1 de noviembre de 2016

DUARTE PRÓFUGO… Y SUS AMIGOS TAN CAMPANTES


POR NOÉ ZAVALETA , REPORTAJE ESPECIAL

VERACRUZ, Ver. (apro).- Con cargos en el gobierno de Enrique Peña Nieto o bien como diputados federales, a los amigos y exfuncionarios del gobierno de Javier Duarte –acusado de los delitos de enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber legal– no les preocupa su cercanía con aquel, porque gozan de protección o fuero constitucional.
Es el caso del actual diputado federal Marco Antonio Aguilar Yunes, compadre en primer grado del exgobernador, quien fungió como secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS) en la entidad y luego amarró una curul en San Lázaro. La Procuraduría General de la República (PGR) lo exoneró de cualquier investigación.
En días pasados el coordinador de los diputados del PRI, César Camacho Quiroz, aseguró que ningún legislador federal de Veracruz estaba sujeto a investigación… “por el momento”. Incluso Carvallo Delfín y Erick Lagos Hernández fueron “propuestos” para la dirigencia estatal priista, con la venia del propio Duarte.
Jorge Carvallo fue secretario particular del exmandatario y también fungió como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), y desempeñó como coordinador de campaña de Enrique Peña Nieto en la elección presidencial del 2012.
Por su parte, Lagos Hernández fungió como subsecretario y secretario de Gobierno del exgobernador, actualmente prófugo de la justicia.
Al interior del PRI se sabe que Erick Lagos y el también diputado federal Alberto Silva eran “las cartas” de Duarte para sucederlo en 2016.
De acuerdo con la carpeta de investigación 1135/2016 de la Fiscalía General del estado –a la que Apro tuvo acceso–, al diputado federal Edgar Spinoso, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), se le sigue la pista por la tenencia de varias propiedades en la capital del estado y la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, que contrastan con su salario promedio de 55 mil pesos mensuales.
Edgar Spinoso, político cercano a Duarte, aparece como propietario de las oficinas 1003 y 1005, en la Torre de la Palmera, en Boca del Río, con un valor de ocho millones de pesos, así como las oficinas 203 y 1212 en Torre Animas de Xalapa, con un valor de 7 millones de pesos, registradas en la notaría número 15. Y supuestamente también es dueño de dos departamentos en Houston Texas.
Otro caso es el de Gabriel Deantes, quien a decir de sus propios colegas en el gobierno, hace una década vendía muebles y celulares en pagos, en Reynosa Tamaulipas, y hoy es dueño de tres residencias, dos de ellas en las arterias principales del fraccionamiento Las Animas (calle Netzahualcóyotl) y otra más en Monte Magno.
Durante la pasada campaña electoral, la coalición que abanderó al gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares (PAN-PRD), exhibió un audio donde se escucha a Gabriel Deantes plantear un soborno con millones de pesos a los candidatos de Morena para “inflarlos un poco” y hacer perder a Yunes Linares.
“Morena es el fenómeno wey (sic), ahorita les voy a compartir la información que le voy a dar al gobernador (Javier Duarte), ahorita, ahorita, no para publicación. A ver, a ver, el gran ganador de esta contienda es Morena, es ahí el pedo, y el gran perdedor otra vez es Acción Nacional. Vamos a aliarnos un poquito a Morena y a darle posiciones a Morena, para ya de una vez abrir a los traidores del PRD (sic) que ya, ya traicionaron, los vamos a fiscalizar, los vamos a traer a puro vergazo”, se escucha a Deantes, quien luego sugiere a un interlocutor no identificado dar “recursos económicos” a candidatos de Morena.
Spinoso y Deantes fueron despedidos por el propio Duarte en marzo de 2014, por “desleales” y por “traicionar” la confianza del gobernador, según un boletín oficial enviado a medios afines. Un año después, ambos regresaron a la escena política: uno como candidato a diputado federal y otro como encargado de las relaciones obrero-patronales dentro del gobierno de Veracruz.
Muy sui generis resulta también la cercanía de Duarte con Vicente Benítez, su extesorero, cuyas propiedades en Costa Rica son investigadas por la PGR.
En 2009, reporteros de la fuente política lo conocían como el “mozo” del entonces diputado federal, Javier Duarte, que lo comisionó para “repartir dinero” y pagar comidas y borracheras de periodistas para “hablar bien” y que “lucieran las fotos” del ahora exgobernador.
“Los duartistas” con Peña Nieto
Las delegaciones del gobierno federal, cargos donde los titulares cobran 120 mil pesos mensuales en promedio, se han convertido en refugio para los hombres y mujeres cercanos a Javier Duarte.
Salvador Manzur Díaz es el actual delegado del Banco Nacional de Obras. El también exalcalde de Boca del Río y exlegislador federal saltó a la fama en mayo de 2013, cuando participó en una red de “mapaches electorales” para manipular programas sociales de los gobiernos federal y local a favor del PRI.
