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Exhibe Yunes Linares al secretario de Seguridad * Los socios, sus
parientes * Reclaman 71 millones a Javier Duarte * Fideicomiso para
el autopago * Dos decapitadas en Xalapa * Laboraban en la SSP
* Dos ejecutados en Coatza * Amagan con romper tuberías del Yuribia
* Incumple pagos el gober
Al falso “general” le sobra quien le escriba. Le reseñan violencia
y ejecuciones, sangre y levantados, represión y tortura, y ahora la red de
empresas que sirven al Clan Bermúdez Zurita, los parientes y el socio, para
esquilmar a Veracruz.
Mercader, más que policía, Bermúdez vive días negros y escarnio
social, exhibido en la esencia de la corrupción, lucrando con el tema de
seguridad, vía negocios en los que figura él o lo hacen sus hermanos, su mamá y
un socio, Roberto Esquivel Hernández, por el que se descubrió todo.
Lo balconea Miguel Ángel Yunes Linares. Letal lo que dice, lo que
exhibe, la telaraña de trastupijes, retrata al funcionario sin moral que usa la
Secretaría de Seguridad Pública (SSP) a su cargo para hacer fortuna, él y su parentela
en el desenfreno del poder.
Habla Yunes, de nueva cuenta, ante la prensa. Refrenda que Javier Duarte con su
Congreso cómplice fraguan otro atraco a Veracruz, tomando recursos del 3 por
ciento a la Nómina, constituyendo un fideicomiso más, comprometiendo pagos
hasta por 10 años, abuso transexenal, para garantizar el pago a las empresas
del duartismo.
Describe la irresponsabilidad del desgobernador y la mala leche
que corre por sus venas, jugando a ser perverso, simulando que pretende aliviar
la deuda con los acreedores, ocultando que el beneficio es para la mafia
duartista en funciones de proveedor del gobierno estatal.
Un nombre fue la clave para llegar a Bermúdez y su clan: Roberto
Esquivel Hernández, operador del secretario de Seguridad en las empresas
familiares, que a su vez resultaron ser proveedoras de la SSP, negocios
hoteleros, inmobiliarias, operadoras de cantinas, casinos y pulquerías.
Aparece Roberto Esquivel en la lista de acreedores que avaló el
secretario de Finanzas y Planeación, Antonio Gómez Pelegrín, con un adeudo de
71 millones 747 mil 852 pesos, como deuda de la SSP. El documento presenta la
firma de “conformidad” de su titular de la Sefiplan, del subsecretario de
Egresos, Jorge Jaramillo Méndez, y del tesorero, Arnulfo Octavio García
Fragoso, y por parte de la SSP, el
jefe de la Unidad Administrativa, Alejandro Contreras Uscanga.
Por el monto de lo que se le debe, bastó seguirle la pista. Y el
que busca, encuentra.
Yunes Linares sostiene que tras consultar el Registro Público de la
Propiedad, aparecieron las sociedades mercantiles en que Roberto Esquivel
figura. Su nombre es mencionado como comisario o apoderado en la mayor parte de
las empresas del Clan Bermúdez.
Otras de las empresas, igualmente acreedoras del gobierno
duartista, son propiedad de parientes de Bermúdez Zurita, sus hermanos y su
mamá, supuestamente también dos hijos.
No son Corleone, ni Luciano, ni Gambino, ni Gotti. Aquella era una
mafia formal, que eludía al sistema, lo enfrentaba, lo retaba. Acá no. Son
Bermúdez y hacen negocio con el gobierno de Veracruz, esquilmando las arcas.
Encabeza el clan Arturo, il capo di tutti capi. Le siguen Miguel
Ángel, Jesús Gabriel, Carolina y María Guadalupe Bermúdez Zurita; María
Guadalupe Zurita García, madre del “general” de cero estrellas, y dos presuntos
hijos del secretario de Seguridad, Jesús y Gerardo Bermúdez González. Mueve las
sociedades mercantiles, como apoderado, comisario o socio, Roberto Esquivel
Hernández, la clave de este lodazal.
Se trata de 20 empresas constituidas sin el menor pudor, los
Bermúdez Zurita en todas, a la vista la rapacidad y el cinismo, la ambición y el
descaro, varias de ellas dedicadas a la seguridad privada, otras al turismo, el
negocio inmobiliario, el transporte y la aviación, el casino y el préstamo, el
restaurant y la cantina, el antro y hasta la pulquería.
Una: Grupo Profesional de Resguardo se dedica a dar asesoría,
consultoría en seguridad, venta, renta, instalación y mantenimiento de equipos
electrónicos de seguridad. Su socio principal es Arturo Bermúdez Zurita y su
apoderado, Roberto Esquivel Hernández.
Otra: Seguridad Privada GPRSA, cuyo objeto social es la seguridad
privada a personas. Sus socios, Jesús Gabriel y Carolina Bermúdez Zurita. Su
apoderado, Roberto Esquivel Hernández.
Una más: Grupo Profesional de Alarmas, especializada en asesoría,
consultoría en seguridad, venta, renta, instalación y mantenimiento de equipos
electrónicos de seguridad. Su comisario es Roberto Esquivel Hernández.
