiempo denunciaron tanto Rubén Espinosa como la activista Nadia Vera Pérez –también asesinada en la Narvarte– y las investigaciones no han tocado ese rubro.
Si algo ha caracterizado la investigación de la PGDF es la filtración de datos que, consideran ahora organizaciones como Artículo 19, lo que buscan es desestimar el móvil político.
Aun así, activistas y familiares exigen no sólo en que se investigue al Gobernador priista, sino también a los dos últimos jefes de la policía de esa entidad, quienes a su juicio también deben declarar ante la PGJDF.
Así las cosas, la investigación va dando tumbos: ahora se liga hasta a un viene viene o franelero de la zona de Narvarte y se tiene detenido a un presunto testigo, que dice haber visto cosas y no haber participado en los hechos.

En fin, la PGJDF se ha enredado en sus propias contradicciones y compromisos políticos. Lo único cierto es que en esta investigación lo único que avanza es la incredulidad de los ciudadanos.

11 de agosto de 2015

ARMEL CID DE LEÓN DÍAZ SE HA VUELTO A IR DE VACACIONES, AHORA A PERÚ…


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Siguiendo el "ejemplo" de su amigo y protector, Javier Duarte de Ochoa, quien gusta vacacionar aunque la entidad se incendie, el alcalde de Fortín, Armel Cid de León Díaz se ha vuelto a ir de vacaciones, ahora a Perú, en compañía de su cónyuge e hijos, acaso pensando que ya está completamente olvidado el triste incidente de agresión a golpes y puntapiés que propinó a una mujer tras la "valiosa ayuda" de su suegro, el multimillonario cafetalero Domingo Muguira Revuelta. 

Armel Cid se fue a admirar Macchu Picchu, recorrer la zona amazónica del Perú y otras bellezas, a probar el ceviche peruano tan famoso sobre todo en Europa, y todo ello, sin importar que hace un mes también fue a Marruecos y España, concretamente a Barcelona y Madrid, quizá acompañando a su suegro para ver cómo andan sus negocios por allá. 

Y como él es la ley, y ya lo ha demostrado con la pequeña ayuda de sus amigos de la Fiscalía General, que ni siquiera fingieron investigarlo por la agresión para desaforarlo, no pidió permiso al cuerpo edilicio del que es alcalde, y se fue sin despedirse al fin que para eso están los amigos, para apoyarlo en sus caprichos. No ha hecho nada, pues argumenta que César Torrecilla, el exalcalde, dejó sin nada al municipio y por ello no puede invertir en obras. Los fortinenses dicen que "cómo va a haber dinero, si Armel lo usa para su consumo personal". Y vaya que tienen razón…

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ARMAN JUICIO POPULAR AFUERA DE LA CASA DE JAVIER DUARTE: LO DECLARAN CULPABLE DE LA MATANZA DE PERIODISTAS