En su momento admitió que los programas “Oportunidades” y “65 y más” eran oro molido para los sufragios. Luego Manzur fue cesado de su cargo como secretario de Finanzas y Planeación (Sefiplan).
En esa jugarreta política también estuvieron involucrados el propio gobernador Javier Duarte, la secretaria de Desarrollo Social federal, Rosario Robles Berlanga, y el delegado federa de Sedesol, Ranulfo Márquez Hernández, quien también fue cesado de la durante un año. Luego el PRI lo reactivó como delegado priista en Puebla y un año después el propio Duarte lo repatrió a Veracruz ofreciéndole la oficina de Desarrollo Social a nivel local, cargo que ocupó el año pasado.
Elizabeth Morales García, alcaldesa de Xalapa y candidata perdedora a diputada federal por el PRI, siempre presumió su cercanía con el exmandatario veracruzano. Después de ser derrotada en 2015 por el aspirante de Morena, Cuitláhuac García, buscó el “padrinazgo” de Javier Duarte para ser nombrada delegada de Sedesol. De consuelo –relatan expriistas que trabajaron con ella en el Ayuntamiento–, el exmandatario la colocó en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), donde aún despacha.
A la Sedesol llegó otra “consentida” del gobierno de Duarte, Ana Guadalupe Ingram Vallines, quien en el sexenio de Fidel Herrera colaboró en la dirección general de Comunicación Social. Con Duarte en el Palacio de Gobierno, Ingram Vallines se convirtió en directora de radio y luego en candidata a diputada local del PRI. En el Congreso local fue presidenta de la Mesa Directiva y más tarde candidata a diputada federal en el puerto de Veracruz, donde perdió de forma caótica.
Desempleada todo el semestre de 2016, Ana Guadalupe Ingram fue “recomendada” de Javier Duarte para ocupar la delegación federal de Sedesol, que dejó vacante Marcelo Montiel Montiel.
De acuerdo con los priistas, Montiel Montiel, dos veces alcalde de Coatzacoalcos y dos veces diputado local, fue el “mapache electoral” que en 2010 permitió que Duarte ganara la elección, arrasando en la zona sur con 80 mil votos en los dos distritos que él operó.
En gratitud, Duarte le permitió a Montiel Montiel encabezar el programa “Adelante”, eje rector del gobierno en el combate a la pobreza, y posteriormente lo recomendó en la delegación federal de la Sedesol, de donde salió por “escriturar” apoyos y no entregarlos.
Este reportero tiene copia de 200 testimonios de jornaleros agrícolas de Veracruz, quienes ante notario público testificaron que fueron timados por funcionarios de la Sedesol, pues pese a firmar “documentos”, entregar copia de la credencial de elector y llenar los formatos de proyectos productivos, no recibieron ningún apoyo, pero sí aparecían registrados en el padrón de beneficiarios.
Esa misma situación –con Marcelo Montiel al frente de la Sedesol– se replicó en el programa Prospera y la Cruzada Nacional contra el Hambre. En este caso, empleados de la dependencia hacían firmar a los beneficiarios documentos donde se decía que habían recibido el “apoyo completo” (Proceso 2009), pero las casas estaban en obra negra, sin baños, ni ventanas, o techos firmes.
Por esos escándalos de corrupción, el senador independiente Alejandro Encinas denunció un presunto desvío de 500 millones de pesos de los programas sociales, distribuidos entre los operadores del PRI.
“Se trata de esquemas de fraude muy elaborados y especializados, donde se genera una gran cantidad de documentos para encubrir el desfalco”, señaló al respecto.
Mención aparte merece José Antonio “Chara” Mansur, exdelegado de la Secretaría de Economía, quien renunció al cargo el pasado 29 de agosto pasado, 15 días antes de que Duarte solicitara licencia al cargo.
Mansur resultó una pieza frágil ante el vendaval de señalamientos en la PGR y la prensa nacional, pero también entre políticos de oposición. En la carpeta de investigación 1135/2016 de la Fiscalía General del estado, Miguel Ángel Yunes asegura que el principal prestanombres de Javier Duarte es ‘Chara’ Mansur, uno de sus mejores amigos.
También fue exhibido en el periódico Reforma, en una nota donde se asegura que Mansur nombró a Javier Duarte como el heredero de sus propiedades, por encima de su familia.
Duarte salió en defensa de José Antonio Mansur, quien –dijo– tiene “mucho dinero” y 16 casas en el extranjero, específicamente en Texas, en zonas residenciales, y aseguró que vive de las rentas de esos inmuebles.
Junto con ‘Chara’ Mansur aparecen otros prestanombres de Duarte, entre ellos José Juan Janeiro Rodríguez, de Controladora Prado Norte S.R L de C.V, con domicilio en Lomas de Chapultepec, así como Moisés Mansur Cysneros y José Antonio Ruiz Bandin, de Inmobiliaria Cartujano S.A. de C.V.
En la lista también están Boydar S. de R.L., de José Juan Janeiro Rodríguez y José Antonio Bandín Ruiz, con oficinas en Polanco 189, en la Ciudad de México, además de Valkany S. de R.L., también propiedad de Janeiro Rodríguez y Bandín Ruiz.
Y los propios familiares de Duarte se les indaga por presuntas propiedades en Woodlands, Texas, entre ellos Mónica Guihan Macías Tubilla y Virginia Yazmín Tubilla Letayf, su cuñada y suegra, respectivamente.

