AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
A LOS TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN
AL PUEBLO DE OAXACA
¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!
Recordemos que nuestro pueblo tiene historia y tradición de lucha, en ese contexto en Oaxaca los explotados y oprimidos hemos escrito páginas de ella, donde se ha signado la combatividad y persistencia de la lucha contra los gobiernos antipopulares y represivos.
Cómo olvidar que en los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado se conformaron movimientos populares que entre sus demandas exigieron la destitución de los gobernadores Edmundo M. Sánchez Cano (1944-1947) y Manuel Mayoral Heredia (1950-1952); en la década del setenta el movimiento popular estudiantil logró la destitución del gobernador Manuel Zárate Aquino.
Gobiernos que se caracterizaron por reprimir brutalmente al pueblo y sus organizaciones, no obstante, la magnitud de la violencia institucionalizada nunca han logrado quebrantar la voluntad popular de combatir, por consecuencia, la actitud combativa de nuestro pueblo de resistir ante los opresores ha estado presente y latente en estas tierras que históricamente han forjado tanto sujeto crítico y revolucionario.
La política represiva contra el pueblo no ha cesado y entre sus métodos tampoco podemos olvidar que en el sexenio de López Portillo se recurrió a la estrategia contrainsurgente utilizada en Argelia, en este caso se desplegaron en la ciudad de Oaxaca 20 mil efectivos del ejército federal que desfilaron y realizaron maniobras de carácter ofensivo con el propósito de intimidar al pueblo y acto seguido pasaron a imponer el terror de Estado y el estado de sitio. Continuidad de esta estrategia fue imponer al genocida, general Eliseo Jiménez Ruiz (1977-1980), que entre sus "haberes militares" está el "mérito" de reprimir al movimiento popular-estudiantil en el Distrito Federal en 1968; y la represión contra el pueblo de Guerrero.
Sí que en estas tierras nos ha tocado lidiar con gobiernos antipopulares y represivos. En los gobiernos de Diódoro Carrasco Altamirano (1992-1998), y de José Murat Casab (1998-2004), la represión se expresó con la organización y preparación de los cuerpos policíacos y paramilitares para especializarlos en sus haberes represivos, donde la violencia de Estado se generalizó en toda la entidad.
Política represiva que alcanza mayor intensificación en el gobierno del genocida Ulises Ruiz Ortiz (2004-2010) donde los crímenes de Estado y de lesa humanidad se cometieron de manera sistemática y generalizada.
Esto es sólo parte de la negra historia represiva de los gobiernos estatales que obedecen a la misma política de los gobiernos federales. Es la historia de la represión contra el pueblo, violencia que no para porque dichos gobiernos no obedecen a la voluntad popular, sino a una minoría que se enriquece en la medida que se hunde al pueblo en la pobreza y la miseria.
En Nochixtlán nuevos crímenes de Estado se cometieron el 19 de junio del presente año, donde las fuerzas represivas federales y estatales fueron desplegadas en campaña ofensiva para cercar y sofocar violentamente la protesta popular. El asalto policíaco-militar consistió en lanzar el ataque desde varias posiciones accionando sus armas de fuego y apoyados con artillería aérea.
El operativo policíaco militar que se implementó en todo el estado fue diseñado desde las altas esferas gubernamentales con la consigna de tirar a matar, cadena de mando que inicia con Enrique Peña Nieto, pasa por Osorio Chong y la cúpula policíaco-militar, porque los cuerpos represivos no se mandan solos, obedecen a un mando único que planificó y ordenó la masacre en Nochixtlán y el intento de sofocar a sangre y fuego el movimiento magisterial-popular.
Pero en su estrategia represiva minimizaron la historia y tradición de lucha de este nuestro pueblo, que siempre ha respondido con unidad y combatividad a los opresores de ayer y hoy. Nochixtlán enseña a todo el pueblo de México que la voluntad popular de combatir nunca ha sido quebrantada, que la solidaridad entre pueblos y comunidades tiene una larga historia que nos identifica en el terreno de la lucha de clases, porque cuando un pueblo hermano es reprimido la respuesta colectiva no se hace esperar y del tamaño de la agresión gubernamental es la respuesta popular.
Previo al despliegue y operatividad del aparato policiaco-militar se desplegó una campaña de guerra psicológica donde se satanizó hasta el hastió a los trabajadores de la educación y las organizaciones populares con claros fines represivos, era el ablandamiento del terreno para ejercer el terrorismo de Estado, en donde voces y plumas progobiernistas se sumaron a la campaña de linchamiento político y mediático, fase en la cual los crímenes de lesa humanidad han sido una constante.