Periodistas desaparecidos o secuestrados en el mundo- RSF #Tabla
Frente a la casa del presunto culpable del asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa, la activista Nadia Vera así como de las otras tres mujeres ultimadas en la ciudad de México, Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz, periodistas, defensores de los derechos humanos y académicos de la Universidad Veracruzana exigieron justicia.
En las afueras de la residencia oficial del mandatario, ubicada en la colonia 2 de Abril, los manifestantes realizaron un juicio popular, en el cual Javier Duarte fue encontrado culpable de los asesinatos de 14 periodistas durante su mandato.
La marcha para exigir justicia se inició a las 17:30 horas en la plaza Lerdo, frente al palacio de gobierno. Continuó por Enríquez, Revolución, Poeta Jesús Díaz y 20 de Noviembre, y concluyó frente a la Casa Veracruz, domicilio oficial de Duarte.
Activistas, académicos de la Universidad Veracruzana (UV), ambientalistas, estudiantes y comunicadores se concentraron frente al número 302 de la calle 24 de Febrero, en la colonia 2 de Abril, para gritar consignas en contra del mandatario priista y exigir su renuncia.
Los manifestantes colocaron una ofrenda floral en la entrada trasera de la residencia oficial y en la entrada principal. Además, colocaron cartulinas de consigna: “Fuiste tú”, “Javier Duarte, fuiste tú”, “Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos”.
Después de un par de intervenciones el mandatario estatal fue sometido a juicio popular, en el que resultó culpable de la matanza de periodistas en el estado, con el voto unánime de los asistentes.
La marcha, que arrancó con 500 personas, se multiplicó media hora después, ya que diversos ciudadanos y estudiantes se fueron sumando en los alrededores de la calle Enríquez y Revolución.Otros ciudadanos que ni siquiera conocieron a Rubén y Nadia portaron cartulinas con la siguiente leyenda: “¿Y si la siguiente fueran tus hijos, tu esposa, tu hermano… seguirías diciendo que en Veracruz no pasa nada?
El acto de protesta fue presidido con una lona negra con los rostros de Espinosa y de Vera, así como la leyenda que ya circula de forma viral en redes sociales: “Sabemos quién fue”, en alusión a los cuerpos de la SSP estatal.
“Mancera, no protejas a Javier Duarte”, “Montano, guarura de Duarte” y “la libertad de expresión es un pase a la muerte”, eran algunas de las consignas que los manifestantes y activistas gritaron durante el trayecto de la marcha.
En el acto de protesta, Norma Trujillo, de La Jornada Veracruz, leyó un comunicado en el que recordó que Espinosa dio un “grito de auxilio” que no fue escuchado en las altas esferas de gobierno ni en las organizaciones protectoras de periodistas: “Ni lo vieron ni lo oyeron”, sentenció.
 “Gritó ‘estoy aquí, no quiero ser el siguiente’, lo dijo ante diputados y autoridades… nadie lo escuchó”, deploró.
Otros activistas recordaron que desde 2012 han sido atacados sistemáticamente por autoridades y policías de la SSP, quienes los han detenido sin motivo alguno, los han golpeado, intimidado y amenazado.
“Al día de hoy el hostigamiento no ha cesado; por el contrario, aumenta, es más duro, más directo desde el fin de semana del brutal asesinato. La SSP, Fuerza Civil, los ministeriales, los policías vestidos de civil rondan nuestras calles, nuestros barrios, vigilan nuestras casas, nos toman fotos.
“Elementos de la Fuerza Civil han detenido a compañeros sin motivo para llevarlos a los separos y amedrentarlos por horas, fuera de proceso, sin cargos. Así andamos, con el aguijón de la amenaza tras la nuca”, expresó Edith, una de las activistas.

En Mérida, Yucatán, unas 150 personas se reunieron para exigir que se esclarezcan los asesinatos. Denunciaron que Rubén Espinosa “fue asesinado para que su cámara dejara de captar las atrocidades sociales que se cometen en el país”.

JAVIER DUARTE, EN CAÍDA LIBRE


* El asesinato del periodista y el impacto político * El sexenio ya no da más * Caso Karime Alejandra: el fiscal intimida * Médico Poblete ratifica * “El Panadero”, nueve días bajo tortura * Samyra llora y miente * Pepe Yunes y “El Trampas” * Historias de corrupción * Sercel y Pensiones: fraude inmobiliario

Si Javier Duarte despierta, podrá saber que su tiempo concluyó. Su sexenio ya no existe. Lo mató el asesinato de Rubén Espinosa, y el de Nadia Vera, y el de las otras tres mujeres en el crimen de la Narvarte, ultrajadas ellas, violentada su vida, no en un robo, no en una vendetta por drogas, sí en una ejecución.

