Un
libro de reciente publicación revela que la PGR mantiene abierta una
investigación a Vicente Fox, tras el hallazgo de 27 millones de pesos que no
declaró en su patrimonio como Presidente; en la pesquisa se descubrió que una
cuenta que manejaba Martha Sahagún y un hijo recibió depósitos millonarios de
un contratista del Gobierno y de esa misma cuenta salió dinero para financiar a
una constructora beneficiada por el IPAB con el remate de inmuebles a precio de
ganga. A los 9 meses de dejar la Presidencia, al exPresidente le regalaron una
empresa transportista, y luego le dieron gratis acciones de una petrolera. En
el museo que levantó en su honor, Fox ha recibido donativos de compañías
fantasmas y personajes ligados a Oceanografía, insignia de la corrupción en su
sexenio.
Raúl Olmos en
colaboración con Valeria Durán
A casi once años de haber
dejado la Presidencia de México, Vicente Fox todavía
es investigado por la Procuraduría General de la República (PGR) por presuntos
delitos cometidos durante su sexenio.
Una investigación periodística, contenida en un libro de
reciente aparición, reveló que la PGR mantiene abiertas averiguaciones previas
o carpetas de investigación sobre presuntas anomalías detectadas en el
incremento del patrimonio de Fox cuando fue Presidente.
En concreto, la PGR integró a su investigación un expediente
turnado por la Secretaría de la Función Pública (SFP) en el que se detalla el
hallazgo de depósitos por más de 27 millones de pesos en distintas cuentas
bancarias que no fueron reportadas por Vicente Fox en sus declaraciones
patrimoniales.
Al menos 25 millones de pesos correspondían a depósitos
realizados a cinco cuentas que manejaba Martha Sahagún. La SFP descubrió que 9
millones 911 mil pesos provenían del grupo Estrella Blanca, contratista del
Gobierno en el que su hijo Fernando Bribiesca Sahagún -actual funcionario del
Gobierno de Enrique Peña Nieto- fungía como accionista.
La SFP también descubrió que de la misma cuenta que manejaban
Martha Sahagún y su hijo Fernando Bribiesca salió dinero para financiar a la
empresa Construcciones Prácticas SA de CV, que en pleno sexenio foxista fue
beneficiada con el remate de inmuebles a precio de ganga.
Dicha empresa –que encabezaba un socio de Manuel Bribiesca, el
hijo mayor de Sahagún- compró en 2004 cuatro paquetes de viviendas y predios
valuados en 1,318 millones de pesos en menos de 35 millones. Pagó el
equivalente al 2.5% del valor de los bienes. Aquella subasta de activos del
Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) fue en su momento un
escándalo mayúsculo, porque existía la sospecha de que detrás de esa turbia
transacción había la intención de favorecer a los hijos de la Primera Dama.
Incluso, se creó una comisión especial en el Congreso federal para probar el
tráfico de influencias. Lo que nunca se había mostrado, hasta ahora, es que en
el esquema de financiamiento de la mencionada empresa estaba involucrada incluso
la esposa del Presidente como cotitular de la cuenta de la que salió el dinero.
La investigación demuestra que la familia de Fox también hizo
negocios con grupo Estrella Blanca. Los contratos gubernamentales a favor de
ese consorcio se multiplicaron a partir de 2002, año en que Fernando Bribiesca
se integró como socio con una flotilla de autobuses. Sus ganancias eran
transferidas a una cuenta que manejaba en conjunto con su mamá Martha Sahagún.
Le regalan 2 empresas a
Fox
A los nueve meses de haber dejado la Presidencia, Fox, su esposa
y un hijo recibieron regaladas las acciones de la empresa Transportes FL,
perteneciente al grupo MYM, actualmente integrado al Fondo de Transporte
México, que tiene una flotilla de 4 mil 800 vehículos. Antes de que el ex
Presidente se volviera socio, el consorcio tenía ventas modestas con el
Gobierno. Entre 2002 y 2006, los contratos apenas sumaron 82 millones de pesos.
El despegue coincidió con la incorporación de la familia Fox, pues entre 2007 y
2012 los contratos gubernamentales se multiplicaron 13 veces, al sumar 1,103
millones de pesos, y para el periodo 2013-2016 superaron los 1,400 millones.
-¿Usted
compró las acciones de esta empresa? Usted se integró en agosto de 2007.
¿Cuánto invirtió en esa empresa? –se le preguntó al exmandatario.
-Fox:
Nada.
-¿Nada?