La campaña de guerra psicológica se intensificó a partir del 18 de junio hasta la fecha con el propósito de desvirtuar la realidad, diluir la responsabilidad del Estado y sus cuerpos represivos de los crímenes cometidos en Nochixtlán. Parte de esta campaña de desinformación y manipulación de la realidad es la burda farsa del desabasto de alimentos y combustible.
Desde Oaxaca decimos claro y fuerte, el gobierno federal y estatal mienten desde la A hasta la Z, los productos de primera necesidad nunca han escaseado; verduras, abarrotes y granos se comercializan como de costumbre, basta un recorrido por el mercado 20 de noviembre y el mercado de abastos para dar cuenta de la normalidad en la realización de las mercancías.
A lo que como pueblo nos hemos enfrentado son las maniobras desplegadas por el propio gobierno y los grupos empresariales que han creado de manera dolosa la especulación en la industria de la construcción, en los productos agropecuarios y las mercancías que se exhiben en los supermercados de la oligarquía. Es del conocimiento público que por órdenes gubernamentales se obligó a los pequeños empresarios a no vender combustible.
Es obvia la maniobra gubernamental, manipular la percepción de la realidad para deslegitimar al movimiento popular-magisterial y justificar una nueva campaña represiva, a la vez que los grupos empresariales pretenden lucrar ahora con el falso argumento de declararse en desastre económico y exigir indemnizaciones que cuantifican en cifras millonarias.
Gobierno antipopular y grupos empresariales medran con la pobreza de nuestro pueblo, los niños de las comunidades a los que hipócritamente hoy dicen defender y proteger con programas asistencialistas, desde siempre se debaten entre el hambre y la miseria, aquí no se consume la leche por desabasto, sino porque no hay dinero para comprarla. Sus multicitadas tiendas Diconsa nunca cubren la necesidad real de los pueblos, porque en ellas sólo se vende galletas, jabón, aceite, sopas y en general casi nunca se encuentran maíz y frijol, y por si fuera poco los precios de los productos son mucho más caros que en las tiendas particulares.
Parte del terrorismo de Estado son los mensajes a celulares, donde a nombre del Sr. Guzmán y Caro Quintero se anuncia una nueva oleada de crímenes de Estado, se blande la espada de la represión contra "esos maestritos que andan de revoltosos" y amenazan con descaro "levantar, torturar y matar sin piedad", lo que habla de la hechura policíaca de estos mensajes.
La actual administración local encabezada por Gabino Cué, se muestra tal cuál es: defensora de los intereses y privilegios oligarcas, también responsable de la represión y el terrorismo de Estado en Oaxaca. Qué ironía, aquellos que hablaban de democracia y que en nombre del pueblo impulsaron las alianzas pragmáticas hoy quedan expuestos en su condición proempresarial y verdugos del pueblo.
Gobiernos de esta condición no obedecen a la voluntad popular, es la oligarquía quien dicta la política a seguir y la que hoy está exigiendo que el baño de sangre no pare, señores burgueses, no se victimicen sus negocios están garantizados por la actual junta administrativa.
Señores empresarios agrupados en sus distintas cámaras, el pueblo ha tomado nota que ustedes son los principales responsables de la represión contra los trabajadores de la educación y el pueblo movilizado, los únicos beneficiarios directos de las políticas antipopulares que se le imponen al pueblo. La violencia que hoy azota a los mexicanos emana de todas las estructuras del Estado y obedece a sus exigencias.
Hermanos de Oaxaca y pueblo mexicano:
Los gobiernos federal y estatal creen que con violencia policíaco-militar van a inhibir la voluntad de combatir, se equivocan, en los hechos es evidente que si reprimen a uno, nos movilizamos todos; tradición de resistencia y lucha existe, voluntad de combatir también, sólo resta que se expresen en la acción política de masas, en autodefensa popular, en la solidaridad en el vivo campo de la acción.
La lucha que hoy se libra contra la reforma educativa de carácter burgués, no sólo es una demanda de los trabajadores de la educación, es una exigencia popular. Que a nadie asuste el manotazo autoritario que se dio desde Bucareli, como pueblo tenemos toda legitimidad en la defensa de nuestros derechos, combinando todas las formas de lucha y desarrollando creatividad e iniciativa en el terreno de la lucha.
¡ANTE EL TERRORISMO
DE ESTADO, LA AUTODEFENSA ARMADA DE LAS MASAS!
¡PRESENTACIÓN CON
VIDA DE LOS TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS!
¡A ORGANIZAR LA
LUCHA POR LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLÍTICOS!
¡POR LA REVOLUCIÓN
SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS
CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA
POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARÁ!
COMITÉ ESTATAL DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR
COMANDANCIA MILITAR
DE ZONA DEL EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
EPR
AÑO 52
Desde algún lugar de Oaxaca, a 15 de julio de 2016.
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