COMPARTEN PARADERO DE JAVIER DUARTE Y LA POLICÍA LLEGA UN DÍA DESPUÉS

A pesar de que el nuevo procurador, Raúl Cervantes anunció que las autoridades ya estaban cerca de atrapar al gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte, hoy dio una muestra de que sus investigaciones quizá no estén tan avanzadas como asegura.

Y es que, este lunes el sacerdote y activista Alejandro Solalinde reveló la ubicación del exgobernador prófugo a través de su cuenta de Twitter. De acuerdo con el religioso, Duarte se encontraba escondido en un rancho a las afueras de Villa Corzo, en Chiapas.
Quieren saber dónde está ? Aquí las coordenadas.
A través de un comunicado, la Procuraduría General de la República informó que elementos de la Policía Federal revisaron la propiedad denunciada por el padre Solalinde, que por cierto pertenece al suegro de Javier Duarte, durante las primeras horas de HOY (un día después)  y que no encontraron al prófugo. ¿Qué esperaban? ¿Que Duarte estuviera muy tranquilo a ver si llegaban por él?

De acuerdo con el padre Solalinde, hizo público el paradero de Duarte para presionar al gobierno, porque “no pueden andar ocultando más esta persona“, declaró el religioso quien asegura que el Gobierno Federal sabía desde el principio dónde estaba Javier Duarte, sólo que no quieren entregarlo.

Alejandro Solalinde, dijo que la información le llegó de una persona, que al igual que muchas otras, le confió la dirección porque es un defensor de los Derechos humanos.

Una vez más, el Gobierno y las autoridades vuelven a generar desconfianza, pues no es posible que mejor un activista sepa el paradero de un gobernador tranza y prófugo que ellos que tienen a todo un equipo de investigación a su disposición, esto sólo nos lleva a creer la versión del religioso quien asegura que las autoridades están detrás del caso, solapando a Duarte y a sus cómplices.


