Julio 20, 2016 - 14:26
Saraí
Jiménez/ADN Sureste
Mujeres y jóvenes apoyados por la coordinadora del proceso evangelizador
de la Catedral Metropolitana, perteneciente a la Arquidiócesis de Antequera
Oaxaca, Laura Antonio Zaragoza, irrumpieron la conferencia de prensa que daría
el rector de la Catedral Carlos Franco Méndez Pérez, acusado de violación en
contra de Lenin Moisés López Jiménez.
El sacerdote, quien pasó una semana en la cárcel, se disponía a ofrecer
su versión de los hechos por los que fue acusado cuando los jóvenes y mujeres,
con pancartas en mano, le gritaron de frente que dijera la verdad, ya que todos
los que trabajaron el pasado Jueves Santo habían sido testigos de lo sucedido
en el curato de la Catedral Metropolitana.
Entre gritos de icura violador de jóvenes! y imentiroso!, le exigieron
al sacerdote reconocer que había violado a Lenin, ya que había cámaras de
seguridad y testigos que lo señalaron directamente de este hecho.
En medio de los gritos y las acusaciones, la mamá del joven, con
lágrimas en los ojos le reclamó que todo lo que había declarado ante la
justicia era mentira, ya que nunca le había llamado tal como lo dijo en su
declaración para decirle que había sucedido con su hijo.
Al sacerdote no le quedó otra opción más que salir corriendo del lugar
donde ofrecería su conferencia acompañado por su abogado, ya que fue imposible
enfrentar y controlar a los católicos que llegaron a este sitio a enfrentarlo.
En el comunicado que comenzó a leer el cura, manifiesta que desde que
tuvo conocimiento de las acusaciones que le habían hecho acudió a las
autoridades para presentar su verdad.
“Niego rotundamente el delito del cual me acusaron, como sacerdote
guardaré en secreto la infamia cometida en contra de mi persona, soy inocente
de las acusaciones que me hicieron, así lo probé ante el juez y así lo
acredite, por eso estoy libre”, señala.
“A pesar de que fui objeto de violaciones a mis derechos humanos,
enjuiciamiento y sentencia a través de los medios de comunicación, afectando mi
nombre, mi familia, mi ministerio y al arzobispo sinceramente los he
perdonado”.
Mientras los feligreses y jóvenes amigos de Lenin perseguían a Pérez
Méndez que salió corriendo del lugar, en una esquina lloraba Lenin, consolado
por sus compañeros que lo acompañaron a enfrentar al cura.
Antes de estos hechos, Lenin Moisés López Jiménez aseguró en una
conferencia de prensa que había dado previamente que su único fin era
desenmascarar al sacerdote y evitar que otros menores pasaran por la misma
situación.
“Exijo justicia, se ha dicho que no ha sido la primera vez que ha
pretendido abusar de chicos, pero por miedo no lo han denunciado”.
“Yo tengo pruebas de que me buscó después de todo lo que pasó,
diciéndome que regresará a la Catedral”, afirmó.
Lamentó que al tener conocimiento de estos hechos el arzobispo José Luis
Chávez Botello les haya pedido discreción, además de que nombró como encargado
del asunto al secretario canciller Lorenzo Fanelli, quien nunca hizo nada para
aportar mayores elementos a la investigación.
“Se entregaron las pruebas suficientes pero no las aceptaron también se
negaron a recabar más pruebas como las cámaras de seguridad del curato que
nunca las entregaron, ahí está todo”, sostuvo.
Por su parte, la coordinadora Laura Antonio Zaragoza reiteró que como
testigo había aportado todos los elementos que evidenciaban al padre del abuso
que había cometido.
“Demandamos justicia porque si regresa a una iglesia es un peligro para
los menores que ofrecen su servicio en la iglesia, él es culpable, yo lo vi”,
finalizó.
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