Ha de alegar el gobernador de Veracruz que su mandato concluye el último día de noviembre, en 2016. Sí, pero políticamente está liquidado.
Se extingue con la bala que puso fin a la existencia de Rubén Espinosa Becerril, fotoperiodista, rebelde indomable, reportero gráfico de la agencia AVC, corresponsal de Proceso y Cuartoscuro en Xalapa, testigo con su lente de la protesta ciudadana, de la toma de plazas, de las marchas callejeras, de la denuncia airada, y de la represión oficial, el ataque artero, la agresión policíaca con armas tácticas, con bastones eléctricos, con toletes y escudos, y con fórmulas rústicas, machetes, palos con clavos y bates de beisbol.
Rubén Espinosa no era Regina Martínez, la incuestionable reportera, maestra de periodismo, puntualísima en su información, también corresponsal de Proceso en Xalapa, cuyo cuerpo sin vida apareció tendido sobre el piso de su hogar, golpeada, simulado el robo, asfixiada por manos de criminales impunes, la tarde del 28 de abril de 2012.
Rubén Espinosa no escribía como Regina Martínez pero tenía la habilidad de captar con su lente imágenes demoledoras, la mirada extraviada de Javier Duarte, la panza descomunal, el disfraz de policía, o a las hordas de Seguridad Pública en su avance sobre los contingentes de maestros o de alumnos universitarios, o el vodevil de los 400 Pueblos con los cuerpos descuidados, abandonados, de hombres y mujeres que se exhiben sin pudor, que lo único que provocan es risa, incluso las menores de edad, en un caso de perversión a la vista de cualquiera, con confesión de parte, a quienes solapa el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, alias “Culín”, porque las huestes de César del Ángel Fuentes son integrantes de la familia duartista y, por supuesto, hay que encubrirlas.
Día y noche sentía Rubén Espinosa la mirada escrutadora de sus espías. Los traía a su lado. Iban como sombra y fantasma, sin dejarlo, sin perderlo de vista. Y un día, tras identificar a agentes policíacos vestidos de civil, armados, en una conferencia de prensa del Partido del Trabajo, la vigilancia se convirtió en intimidación.
Le dijeron los esbirros de Javier Duarte que le bajara o le pasaría lo que a Regina Martínez. Y le pasó.
Lo expresó en vida. Le dijo a sus amigos, a sus íntimos, a quienes lo vieron partir al Distrito Federal, que podía correr la suerte de Regina Martínez. Fue una amenaza de a gente de Javier Duarte.
Nació en el DF. Llegó a Veracruz hace ocho años. Se habituó al ritmo jarocho, a ese estilo de vivir único, a la altísima politización que provoca Veracruz, a la queja contra la “docena trágica”, el fidelismo y el duartismo, a la inseguridad que se transforma en violencia, a la demanda ciudadana porque no hay pueblo que resista tanto saqueo y tanta impunidad.
Dos veces participó en la colocación de una placa con la que rebautizaban Plaza Lerdo, ubicada frente al palacio de gobierno, en Xalapa, como “Plaza Regina”, en honor a la corresponsal de Proceso.
Rubén Espinosa identificó ahí a agentes que se hacían pasar como reporteros. La prensa los exhibió e incluso el portal Imagen del Golfo desmintió que pertenecieran a su staff.
Una frase resume el nivel de presión a que sometía el gobierno duartista a Rubén Espinosa: “Deja de tomar fotos si no quieres acabar como Regina”. Se lo dijo un agente durante una manifestación.
Se fue de Veracruz después del 9 de junio, cuando un grupo de periodistas recolocó la placa alusiva a Plaza Regina. Lo hizo con enfado, molesto porque perdía libertad, porque tenía que esconderse, contra su naturaleza de enfrentar cualquier riesgo, pues primero estaban sus imágenes y luego lo demás.
Casi dos meses después perdió la vida. Se hallaba en el departamento 401 del número 1909 de la calle Luz Saviñón, colonia Narvarte, el viernes 31 de julio. Había dejado ahí a Nadia Vera, activista social, antropóloga, ex integrante del Movimiento “YoSoy132”, productora de cultura. Y luego regresó.
Nadia también se exilió en el DF. Había sido reprimida y en una entrevista para el portal en internet Rompeviento TV, acusaba al gobernador Javier Duarte de no gobernar Veracruz, de haber entregado el poder el narcotráfico.