CUATRO AMIGOS CORDOBESES

De los empresarios, amigos y operadores financieros de Javier Duarte, que hicieron negocios millonarios en el gobierno del hoy gobernador prófugo, varios nombres que salieron a relucir primero en las acusaciones del mandatario electo Miguel Ángel Yunes y luego en las indagatorias oficiales de la PGR, son viejos conocidos de Duarte desde la preparatoria que estudiaron juntos en la ciudad de Córdoba. Moisés Mansur Cysneiros, Francisco García González y Jaime Porres Fernández-Cavada formaban junto con Duarte de Ochoa un grupo de amigos donde el único rico de abolengo era Porres, mientras los otros, incluido Javier Duarte, eran de clase media baja y terminaron millonarios cuando el gordito del grupo llegó al poder.
Aunque en denuncias y publicaciones los igualan, políticos de Córdoba que los conocen desde jóvenes aclaran que siempre hubo niveles: Porres era hijo de españoles avecindados en Veracruz y ya tenían ingenios azucareros en el estado cuando su amigo de la prepa llegó a la gubernatura. Incluso, Porres, al ser el “junior”, era el único con carro y en varias ocasiones bajaba a gritos de su automóvil a Javier, quien era objeto de burlas de su amigo rico. Pero eso cambió cuando Duarte se hizo del poder: entonces Jaime Porres se convirtió en el “inversionista” del grupo, y con el dinero que ya tenía amplió sus negocios e inversiones en el estado, mientras Cysneiros y Francisco Frankie García se volvían “operadores financieros” y prestanombres del mandatario.
Los tres estaban siempre cerca del gobernador, pero también de su esposa Karime Macías, considerada “el poder tras el trono”. Mansur, por ejemplo, operó la compra de ranchos como el de Valle de Bravo y de varias propiedades más, como un edificio en Las Lomas de la Ciudad de México, que heredaba en su testamento a Duarte. Frankie, mientras tanto era hermano de Mariano González, uno de los dos enviados de Javier Duarte detenidos en el aeropuerto de Toluca en enero de 2012 con maletas que portaban 25 millones de pesos en efectivo. Francisco era compadre de Duarte y yerno de Enrique Molina, el empresario azucarero, y fue conocido en Veracruz por quebrar tres ingenios que después fueron “rescatados” por el gobierno con la intermediación de Duarte.
Según el periodista de Córdoba, Aurelio Contreras Moreno, la relación entre los “cuatro amigos cordobeses” era tan estrecha y de tanta comunicación que tenían un chat en sus teléfonos Blackberry al que titularon “Bastardos sin Gloria”, como la película de Quentin Tarantino. A través de ese chat privado se comunicaban y hablaban de sus negocios, reuniones y actividades sociales. Era común, por ejemplo, ver a Jaime Porres inaugurar sus inversiones en el estado —como la concesionaria Suzuki de Xalapa en 2014— acompañado de su amigo el gobernador. En ese evento Duarte puso a Jaime y a su hermano Álvaro como ejemplo de “empresarios comprometidos con la innovación”.
Hoy ninguno de los tres quiere saber de su amigo prófugo de la prepa y reniegan de la cercana relación política y financiera que tuvieron. Un publirrelacionista de Porres, afirmó a esta columna que “Jaime ya era un empresario importante y con mucho dinero, antes del gobierno de Duarte”. Que su familia es originaria de Santander, España, por lo que el joven Porres sí tiene allá propiedades y casas, como la que se afirma que estrenó el verano pasado, y que los negocios de la familia “ya eran exitosos” mucho antes de la gubernatura de Duarte.
Hoy los cuatro amigos cordobeses andan por rumbos distintos. A Porres se le ve más en Santander, cuidando negocios de su familia; Moisés Mansur se dice que está en Paraguay protegido tras declarar contra Duarte en la PGR, al igual que Francisco González de quien no se sabe mucho ahora. Y el cuarto cordobés, Duarte, se sabe que huyó “hacia el sur” según informes federales que lo ubican en Centroamérica, aunque ayer el padre Solalinde afirmaba que está en un rancho de Chiapas, cerca de Villa Flores, a unos 150 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez.

NOTAS INDISCRETAS… Varios comunicadores priístas aún se preguntan por qué el presidente de su partido nombró a un ex comunicador perredista, como Jorge Alberto Pérez Zamudio, secretario de Comunicación del CEN. Pérez Zamudio venía de ser vocero en la CFE con Ochoa Reza y también fue liquidado con 418 mil pesos por menos de un año de trabajo al renunciar; pero antes trabajó como vocero de los diputados del PRD en la LX Legislatura y luego fue particular y también vocero de la perredista Leticia Quezada en la delegación Magdalena Contreras. Si algún partido tiene comunicadores militantes de hueso colorado es el PRI. Entonces ¿por qué Ochoa prefirió a un ex perredista?... Los dados mandan Serpiente. Mal tiro.

Autor de la columna “Serpientes y Escaleras”, Salvador García Soto es uno de los periodistas críticos con amplia presencia en los medios impresos y electrónicos de México.