¿Se las regalaron? ¿De veras?
-Fox:
Sí.
-¿Le
regalaron las acciones?
-Fox:
Sí. Por ser consejero.
Al aceptar el regalo del paquete accionario de la empresa
Transportes FL, SA de CV, Vicente Fox pudo haber incurrido en el delito de
cohecho, que se paga hasta con 14 años de cárcel. Y es que la Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores Públicos prohíbe, en su artículo 88, que
los funcionarios reciban obsequios con un valor superior a 10 salarios mínimos,
equivalentes a 800 pesos. Esta restricción aplica incluso hasta un año después
de que el funcionario haya dejado su cargo. Y en el caso de Fox, el regalo lo
recibió justo cuando cumplió nueve meses de haber concluido su función como
Presidente de México. Además, la misma Ley prohíbe expresamente a los
servidores públicos recibir en el mismo periodo títulos valor, como las
acciones que le obsequiaron a Fox. El artículo 47, de la Ley citada, también
advierte que los funcionarios deberán abstenerse de recibir dinero, objetos,
valores o nombramientos que impliquen conflicto de intereses, hasta un año
después de que se haya retirado de su empleo en el Gobierno. Es decir, Fox
habría violado por partida doble la Ley.
Los socios fundadores de la petrolera EIM Capital SA de CV
también le obsequiaron a Fox un paquete de 400 acciones en mayo de 2014, en
recompensa por la gestión de negocios que ha realizado ante el gobierno federal
y ante petroleros extranjeros, en busca de contratos para la extracción de
hidrocarburos con la tecnología conocida como ‘fracking’. El exPresidente
negoció además una comisión de 6% por cada proyecto de inversión concretado.
En entrevista, el exmandatario aseguró que esa comisión se
negoció para realizar programas sociales en el Centro Fox, el museo en su honor
que levantó en su propio rancho, en la comunidad guanajuatense de San
Cristóbal.
Donativos ligados a Oceanografía
Desde que dejó la Presidencia, el Centro Fox y la fundación
Vamos México de su esposa han recibido ingresos en efectivo por 553 millones de
pesos tan sólo en donativos en efectivo. Entre los benefactores hay empresas
‘de papel’. Es el caso, por ejemplo, de la compañía británica Outram
Investments Limited, que en 2012 y 2013 transfirió 200 mil dólares (unos 3.7
millones de pesos) al Centro Fox, pese a que en sus informes financieros
reportó tener un capital de apenas 2 libras esterlinas, equivalente a menos de
50 pesos.
También está el caso de una empresa ligada a la naviera
Oceanografía, de nombre Delta Servicios del Sureste SA de CV, que el Servicio
de Administración Tributaria incluyó el 11 de febrero de 2014 en el listado de
contribuyentes que emitieron facturas sin contar con los activos, personal,
infraestructura o capacidad material para prestar los servicios o los productos
que amparan tales comprobantes fiscales. Delta Servicios obtuvo su registro de
contribuyentes el 4 de diciembre de 2009, y en los dos años siguientes aportó
donativos por 2 millones 525 mil pesos al Centro Fox, según consta en
auditorías obtenidas para la investigación del libro titulado ‘Fox: Negocios a
la sombra del poder’, publicado por Editorial Grijalbo.
El SAT incluyó en la misma lista negra de empresas fantasma a la
Consultora Organizacional de Negocios SCP, cuyo nombre coincide con otro gran
financiador del Centro Fox, que en dos años consecutivos (2009 y 2010) aportó
dos millones 750 mil pesos al recinto que dirige el expresidente de México. Sus
donativos se suspendieron en 2011, cuando esta empresa fue ligada al escándalo
de corrupción que llevó a la cárcel al primer gobernador de oposición de
Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, con quien Vicente Fox mantiene una estrecha
relación de amistad.
Según la acusación de la Procuraduría de Chiapas, la empresa
donante del Centro Fox pertenecía a Salazar Mendiguchía y a través de ella
supuestamente recibía millonarias comisiones como promotor del despacho Álvarez
Puga & Asociados.
Ese despacho pertenece a Víctor Manuel Álvarez Puga, conocido en
el medio empresarial como el rey del ‘outsourcing’, porque cuenta con una
nutrida cartera de compañías que ofrecen los servicios de subcontratación. Una
de sus empresas se llama Hergo Soluciones Empresariales , y también aparece en
la lista de donantes del Centro Fox, con aportaciones de un millón 850 mil
pesos entre 2009 y 2010.