Expresó Nadia Vera que hacía responsable de lo que le ocurriera a Javier Duarte. Esa imagen, esa voz, esa denuncia dio la vuelta al mundo cuando se supo de su ejecución.
Murieron otras tres mujeres: Yesenia Quiroz, Mile Virginia Martín y Olivia Alejandra Negrete Avilés, quien realizaba labores domésticas.
Zigzaguea la procuraduría de Justicia del DF. Dice primero que el móvil es el robo. Luego acusa que es una vendetta entre bandas de narcotraficantes colombianos, que el objetivo era Mile Virginia Martín. Y ante la presión de la prensa, dice que no se descarta ninguna línea de investigación. Ah, sí, también la de que Rubén Espinosa haya sido asesinado por su actividad periodística.
Lo dice pero se dedica a filtrar datos de la averiguación previa, violando la secrecía. Lo hace para sensibilizar a través de informaciones alusivas al robo y al narco.
Detiene a uno de los supuestos ladrones: Daniel Pacheco, un ex convicto, cuya huella fue registrada en uno de los muebles del domicilio.
Daniel Pacheco asegura que él solo fue a robar, que no mató ni violó a nadie. Y el procurador Rodolfo Ríos Garza le cree y tácitamente pide a todos le crean.
En su más alto nivel, el escándalo golpea a Javier Duarte. Exige un sector de la prensa, nacional e internacional, y organizaciones de derechos humanos, que sea llamado a declarar el gobernador de Veracruz.
Demoledor, el desgaste lo tiene al borde del precipicio. Nunca un gobernador de Veracruz había enfrentado un caso así. A nadie se le había imputado la autoría intelectual de un crimen. A nadie se le había reclamado que hubiera generado condiciones de hostilidad hacia la prensa como las que provocó Javier Duarte, que hubieran derivado en el asesinato de periodistas.
No jaló el gatillo. No violó ni torturó. No fue a robar. No fue por un maletín de droga. No ejecutó el gobernador a una colombiana que primero llamaron “Nicole”, luego “Simone” y ahora Mile Virginia Martín, a quien estigmatizan por su nacionalidad y la sugieren traficante, y que por asesinarla mataron a todos, incluidos Rubén y Nadia, quienes coincidentemente se exiliaron por las amenazas del duartismo.
No tuvo una participación activa en el crimen, pero cada que podía dejaba constancia de su repulsa a la prensa. “Expresión de la delincuencia”, les llamó Javier Duarte en Poza Rica; “manzanas podridas”, vinculados con las mafias, les dijo. Y recomendó: “Pórtense bien”. Decía a los periodistas que todos saben quienes estaban implicados con el crimen organizado. Y si él lo sabe, ¿por qué no presentó la denuncia correspondiente? Calló y se hizo cómplice.
Torpe, no atina Javier Duarte a entender que el episodio con la prensa crítica lo lanzó en caída libre. Su manejo de medios fue deplorable. Derrochó miles de millones de pesos en compra de lengua y pluma sin advertir que nunca una polémica ni el rescate de imagen se gana con lisonjas.
No es el peor gobernador a nivel México. Es el peor gobernador a nivel mundial. Le matan 14 periodistas, lo devora la violencia, cogobierna con mafias políticas y de las otras, aumenta la pobreza, el secuestro, la extorsión, se desploma la economía, en parálisis la obra pública y Veracruz se halla en virtual estado de quiebra financiera.
Políticamente está liquidado. Faltaba un escándalo más. Faltaba que se ocuparan de él en España, en Alemania, en Francia, en Inglaterra, en Estados Unidos, en Centro y Sudamérica, en Rusia, en Ucrania. Finalmente lo logró. Con el crimen de Rubén Espinosa, perseguido y hostigado por su gobierno, lo logró.
Se irá el 30 de noviembre de 2016, como dice la Constitución. O se irá antes si en Los Pinos deciden que haya un gobernador de 15 meses, a partir del 1 de septiembre, para sofocar la crisis y atenuar el caos.
Habitará en Casa Veracruz. Terminará el saqueo, los negocios a sus familiares y a los familiares de su esposa Karime, y los negocios de sus socios y amigos.
No se puede gobernar sin moral, pulverizado por el escándalo. Y no se puede gobernar a distancia, vacacionando mientras dos crímenes, los de Rubén y Nadia, sacuden las estructuras del sistema priísta dentro y fuera de Veracruz.
Si no lo sabe, el sexenio terminó el día que asesinaron a Rubén Espinosa y Nadia Vera. Fue el acabose, el clímax del extravío institucional.
La bala que les quitó la vida fue la bala que mató su sexenio.