31 de octubre de 2016

EXGOBERNADORES PRIISTAS, ABUSADORES DE PODER. ¿A CUÁNTOS TENDRÍA QUE EXPULSAR EL PRI?

El martes 26 de octubre el PRI decidió expulsar de sus filas a Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz y determinó que no tocará –por ahora– a los seis diputados federales priistas veracruzanos que formaron parte de su gobierno estatal, sin embargo, adelantó que va por Fausto Vallejo Figueroa, exgobernador de Michoacán.
Enrique Ochoa Reza se placea por entidades repitiendo un discurso anticorrupción, incluso anunciando que en el PRI no se toleran esas actitudes, por lo que se creará una comisión que detecte corruptelas y megalomanías de futuros gobernadores. La ciudadanía ríe al escuchar sus discursos, al enterarse por la radio, televisión o prensa escrita, de los dichos priistas.
Y efectivamente, son dichos que no van más allá de bravuconerías, palabras huecas. Nadie cree al priista de Insurgentes que “van” por Duarte de Ochoa, menos aún cuando el diario La Jornada de Veracruz reveló que, antes de huir, Ochoa Reza se entrevistó por media hora en el hotel donde daría una conferencia de prensa, con el hoy prófugo exgobernador.
Apenas el viernes, durante su visita por Michoacán, el presidente nacional del PRI dijo que la Comisión Nacional de Justicia Partidaria de su organización política “analiza expulsar a Fausto Vallejo Figueroa”; el motivo, el mismo que le imputaron a Duarte luego de que los medios de comunicación se convirtieron en el instrumento de la justicia “revelando con grandes investigaciones periodísticas” las propiedades, operadores políticos, financieros y jurídicos, de los delitos de Duarte.
Fausto Vallejo está en la antesala de la expulsión de su partido bajo los cargos de “corrupción, enriquecimiento ilícito y falta de probidad”.
Nadie cree las palabras de Ochoa Reza, pues él mismo incurrió en abuso al aceptar la millonaria liquidación, que, aunque el procedimiento figure en el reglamento de la Comisión Federal de Electricidad, es ilegítima, inmoral y éticamente reprochable en un país donde una pequeña de 10 años muere por desnutrición o una madre se suicida y mata a dos de sus hijos porque no le alcanza el sueldo para darles de comer.
Tampoco se le cree a Ochoa Reza porque en el pasado reciente su partido ha creado monstruos políticos dedicados al abuso, enriquecidos durante su paso por las gubernaturas y, además, cínicos. Un ejemplo inmediato es Arturo Montiel, el tío de Peña Nieto, exgobernador del Edomex y a quien se le descubrieron tres terrenos en el lujoso complejo “Santuario”, de Valle de Bravo, casa en Careyes, ¡castillo! en Francia, cuentas millonarias de sus hijos hasta por 35 millones de pesos, propiedades de estos por más de 21 millones de pesos, entre otras cosas.
O se puede empezar por el propio Peña Nieto, con su casa en Ixtapan de la Sal o la mal lograda y millonaria Casa Blanca.
Siguiendo con Michoacán. Cuando Fausto Vallejo, aquejado por un mal físico, pero sobre todo por el surgimiento de las autodefensas encabezadas por el doctor Mireles, se vio obligado a pedir permiso al cargo de gobernador en 2014, dejó a su secretario de Gobiernio en el cargo, Jesús Reya García; otro priista que al año fue acusado de tener vínculos con el crimen organizado y otros delitos relacionados con el narcotráfico. Hoy está en prisión.
La lista de gobernadores priistas es larga. Ahí esta, por ejemplo, Rodrígo Medina, de Nuevo León, quien ha logrado librar la acusación de peculado, pero sigue enfrentando proceso judicial por “ejercicio indebido de funciones”. Se le acusó de manipular 3 mil 600 millones de pesos, pero la autoridad de “El Bronco”, el brabucón gobernador “independiente” actual, no ha podido comprobar.
Está también Roberto Borge, exgobernador de Quintana Roo, a quien se le señala por haber desviado recursos públicos y dejar a la entidad con una deuda que alcanzará los 30 mil millones de pesos, según acusa la oposición .
Uno más, que también dejó recientemente la gubernatura, es el priista de Colima Mario Anguiano Moreno, a quien la auditoria estatal le detectó irregularidades en los años 2013, 2014 y 2015, por lo que ya le inició “juicio político”.
La situación de los funcionarios y exfuncionarios colimenses es otro caso, donde los priistas, cuando se invaden sus parcelas de poder, pareciera que se atacan entre ellos. Recordemos que años antes de llegar Anguiano Moreno a la gubernatura estuvo Silverio Cavazos Cevallos, quien fue ejecutado 12 meses después de dejar el cargo. Su sucesor, Fernando Moreno Peña recibió cuatro balazos ya habiendo concluido el cargo. No murió. Su sobrino, Samuel Rodríguez Moreno fue señalado como autor intelectual del homicidio del exgobernador Silverio, pero también de lavarle dinero al grupo criminal La Familia Michoacana. Recientemente fue también ejecutado.
Y por si hicieran falta más problemas para los funcionarios colimenses priistas, el actual delegado del Instituto Nacional de Economía Social (Inaes), Rogelio Salazar Borjas, fue presentado ante el Procuraduría General de la República (PGR) tras encontrarlo en un sitio en el que la policía aseguró una maleta con alrededor de 20 kilogramos de droga, presuntamente cocaína, según reportó el reportero de Proceso, Pedro Zamora Briseño.
