Columna:
Fuera de Foco
A Francisco Javier Vargas García lo sacaron
de su recámara. Su madre, su padre, su abuela de 81 años y sus primos, no daban
crédito de los hechos, no comprendía el motivo por lo que estos hombres –cinco
aproximadamente vestidos de civil- los sometía argumentando que llevaban una
orden de aprehensión en su contra. Nunca mostraron nada, pero alegaban ser
Policías Federales y por ende, no tenían que oponer resistencia. La mujer
exigía que lo dejaran, pero los hombres la golpearon y le ordenaron que no los
viera porque si no la mataría. Le exigían permaneciera tirada en el suelo como
el resto de la familia.
Baruch Grajeda García lo cogieron por
sorpresa cuando salía de la cocina. Lo tiraron al suelo, lo sometieron y
golpearon de la misma forma que a Francisco Javier, mientras otros, sustraían
del domicilio computadoras, un Play Station e incautaron a todos miembros de la
familia sus aparatos móviles.
“Cállese pinche vieja o la matamos” le
decían los sujetos a la madre desesperada. Fueron minutos, pero la estresante
situación hizo que estos sintieran que fueran horas. A los dos jóvenes se los
llevaron a la fuerza, los hombres los ingresaron a una camioneta blanca con
número de placas, YKY8851 y huyeron con rumbo desconocido.
La parte más difícil para la familia son
los segundos o minutos después de un agresivo ataque. 15 minutos después de los
hechos, uno de los familiares encontró el celular de la abuela y se comunicaron
al 066. A los 20 minutos arribaron tres camionetas de la Secretaría de
Seguridad Pública y una de ellas con número SP-1932.
La angustia de la familia se fue
acumulando. El miedo les invadió y la conciencia de la situación en el momento
que los elementos de la SSP le levantaba los datos de los hechos y le
solicitaban fotos de los sustraídos. El vacío de la ausencia, la incertidumbre,
el horror de saber que los jóvenes están a merced de sujetos desconocidos.
Sentir su miedo a distancia, y sentir la penetrante zozobra que cala hasta los
huesos de no saber en dónde se encuentran.
Una familia entra en shock por el secuestro
de un o unos parientes, regularmente no sabe qué acción inmediata tomar. En
este caso, por instinto, todos decidieron ir al Penalito de Playa Linda para
verificar si realmente los muchachos se encontraban recluidos ahí, luego que
los sujetos alegaban ser parte de la Policía Federal. Nada; Cruz Roja, tampoco.
Como acto seguido, la familia de los jóvenes sustraídos se presentó ante la
Unidad Integral de Procuración de Justicia Distrito XVII para levantar la
denuncia correspondiente por desaparición forzada quedando asentados los
hechos en la Carpeta de Investigación UIPJ/DJ-XVII/FI/872/2016, a cargo
de Jessica Moreno Flores, fiscal Primera de la Unidad Integral de Procuración
de Justicia de Veracruz Ver.
Las horas transcurren. Nadie ha llamado
para exigir rescate, las autoridades dicen andar en su búsqueda, pero nada
sucede. El tiempo se paralizó para toda una familia. Desesperados, la casta de
Francisco Javier Vargas García y Baruch Grajeda García denunciará su secuestro
a través de una marcha pacífica que se llevará a cabo este viernes 15 de julio
a las 10:00 horas en 20 de noviembre esquina Juan Enríquez el cual concluirá en
el zócalo del municipio de Veracruz.
Licenciada en Ciencias y Técnicas de la
Comunicación, directora general y columnista. Sustenta su trabajo, tras 23 años
de ejercicio periodístico adquirido en diversos medios de comunicación situados
en el estado de Veracruz. Su principal objetivo dentro de su carrera
profesional es ofrecer a la ciudadanía una editorial ética y objetiva. Un
espacio donde los temas sociales y políticos, son analizadas con una visión
crítica, con la finalidad de mostrar una perspectiva sustentada y razonada sobre
la problemática social de Veracruz y de la República Mexicana.
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