Archivo muerto
Se juega todo “Culín”. Su aliado es el miedo. Maniobra el fiscal de Veracruz para evitar que se le vaya de las manos el caso Karime Alejandra Cruz Reyes. Encarcela al médico Mario Poblete Hipólito; viola una suspensión de juicio de amparo en agravio del abogado Enrique Rentería Zavaleta; genera un clima de psicosis entre los testigos, quienes vieron a José Armando Salinas Linares, alias “El Panadero”, ser atendido en la Cruz Roja de Las Choapas, golpeado, cortado en el cuello. De ahí, nueve días incomunicado, salió “El Panadero” suavecito a decir que no participó en el secuestro y el crimen, que sólo fue cómplice por omisión, por encubrimiento. “Culín”, alias Luis Ángel Bravo, ha sembrado el terror. Un testigo dice que no estuvo en la Cruz Roja, que salió de Las Choapas, pero cuando le preguntan dónde estaba, enmudece. La enfermera que ayudó en las curaciones se oculta y dice la familia que la verdad, la verdad, no saben donde vive. Otros testigos ya ratificaron que Salinas Linares sí estuvo en la Cruz Roja de Las Choapas; que lo llevaron agentes ministeriales, “madreado”, violados sus derechos. Valió el “debido proceso”, pero le apuesta “Culín Bravo a la intimidación, pues sin Salinas Linares en la cárcel, no hay caso. Y después que se desplomó el caso del asesinato del pastor Claudio Martínez Morales, líder de la Comunidad de Dios, porque los implicados se incriminaron mediante tortura, el fiscal no tendría nada. Va a enfrentar un incidente de violación a la suspensión provisional, atentado a derechos humanos, daño moral y asociación delictuosa, que debiera ser asociación delincuentosa. Malas noticias para el fiscal de Veracruz. La declaración del médico Poblete, ya ratificada, es contundente, sustentada en documentos. De ahí que súbitamente se advierta la presencia de ministeriales en Las Choapas y comience a cundir el miedo entre los testigos… Samyra es Samyra. Tiene historias para un telenovelón. Una de ellas cuando la hoy subfiscal en el sur de Veracruz laboraba en un juzgado federal. Acudió al juez, compungida, derramando lágrimas. Su madre estaba enferma. Pidió tiempo, permiso, gracia. El juez la concedió porque a quién se le niega que acuda a cuidar a la autora de sus días, tan grave la señora. Esa noche el juez acudió al palenque de la Expo Feria de Coatzacoalcos. Se presentaba el cantante Alejandro Fernández. El juez gozaba y se contagiaba de la alegría, la expectación y disfrutaba el relax. Observó. Clavó de pronto la mirada tres filas adelante. Ahí vio a Samyra Khouri, nada compungida, nada abatida y obviamente no tenía a su lado a su madrecita, agravada su salud, a quien supuestamente tenía que cuidar. Ordenó el juez que le tomaran fotografías. Un día después la despidió. Hay otras y son mejores… Bonito detalle. Pepe Yunes aterriza. Acude a un encuentro con sus fans. No queda un espacio en el restaurant La Barra de Tuxpan, el jueves 6, en Coatzacoalcos. Él bien y todos bien. Y ahí, menudito, regordete, entrado en años, sin quitar el dedo del renglón, que si ya fue un personaje, por qué no habría de serlo de nuevo. Y si Pepe Yunes, el senador que aspira a ser gobernador de Veracruz, le sirve, pues a treparse en la comparsa del yunismo rojo. Lo buscó, le estrechó la mano, cruzó palabras con él. “El Trampas”, alias Héctor García Hernández, no perdía la sonrisa. “El Trampas” junto a Pepe Yunes. ¿Quién es?, se preguntan algunos. Lo acredita aquel episodio judicial, en 1983, escandalazo vil, acusado de fraude al sindicato petrolero con el cobro de cientos de millones de pesos que no ingresaron a las arcas. Lo acusaba su compadre Salvador Barragán Camacho, el extravagante líder, borrachísimo, arbitrario, por órdenes de su patrón, Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”. Reviró la