El delegado federal de INAES fue traído a la Ciudad de México, aunque no se sabe si como testigo o como acusado. Él también trabajó en el gobierno del asesinado exgobernador Cavazos Ceballos y del baleado exgobernador Mario Anguiano.
Si de gobernadores priistas, violadores de los derechos humanos se trata y destituidos, ahí está el temido Rubén Figueroa, gobernador de Guerrero, quien fue destituido del cargo luego del asesinato de campesinos en el Vado de Aguablancas. Cuando salió, en su lugar se impuso al entonces priista Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien a la postre sería arropado por el PRD, llevado a la gubernatura y también destituido luego de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Los abusos de poder, la corrupción, el robo al erario estatal, el lavado de dinero, entre otras cosas, no sólo se retratan mejor en el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, ahí está también el ex gobernador priista de Coahuila –ex dirigente nacional del PRI e impulsor de Peña Nieto a la Presidencia de la República– Humberto Moreira, a quien además, España lo ha vinculado con el grupo criminal de Los Zetas.
Pero si de exgobernadores priistas investigados en otros países por sus presuntos lazos con el crimen organizado se trata, pues entre su catálogo el PRI tiene para escoger, ahí está el exgobernador de Tamaulipas Tomas Yarrington, a quien Estados Unidos acusó en mayo de 2012 de lavar dinero de Los Zetas y del Cártel del Golfo, o su sucesor, también priista, Eugenio Hernández Flores, quien desde 2015 la Unión Americana lo acusó de lavar dinero del narcotráfico producto de Los Zetas. Aunque sorprendió que uno de los hombres buscados por las autoridades norteamericanas haya ido a votar tranquilamente durante las pasadas elecciones estatales del pasado 5 de junio en su tierra, Tamaulipas.
Y como olvidar al exgobernador del PRI en Tabasco, Andrés Granier, preso por corrupción, fraude al fisco y realización de operaciones con recursos de procedencia ilícita. Inolvidable un audio donde reveló no sólo su abuso, sino su desvergüenza, ahí presume de propiedades en Estados Unidos, en el país y de tener un guardarropa compuesto de ¡400 pares de zapatos y mil camisas!
De todos los mencionados, ninguno está en prisión, aunque no hay que olvidar a quien llegó a la gubernatura de Quintana Roo en 1993, amigo de Carlos Salinas de Gortari y enemigo de Ernesto Zedillo, Mario Villanueva es el único procesado en México y preso en Estados Unidos por lavar dinero del Cártel del Juárez, fue detenido en 2001 luego de dos años de andar a salto de mata y extraditado al vecino país. Es el único exgobernador priista encarcelado.
Existe otro gobernador del PRI, este sí en funciones, a quien se le ha vinculado en algunos medios de comunicación de estar muy cercano y atento a lo que pide el crimen organizado, pero no existe indagación abierta en su contra. Se trata de un priista cercano a Peña Nieto –como lo fue Javier Duarte– y que gobierna por la zona suroeste del país.
Ante todas estas historias, es difícil que alguien crea en las palabras del presidente nacional del PRI, Ochoa Reza.
Pero no sólo el PRI se pinta con gobernadores y exgobernadores corruptos. El PAN no se queda atrás, ahí está por ejemplo la desfachtez del exgobernador de Sonora, quien no sólo se construyó una presa para uso particular a costa de dejar sin el líquido a indígenas yaquis, sino que además es acusado, como Duarte, de desviar millones de pesos del erario estatal.
Tampoco se puede olvidar uno del exgobernador del PAN en Aguascalientes, Luis Armando Reynoso, acusado de compras simuladas, de peculado y de ejercicio indebido de funciones. Pasó un par de años en la cárcel y ya se pasea de nuevo por las calles del estado diciendo que volverá a la política; está también Pablo Salazar Mendiguchia, exgobernador de Chiapas, quien siempre dijo que se le crearon delitos. Llegó a la gubernatura por PRD-PAN. Uno más es Sergio Estrada Cajigal, exgobernador de Morelos, se habló de desvió y de relación con el narcotráfico, en especial con la hija del operador financiero del Cártel de Sinaloa, Juan José Esparragoza, y aunque se le investigó, nada se pudo comprobar.
Otro gobernador que llegó por el PRD fue el de Baja California, Narciso Agúndes Montaño, se le acusó de peculado, estuvo un algunos meses en prisión y salió libre, pero se le inhabilitó para por seis años luego de que se detectaron irregularidades en las ventas de terrenos en un exclusivo fraccionamiento de Los Cabos.
La lista de los ex gobernadores de PRI, PAN y PRD pudiera ser más amplia, sin embargo las componendas políticas entre los políticos han impedido que esta siga. Si no se investiga al Presidente, ¿por qué se ha de juzgar a todos los gobernadores que abusan, roban e imponen su ley?, se podrán preguntar muchos. Lo cierto es que con la llegada a la PGR de Raúl Cervantes, lo que menos se puede esperar justicia, pero sí negociaciones oscuras y relaciones truculentas.