Otra más: Profesionales en Seguridad Privada, dedicada a servicios
de seguridad privada en lugares, establecimientos y vigilancia de inmuebles,
así como venta, renta, instalación y mantenimiento de equipos electrónicos de
seguridad. Socio principal, Jesús Gabriel Bermúdez Zurita, y el comisario,
Roberto Esquivel Hernández.
Tres más ofrecen servicios de seguridad: Profesionales Privados en
Custodias y Resguardos Empresariales, Guardias Empresariales en Seguridad
Privada y Brigada E 511. Como accionistas o comisarios aparecen Carolina
Bermúdez y Roberto Esquivel.
Una más. Icaza Development Group, una constructora y supervisora
de obras de urbanización, cuyos socios son María Guadalupe Zurita García, madre
del secretario de Seguridad Pública, y su hermano Miguel Ángel Bermúdez Zurita.
Otra para Mamá Bermúdez: Administradora Veracruzana de Inmuebles,
junto con Jesús Bermúdez Quezada. Ahí, el misterioso Roberto Esquivel es
presidente del consejo de administración.
Icaza Development posee un condominio denominado Ahorro Postal,
Residencial Amate y dos lotes en avenida Popocatépetl, en la Ciudad de México.
Administradora Veracruzana de Inmuebles es accionista en Hotel
Senses Quinta Avenida By Artisan, en Playa del Carmen, Quintana Roo, del que
posee el 15 por ciento de la propiedad. El 85 por ciento restante es de Grupo
Berck, en cuya sociedad aparece Miguel Ángel Bermúdez Zurita.
Grupo Berck es dueña de cuatro locales en el World Trade Center de
la Ciudad de México, con valor de un millón de dólares.
Roberto Esquivel es propietario de Asever, dedicada al diseño y
proyectos de todo tipo de obra civil, urbanística y estructura ecológica.
Seis firmas más se dedican al turismo, la hotelería, restaurantes,
antros, cantinas, pulquerías, tonterías, videobares, uso de zona federal. Ellas
son: Desarrolladora Hotelera 12G S.A.P.I., Naturalia Operadora Gourmet,
Operadora Cabagoti, Círculo Coba del Sureste, Historical Maya Tours y Operadora
y Servicios Turísticos GCM.
En el ámbito de las relaciones públicas funciona SR Friends
Veracruz; en el préstamo prendario e hipotecario, Pressto Max, y en el
transporte público de carga, Corporativo Nacional de Transporte Berzua.
Pulveriza Yunes Linares al secretario Bermúdez. Lo exhibe
corrupto. Lo muestra voraz. Que los recursos del erario sirvan para hacer
fortuna, vía sus empresas, vía la mano y los oficios de Roberto Esquivel,
comisario, apoderado y socio en los negocios del clan.
Exhibe dos propiedades del “general” postizo, casa en condominio y
departamento en la colonia Del Valle, en el ex DF. En cambio, su hermano Miguel
Ángel posee una casa en Woordlands, Texas, Estados Unidos, ubicada en 15 Sawbridge
Cir Spring. “Es propietario de al menos 10 inmuebles más en el país”, refiere
el gobernador electo.
Según detalla Yunes Linares, prepara Javier Duarte un “robo
transexenal”, coludido con el diputado rémora, Juan Nicolás Callejas Arroyo,
quien pastorea a la pandilla cómplice en el Congreso.
“Pretende —dice— apoderarse de los impuestos que pagarán los
empresarios veracruzanos los próximos años, mediante una artimaña burda
disfrazada de fideicomiso pasado por la aprobación de un Congreso donde suponen
que prevalecerá la indignidad y falta de compromiso con Veracruz”.
Refiere que Duarte ha presentado una segunda lista de “acreedores”
donde aparecen los “adeudos” por dependencia y la relación aparece “validada”
con la firma del titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación, el
Subsecretario de Egresos, el Tesorero y el responsable de la dependencia
correspondiente.
“La lista de Duarte —agrega el gobernador electo— mezcla nombres
de algunas personas y empresas honorables con cantidades mínimas a pagar, pero
el grueso de lo que pretenden que paguemos los veracruzanos los próximos 5 o 10
años corresponde a empresas o personas físicas fantasmas, que sólo cubren a los
verdaderos beneficiarios del atraco, que son Duarte y sus cómplices”.
Y cita el caso de Bermúdez Zurita. “Llama la atención la cantidad
de empresas y la diversidad de rubros a los que se dedica junto con sus
familiares y socios.
“Entre estos rubros están servicios de seguridad privada, venta de
equipos electrónicos, constructoras, hotelería, antros, casinos, cantinas,
pulquerías, casas de empeño y transporte”.
Y cita un dato crucial:
“En 10 de éstas empresas y operaciones de compraventa fueron
celebradas en la Notaría del licenciado Armando Gálvez Pérez Aragón, quien
después fue asesinado en la Ciudad de México (13 de marzo de 2013, en Polanco).