denuncia “El Trampas” con una carta abierta dirigida al entonces presidente Miguel de la Madrid, evidenciando a sus compinches, “La Quina” y Barragán, como cabezas de una banda criminal, saqueadores de Pemex. Reveló “El Trampas” la vida que se daba, viajes a Las Vegas, a Atlantic City, el derroche, los amigos, los aviones particulares, todo producto de la milloniza que le entregaba Pemex al STPRM y que él y los líderes mayores ordeñaban, corrupción pura. Más de un año estuvo en la cárcel Héctor García, su fortuna a la vista, su mansión de la avenida 18 de Marzo, los autos, las lanchas, las fiestas, el jet-set a sus pies, José José, Marco Antonio Muñiz, Luis Miguel a quien contrató para un show y ofreció cuatro en el ya desaparecido Cine Auditorio, hoy anexo del palacio municipal. La revista Contacto documentó aquel perfil único. Publicó el currículum del “Trampas”, un informe interno de Pemex: cuatro actas de nacimiento; suplantación de identidad, haciéndose pasar por el hijo de Rafael García Pavón, el mandamás en el área laboral de Pemex; se publicaron los planos de su residencia, las escrituras del periódico Tribuna del Sur, donde supuestamente llevaba por socio a Mario Vázquez Raña, quien luego denunció que le habían falsificado su firma. Abrió la boca Héctor García y exhibió cómo jodían a Pemex, al unísono, La Quina, Barragán y él. Romero Deschamps era entonces un peón menor, gañán de la Sección 34 de Azcapotzalco, golpeador de disidentes, pero un gato en el quinismo. Detenta hoy “El Trampas” una fortuna infinita, aún inacabable, gracias a las trapacerías que él mismo reveló, evidenciando a La Quina y evidenciándose él. Salió de la cárcel. Quiso regresar. Tuvo que entregar su periódico Tribuna del Sur, el antecedente de lo que hoy es Liberal del Sur, editado en la misma sede de Lázaro Cárdenas y Aldama. Fingió que daba en pago su casa, la constructora, ranchos. Nada fue así. Lo único que perdió fue Tribuna del Sur. Ese personaje menudito acudió al encuentro del senador. Lo saludó, estrechó su mano, se puso a la orden. Pepe Yunes y “El Trampas” para historia. ¿No lo ubicó Pepe Yunes? Ahora lo sabe… Se llama Inmobiliaria Sercel S. A. y es parte de un fraude habitacional multimillonario. Involucra a la colonia Pensiones del Estado, a afamadas familias del jet-set, notarios de amplio historial y larga cola, y por lo menos un poder notarial apócrifo. En breves, cientos de familias se encontrarán con que sus escrituras no valen nada, que pagaron por un espejismo y que en años no podrán realizar operación de compra-venta alguna. Lo de la Sucesión Bringas, ya extinta, palidecerá con la demanda civil que viene en camino por la Inmobiliaria Sercel…
twitter: @mussiocardenas
Foto: El vigilante veracruzano.com.mx

Acerca del autor


Mussio Cárdenas Arellano
Atrapado en el mundo de las letras y la denuncia social, Mussio Cárdenas Arellano cuenta ya con un extenso kilometraje recorrido en el periodismo. Lejano parece ya aquel 1978 cuando en Coatzacoalcos, su tierra natal, escribió sus primeras notas. Transitó por la entrevista, el reportaje, la crónica, el artículo y la columna política. Fue corresponsal de la revista Proceso, Imevisión, IMER, Contralínea; fundador de las revistas Contacto, Semanario Contacto e Informe Rojo; analista político en radio y televisión, y ganador del Premio México por columna política, en 2009, otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (FAPERMEX). Su contacto con el periodismo viene de familia. Su padre, Mussio Cárdenas Cruz, y sus tíos Emilio, Francisco y Paulino, constituyen una dinastía de periodistas veracruzanos de reconocido prestigio. Actualmente escribe la columna Informe Rojo, que se publica en portales en internet y medios escritos con amplia aceptación entre la opinión pública.