AMLO ‘UN AVE RARA DE LA CLASE POLÍTICA’

“Si la próxima campaña presidencial se plantea en términos de una revolución moral, López Obrador llevará ventaja sobre cualquiera de sus rivales”, señala Jorge Zepeda 
En uno de sus artículos en el diario español El País, Jorge Zepeda Patterson, destacó la honestidad en torno a la figura de Andrés Manuel López Obrador, lo calificó como una ave rara entre la clase política en materia de austeridad, y va más allá, afirma que López Obrador es el personaje más creíble si encabeza una cruzada en contra de la corrupción en México.
El texto comienza recordando que durante la campaña presidencial del 2006, Hugo Chávez ofreció los recursos que fueran necesarios para asegurar el triunfo del tabasqueño, Andrés Manuel declinó el ofrecimiento.
Pero también tiene que ver con su actitud hacia el dinero. El señor puede tener muchos defectos, pero en materia de austeridad es una ave rara entre la clase política.
Y justamente, continúa Zepeda, allí reside su potencial de cara al 2018, pese a todo. Es el único personaje de la escena pública a quien el ciudadano de a pie podría creerle si encabeza una cruzada en contra de la corrupción. Y tal como están las cosas, ese será uno de los temas clave, si no es que el principal, en los próximos comicios.
La corrupción se ha convertido en la bestia negra del gobierno de Peña Nieto. Un cáncer que deslegitima las acciones de gobierno y cubre de un manto de sospecha toda declaración, intención o proyecto. En las encuestas sobre insatisfacción ciudadana disputa los primeros lugares a la inseguridad pública y a la situación económica. Y no olvidemos que fue la corrupción lo que movilizó a los guatemaltecos hace unas semanas y terminó deponiendo a su presidente.
En resumen, si la próxima campaña presidencial se plantea en términos de una revolución moral, López Obrador llevará ventaja sobre cualquiera de sus rivales. Si añadimos que, pese a todo, sigue siendo el candidato de los pobres en un país lleno de pobres, sus posibilidades son evidentes.
AMLO se asegura de cumplir la profecía de ser víctima de la confabulación de sus enemigos. O hace muy poco para impedirlo, y lo estamos viendo desde ya, como a menos de dos años del 2018, la reedición de la campaña del miedo y de odio se vuelve hacer presente, un ejemplo de ello es la comparación que han hecho de López Obrador con Donald Trump.
Genaro Lozano, en una de sus columnas señala la falsedad de esta comparación, escribe que “a los seres humanos nos gusta comparar, la contienda por la Casa Blanca ha arrojado ya dos comparaciones erróneas en México. La primera entre Hillary Clinton y Margarita Zavala, de la que ya escribí en este espacio. Ahora, hay quienes comparan a AMLO con Donald Trump y esta comparación también es errónea.”
Es cierto, tanto AMLO como Trump como candidatos presidenciales han cuestionado los sistemas electorales de sus respectivos países. AMLO lo hizo en 2006 por la intromisión del entonces presidente Fox en el proceso electoral. Fox traicionó el espíritu que lo llevó a Los Pinos en el 2000, al meter las manos en la contienda presidencial. Primero al interior de su partido para tratar de dejar a un candidato de su elección como su sucesor. Cuando esto le falló, se tuvo que aliar con Calderón y hacer campaña en su favor. Fox también usó las herramientas a su disposición para bloquear la candidatura del entonces perredista AMLO. El desafuero fue la nota con la que muchos mexicanos recordarán su sexenio.
