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¡No pelee la CNTE con López Obrador o Mancera sólo póngalos en su lugar!
¡El enemigo es la derecha!
1. La política o lo político, al ser
determinado por lo ideológico, no tiene nada de fácil. Tomar determinaciones
rápidas, sin pensar, es política que puede salir bien, pero lo más probable es
que salga mal. Muchas veces puede salir bien en lo inmediato, pero a la larga
posiblemente se transforme en error incorregible. Conozco las historias del
PRI, PAN, PRD, y un decena de partidos de izquierdas, centro y derechas que
comenzaron como partidos limpios y diciéndose diferentes; los resultados
después de 10 años es que se hicieron tan corruptos y falsos que dan lugar al
nacimiento de corrientes críticas, a oposiciones y a renuncias para comenzar
nuevamente.
2. Los partidos políticos
electorales, que sitúan los cambios y transformaciones en simples reformas al
capitalismo, no pueden ser o llamarse partidos de izquierda sino partidos
socialdemócratas. Los partidos de izquierda o “izquierdistas” son radicales,
van a la raíz de los problemas; buscan extirpar el capitalismo, la explotación,
la opresión, pero por encima de todo la desigualdad entre los seres humanos.
Sólo pueden aceptar los procesos electorales como una forma más de lucha contra
el sistema capitalista. Los socialdemócratas, por el contrario, consideran las
elecciones, las reformas, los pequeños cambios, como la principal y única vía.
3. La CNTE no es un partido sino un
fuerte movimiento al interior de un sindicato (el SNTE) Es raro que un
movimiento de masas sindical rebase ideológicamente a un partido que se supone
es de clase y de cuadros políticos; pero en las últimas décadas las cosas han
cambiado mucho, sobre todo a raíz de la intervención directa, muy fuerte, de la
clase empresarial y los medios de información en los partidos. Pero en México
debemos tener esperanzas en que algún partido se radicalice y tome el camino
del movimiento de masas en las calles y las plazas porque haya perdido sus
ilusiones en lo electoral. ¿Tres de Cárdenas y tres de López Obrador no calan?
4. La CNTE sabe qué partidos son sus
enemigos, sobre todo por sus declaraciones y actitudes (PRI, PAN, Verde, Panal,
Encuentro Social) La CNTE conoce muy bien a los medios de información y a los
llamados “intelectuales” que los han estado combatiendo de manera abierta; pero
también está enterado que en Morena, PRD, PT, Ciudadanos, las fracciones
mayoritarias presionan para que se apoye de manera abierta la lucha de la
Coordinadora de maestros. Aunque no nos agrade que esos partidos sean
socialdemócratas y que muchos de sus militantes y muchos de sus directivos sean
muy oportunistas, la cobertura que ejerzan a favor de los maestros, puede ser
importante.
5. Los que sucede es que mientras los
maestros de la CNTE se rompen el cuero en plantones y bloqueos, casi sin
dormir, casi sin comer, arriesgando a su trabajo, familia, libertad y vida, los
500 diputados, los 200 senadores, además de sus cientos de flamantes asesores,
se las pasan muy campantes cobrando alrededor de 400 mil pesos al me y gozando
de todos los privilegios. Quizá deberían también ellos luchar por el fin de eso
privilegios de legisladores y funcionarios para que el pueblo crea en ellos y
esté más cercano. ¿Qué pasaría si los legisladores socialdemócratas hicieran
una campaña grande y abierta para reducir sus salarios y privilegios a la
mitad?
6. Recuerdo que López Obrador inició
una campaña parecida exigiendo que los altos funcionarios reduzcan sus ingresos
a la mitad. No se informó del resultado, pero se sabe que el promedio es entre
300 mil a 700 mil pesos al mes por cada alto funcionario. ¿Se imaginan cuánto
recibe Aurelio Nuño, los componentes del INEE, los demás asesores de la SEP y
los poderosos directivos sindicales del SNTE, en tanto los maestros honestos
reciben de 10 mil a 20 mil pesos al mes? Por ello la relación y los acuerdos de
apoyo entre grupos y partidos simpatizantes no pueden romperse; al contrario
hay que buscarlos para organizar frentes comunes de lucha.
7. En política, como problema social,
hay amigos y enemigos; hay aliados y simpatizantes. Es asunto es ver nuestro
papel en la lucha de clases porque no es lo mismo las posiciones y actitudes
conservadoras que las progresistas; el papel que defienden los que controlan el
poder y los que luchan por destruirlo. De todas maneras las batallas nunca
terminan; paran un momento para empezar otras y así sucesivamente. Es como como
el viaje por tren: bajan unos que se cansan y pierden las perspectivas; suben
otros que con esperanzas que ayudan; sólo los de convicciones enraizadas
llegan… pero para recomenzar. (15/VII/16)
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