Piñero de la Cuenca
Columna: Fuera de Foco
¿El
problema del SAS a quién afecta? Inicialmente a los trabajadores sindicalizados
del Sistema de Agua y Saneamiento quienes se encuentran afectados de la guerra
sucia que el gobierno estatal está ejerciendo al imponer a Odebrecht y Aguas de
Barcelona –quienes conformaron el Grupo MAS- para explotar un recurso natural
en tierras mexicanas.
Es importante resumir que dicha acción es
anticonstitucional. No se puede ver con buenos ojos que se lleve a cabo una
privatización al cual los mexicanos tienen derecho a tener acceso como es el
agua. Es imperdonable que empresas extranjeras tengan el VoBo para hacerlo. El
gobierno del estado recibió por parte de éstas dos empresas un pago millonario
para concederle el derecho de la explotación del agua por 30 años, avalado
desde el Congreso del Estado, quienes aprobaron desde junio del 2015, que Grupo
MAS –operador conformado por Odebrecht y Aguas de Barcelona- tuviera la
concesión sin ningún tipo de problema y la anuencia de pisotear los derechos
laborales de los trabajadores sindicalizados.
La resistencia sindical era de esperarse.
Grupo MAS con apoyo del alcalde de ornato del municipio de Veracruz, Ramón Poo
Gil pretenden argumentar que dicho organismo operador del agua está en quiebra,
por lo tanto, sólo a través de la inversión privada se podría “salvar” de este
trance económico. No existe nada más falso. El SAS mantiene su detrimento
económico derivado del fraude cometido por parte de sus directores, pero
principalmente los ejecutados por parte de Yolanda Gutiérrez Carlín y José
Ricardo Carmona Ruiz alías “Pepín”.
Una abultada nómina derivada del excesivo
grupo de aviadores –que aún continúan cobrando sus cuantiosos salarios, los
cuales no hacen ni “hora nalga” porque checan y se van-, de los excesos de sus
directores y además, por ser la “caja chica” del gobernante en turno. Todo
ello, ha contribuido para que el SAS se encuentre en la crisis financiera que
actualmente se encuentra y ahora pretenden que tanto la clase obrera que
depende de esa dependencia y la sociedad en general, sean quienes paguen los
platos rotos del fraude a la que ha sido sometida.
Sabemos
que del cuadro de zánganos calientas curules que conforman el actual Congreso
del Estado, no se puede esperar nada. Pero lo sorprendente es que hasta ahora,
los 50 diputados locales “electos” no se han manifestado en contra de la
intención de Javier Duarte de comercializar el agua.
Tampoco existe un posicionamiento por parte
del gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, del cual se esperaría que
exigiera –como lo ha hecho con el gobierno del actual mandatario estatal y sus
secuaces- la intención de meter a la cárcel a Yolanda Gutiérrez Carlín y
José Ricardo Ruiz Carmona, principales saqueadores del SAS y que estos
devolvieran todo lo que robaron al sistema operador del agua actual. No vemos
su compromiso en ese tenor. Le recordamos al futuro gobernador Constitucional
que no tan sólo se ve afectado el gremio sindical del SAS, sino también la
propia ciudadanía al concederle a la iniciativa privada un bien de la humanidad
para que lo comercialicen.
Es inaudito su silencio, cuando la
situación es como una bomba de tiempo que está a punto de estallar. Ramón Poo
se encuentra haciendo de “todo” para cumplirle a Grupo MAS pues no cuenta ya
con el dinero que dicha empresa le dio a gobierno del estado para la
explotación del agua. El ayuntamiento de Medellín de Bravo, a través del
alcalde panista, Gerardo Pérez Pérez, ha manifestado su separación del Sistema
de Agua y Saneamiento luego de la posible desaparición de este y por lo tanto,
para Veracruz, dicha decisión sería alarmante, luego de actualmente quien
abastece de este vital líquido es el municipio medillense. Es importante
advertir que los afluentes donde se abastece el agua a Veracruz se encuentran
ubicados en el municipio de Medellín y los inmuebles –como la planta
potabilizadora- quedarían en resguardo de este municipio.
La situación es por demás alarmante, por lo
tanto, tanto el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares como los
diputados locales afiliados al Partido Acción Nacional (PAN) que entrarán en
funciones en el próximo primero de noviembre, tendrán que tomar el toro por los
cuernos y darles prioridad a los gobernados o darles la espalda –como
usualmente lo hace la clase política cuando ya logran sus objetivos: llegar al
poder- a los ciudadanos quienes al final de la cadena de reproducción política,
siempre son comidos y pisoteados por ésta para dar pie a sus propios intereses.
Silvia Núñez Hernández
Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación, directora general y columnista. Sustenta su trabajo, tras 23 años de ejercicio periodístico adquirido en diversos medios de comunicación situados en el estado de Veracruz. Su principal objetivo dentro de su carrera profesional es ofrecer a la ciudadanía una editorial ética y objetiva. Un espacio donde los temas sociales y políticos, son analizadas con una visión crítica, con la finalidad de mostrar una perspectiva sustentada y razonada sobre la problemática social de Veracruz y de la República Mexicana.
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