Lozano en su artículo destruye las comparaciones e incluso diferencia a los personajes y los proyectos, “más allá de cuestionar los procesos electorales, Trump y AMLO tienen una visión diametralmente opuesta del papel del Estado en la economía. Trump favorece un Estado ausente, la reducción de éste a su mínima expresión. La mano invisible corrigiendo las deficiencias del mercado. Por su lado, AMLO defiende un papel central del Estado en la economía, en la redistribución del ingreso, en una recaudación de impuestos más alta entre quienes ganan más y en la participación activa del Estado para corregir las fallas del mercado. En este punto hay un abismo entre Trump y AMLO.”
En conclusión, AMLO no es como Trump, por más esfuerzos que haya entre quienes quieran ligar al puntero en las encuestas mexicanas con el republicano que está a punto de hacer que su partido se vaya al despeñadero el próximo 8 de noviembre en EU, finaliza Lozano.
López Obrador no es un hombre viejo, pero sí es un hombre antiguo. Entre 2006 y 2018 hay un mundo de diferencia, y no sólo en términos del ciberespacio. Muchas reivindicaciones han cambiado. El mayor número de votantes, los veinteañeros, tenían entonces ocho o 12 años de edad. Hoy votarán pensando en su futuro; López Obrador tendrá que demostrar que no es un político obsesionado por el pasado. No son citas de Benito Juárez lo que los nuevos ciudadanos están esperando.

DESAPARECE OTRO JOVEN EN VERACRUZ

En los últimos días, en Veracruz se ha reportado la desaparición de varios jóvenes

Otro joven de 23 años fue reportado como desaparecido en el Estado deVeracruz .

Se trata de David Guevara Vela, quien desapareció el 26 de octubre en la Ciudad de Veracruz , denunciaron sus familiares en redes sociales.

Su hermana indicó que ya fue presentada una denuncia sobre el hecho ante la Fiscalía deVeracruz .

El joven se dirigía a la casa de un amigo y ya no se supo de su ubicación.

En los últimos días, en Veracruz se ha reportado la desaparición de varios jóvenes.

La Fiscalía General del Estado (FGE), a través de la delegación zona centro Veracruz de la Policía Ministerial, abrió el 26 de octubre una Carpeta de Investigación por la desaparición de cuatro personas en Soledad de Doblado y el Puerto de Veracruz .

Sin embargo, aseguró que hasta el momento no existen elementos para relacionar ambos hechos.

Entre el sábado y el lunes pasados, familiares de las personas desaparecidas alertaron sobre la ausencia de cuatro jóvenes.

"En todos los casos, se activaron de inmediato los protocolos especializados en búsqueda y localización de personas", recordó la Fiscalía.

No obstante, el miércoles en la noche se inició la carpeta de investigación.

Luis Ángel Bravo, titular de la Fiscalía de Veracruz , precisó que en el caso de Soledad de Doblado, se trata de Juan Ernesto Santos Morales, de 22 años de edad, y Daniel García Tapia, de 35 años; mientras que en el puerto de Veracruz , son Marcos Eduardo Cifuentes Pérez, de 21 años, y Bernardo Basurto Armas, de 19 años, las personas desaparecidas.

El funcionario señaló que se descarta hasta el momento cualquier nexo entre ambos hechos.

POR: AGENCIA REFORMA