Delta Servicios del Sureste SA de CV, una de las empresas
fantasmas que ha donado al Centro Fox, ha sido investigada por su presunta
vinculación tanto con Álvarez Puga como con la empresa Oceanografía, acusada de
fraude y de haber sido favorecida con 5 mil millones de pesos en contratos en
el sexenio de Fox, en un esquema de tráfico de influencias que involucraba a un
hermano y a dos hijos de Martha Sahagún.
En los informes presentados por el Centro Fox de 2012 a 2015
aparece también como donante el consorcio GGM (Gasolineras Grupo Mexicano),
propiedad de Martín Díaz Álvarez y de Francisco Javier Rodríguez Borgio, otros
accionistas de Oceanografía; éste último inversionista también participa en Big
Bola, una cadena de 22 casinos que aporta donativos a la fundación del
expresidente.
Multiplica sus bienes
El empresario guanajuatense que llegó a la Presidencia en 2000
quebrado y con deudas millonarias, ha diversificado sus ingresos. Su nombre, el
de su esposa y el de sus hijos aparecen como accionistas o directivos en al
menos 30 compañías. Pese a ello, Fox asegura que necesita su pensión para
sobrevivir.
En consultas realizadas en registros públicos, se constató que
desde que dejó la Presidencia, Fox ha multiplicado sus bienes. Por ejemplo, en
mayo del 2011 compró un departamento de 218 metros cuadrados en las Torres
Secoya, ubicadas en Santa Fe, una de las zonas más caras del país, por el que
pagó 4 millones 850 mil pesos (unos 370 mil dólares al tipo de cambio de esa
fecha). Diez meses después desembolsó 8 millones 65 mil pesos (unos 620 mil
dólares de entonces) en una residencia de mil metros cuadrados en el exclusivo
fraccionamiento Cumbres del Campestre, en León. Su más reciente adquisición fue
en enero de 2016, cuando compró otro departamento en la colonia Roma de la
ciudad de México con un costo de 6 millones 613 mil pesos (alrededor de 500 mil
dólares). En conjunto, compró viviendas por casi 1 millón y medio de dólares.
‘No tengo dinero escondido’
En entrevista, Fox negó que él o su esposa tengan una fortuna
oculta: “Yo no tengo dinero escondido, ni lo tiene la señora Martha”.
Su vida –aseguró- se concentra en hacer labor altruista. “Marta
y tu servidor ya estamos más allá del bien y el mal. Nosotros vivimos bien, yo
diría que muy bien para algunos, bien para nosotros.
Cada quincena hay que estar sacando para la raya, pal ‘gasto, y
todo lo demás de tiempo y trabajo lo donamos a las fundaciones. Nuestra vida
está dedicada a las fundaciones, por eso acomodé la herencia de mis hijos con
casas y por eso ya cada uno tiene su trabajo y su empresa, por eso les ayudo”.
-¿Cuánto gana usted en las empresas en que participa?
-Fox: De sueldo nada. De lo que me cae a veces poquito. Pero, ¿pues qué te
diré? Recibo al año por todo, fuera de mi sueldo de funcionario público, este
eh… Llegaré a los dos millones, dos millones y medio, una cosa así…
– ¿Es más o menos la pensión que recibe?
-Fox: Más o menos igual. La pensión es… ¿qué? 75 mil pesos quincenales, son 135
mil al mes (netos). Sí, dos millones de pesos, más menos.
-Ahora que sabemos que usted tiene diversos ingresos, participando en distintas
empresas, ¿mantiene su dicho de que su pensión la necesita porque de eso vive?
-Fox: Sí, claro. Porque le dono a Centro Fox la diferencia, sí. Tengo el
derecho, sí. Lo que no estoy es atesorando dinero, para que entiendas mejor. Lo
excedente le dono yo al Centro Fox frecuentemente, cada que se ofrece lo hago.
Entonces sí lo necesito.
-En una declaración recientemente dijo que le servía para comer frijolitos…
-Fox: Así es, así es. Sí, sí, como frijolitos con eso y lo otro lo dono. Es que
sí…
-Dado que es un hombre de negocios con intereses en múltiples campos…
-Fox: Eso está amañado. No tengo intereses ni en diversos campos. Di pequeñas
empresas, me-dianas, regionales, locales, no metas un punto a la jiribilla.
Dime…
– ¿Estaría usted dispuesto a renunciar a su pensión?
-Fox: No. No.
-¿Usó usted el poder para beneficio propio o de su familia?
-Fox: ¡No! y te lo repito una y mil veces, nunca.