“Exijamos a Javier Duarte que retire su iniciativa y demandemos a
los diputados que cumplan con su obligación de rechazarla, Veracruz está al
borde del colapso, no debemos permitir que en sus últimos días ésta banda
termine de destruirnos”, concluye.
Despedazado en las redes sociales, tácitamente quedó el secretario
de Seguridad en estado catatónico. No respira, no se mueve, no llora, no ríe.
No se sabe dónde perdió la lengua el “general” Bermúdez. Sólo dice en un tuit
insulso:
“Toda mi vida me he desempeñado dentro de la legalidad y lo
seguiré haciendo. No abonaré a este linchamiento político”.
Y hasta ahí.
No es linchamiento político. Es la radiografía de sus trapacerías,
el negocio de la seguridad privada cuando deliberadamente falla la seguridad
pública.
Negociazo, para el “general” Bermúdez, es la violencia. Quien debe
garantizar la seguridad, la relaja. Así fluyen las empresas de seguridad
privada, escoltas personales, vigilancia para los que la pueden pagar,
negociadores en casos de secuestro.
Qué mejor que haya violencia. Quien debe actuar contra la
delincuencia, Bermúdez Zurita, todo lo permite. Crece el asalto, el homicidio,
el secuestro, la extorsión. Es incapaz el estado. Es un fracaso la Secretaría
de Seguridad Pública y su titular, Arturo Bermúdez. Entonces que la seguridad
la brinde el Clan Bermúdez.
Eso es violencia inducida y produce una fortuna. Más los 71
millones que les debe el gobierno de Veracruz.
Son las tretas del falso “general”.
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Archivo muerto
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Y la violencia no amaina. Dos mujeres decapitadas cimbran a
Xalapa, la capital de Veracruz, y dos ejecutados alarman en Coatzacoalcos.
Ellas eran empleadas en la Secretaría de Seguridad Pública, embolsados sus
restos, acompañados de una cartulina que contenía un mensaje que el duartismo
no permitió conocer. Sacude a los xalapeños por lo que implica ese nivel de
violencia, que mueve a recordar los 35 asesinados hallados al pie del monumento
a Los Voladores de Papantla, en Boca del Río, cuando el gobierno de Javier
Duarte iniciaba y pronto habría de sucumbir ante el embate de los cárteles, a
los que dejó actuar y cogobernar. Se prenden las alarmas en Coatzacoalcos con
el hallazgo de dos cuerpos en la colonia Vistalmar, descompuestos, con el tiro
de gracia, amordazados. Por una de las víctimas ya se había pagado el rescate,
presumiblemente 100 mil pesos, y aún así los captores les quitaron la vida. Hay
más casos, una contadora pública, interceptada cuando salía de su hogar y
llevada con rumbo desconocido. Crece la violencia, el secuestro, la sangre de
los inocentes, la desaparición de quienes difícilmente han de volver, y la
Gendarmería Nacional no llega a Veracruz, indiferente Enrique Peña Nieto,
Javier Duarte, el Congreso federal, el aparato de seguridad, inútil la Unidad
Especializada en Combate al Secuestro, que con mantarraya —el implemento para
detectar la ubicación de teléfonos celulares— o sin ella, siguen dando palos de
ciego, limitada a pedir dinero a las familias, sin garantía de que las víctimas
volverán. Y casi nunca vuelven… Tambores de guerra en Tatahuicapan. Amagan los
ejidatarios y comuneros con destruir tubería del Yuribia, la presa que abastece
de agua a Coatzacoalcos, Minatitlán y parte de Cosoleacaque por falta de pagos
del gobierno de Veracruz. Aducen incumplimiento y que este 20 de julio, agotada
la paciencia, vuelven a la radicalización. Exigen 23 millones de pesos y ante
la insolvencia del gobierno duartista seguro es que dejarán a Coatzacoalcos sin
agua. Ya antes lo hicieron y ya antes enfrentaron denuncias penales y órdenes
de aprehensión. La presa Yuribia es propiedad federal…
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Foto: Formato 7
Acerca del autor
Atrapado
en el mundo de las letras y la denuncia social, Mussio Cárdenas Arellano cuenta
ya con un extenso kilometraje recorrido en el periodismo. Lejano parece ya
aquel 1978 cuando en Coatzacoalcos, su tierra natal, escribió sus primeras
notas. Transitó por la entrevista, el reportaje, la crónica, el artículo y la
columna política. Fue corresponsal de la revista Proceso, Imevisión, IMER,
Contralínea; fundador de las revistas Contacto, Semanario Contacto e Informe
Rojo; analista político en radio y televisión, y ganador del Premio México por
columna política, en 2009, otorgado por la Federación de Asociaciones de
Periodistas de México (FAPERMEX). Su contacto con el periodismo viene de
familia. Su padre, Mussio Cárdenas Cruz, y sus tíos Emilio, Francisco y
Paulino, constituyen una dinastía de periodistas veracruzanos de reconocido
prestigio. Actualmente escribe la columna Informe Rojo, que se publica en
portales en internet y medios escritos con amplia aceptación entre la opinión
pública.