TEXTO
IRREVERENTE
19 February, 2018 02:22:00
Por Andrés Timoteo
Desde este espacio va una felicitación
para el médico Luis Alberto Castillo Castro quien acaba de recibir el Premio
IMSS a la Competitividad 2017 que lo acredita como el mejor pasante de su
generación. El galardón refiere que su pasantía, realizada del primero de
febrero del 2017 al 31 de enero de este año en la Clínica 64 del IMSS en
Córdoba, fue de las de mayor calidad y eficiencia en el país. Plácemes también
para sus orgullosos padres, los periodistas Auricela Castro y Manuel Castillo.
FALTÓ EL ‘MEA
CULPA’
El senador con licencia y exalcalde de
Perote, José Francisco Yunes Zorrilla ya es candidato formal a la gubernatura.
Lo ungieron, como se había anticipado, en una Asamblea de Delegados realizada
en la Plaza de la Concordia en Orizaba, el último bastión importante que le
queda PRI tras la renovación de ayuntamientos efectuada a inicios de enero. Los
priistas llenaron la plaza y mostraron un evento casi nostálgico de la
hegemonía que tuvieron en otro tiempo pues retumbaron las porras, los aplausos,
la batucada, los gritos, las matracas y hasta el silbido de una
locomotora.
Lo hicieron para simular la crisis que
registra y los pronósticos electorales aciagos. Allí, el discurso del candidato
Yunes Zorrilla fue aceptable, pero a destiempo y con serias taras de credibilidad,
pues sí ese mismo lo hubiera pronunciado en el 2016 o en el 2010, tal vez otro
gallo le estuviera cantando a él y al priismo, al haberse erigido como
autocríticos del régimen que devastó a Veracruz.
El peroteño habló en Orizaba de un
gobierno estatal que empobrece a la gente, que provoca la migración, que no
genera crecimiento económico, que ahuyenta inversiones, que se solaza en la
violencia con las mujeres, que no hace nada contra la inseguridad, y que
discrimina y criminaliza a las víctimas. Vaya, hasta parecer que
describió a las administraciones de Javier Duarte y el innombrable. Solo que a
ambos personajes no los tocó jamás, volteó la mirada a otro lado mientras
robaban y condenaban a la muerte a miles de veracruzanos.
Fue colaborador de esos gobiernos
de la fidelidad y aun así, Yunes Zorrilla se quejó en Orizaba de que “a
Veracruz le duele su presente” y que quieren hacer pagar “inocentes por
pecadores” a los que hoy llevan las siglas del PRI. Claro, habló de los
corruptos pero ni en su discurso se atrevió a nombrar a Duarte y al
innombrable. Los sigue cuidando. ¿Sí quiso ser sincero con los veracruzanos
porque no ofreció una disculpa pública por haber permitido en el 2010 fuera
nominado Duarte de Ochoa en lugar de él?
Era el momento también para disculparse
por haber guardado silencio durante los seis años en los que Duarte, su
esposa Karime Macías y el resto de la banda, saqueaba a manos llenas el tesoro
estatal. Yunes Zorrilla desairó esa oportunidad que le hubiera servido de desligue
de los Duarte Macías y de su impresentable antecesor. Quedó a deber un
‘Mea Culpa’ -‘Por mi culpa’- por no haber denunciado en su momento el pacto que
desde palacio de gobierno se sostuvo con el crimen organizado y el hurto del
patrimonio estatal.
Debió hacerlo porque el ofrecer
disculpas al pueblo no es una vergüenza sino una muestra de altura de miras.
También debió pedir perdón públicamente por haber gestionado recursos federales
–presume que fueron 4 mil millones de pesos en últimos cinco años del duartismo-
para Veracruz a sabiendas que esto llegaban a la Secretaría de Finanzas y buena
parte se la robaron sin llegar a los necesitados. Yunes Zorrilla fue –sin
querer o tal vez a sabiendas- un gestor financiero para el bolsillo
de Duarte y sus cómplices. Nunca exigió que los recursos gestionados se
aplicarán directamente sin pasar por las manos de Duarte.
Por ello, pese a que su discurso en la
asamblea priista fue bueno, su careció de credibilidad y su emisor de
autoridad moral tanto para criticar a la administración presente como
para presentarse como una opción diferente a lo que él denominó como algunos
priístas “pecadores”. El pecado de obra y de omisión está bastante claro y lo
que hoy se padece en inseguridad, crisis financiera, pobreza galopante –por
citar los tres flagelos - son herencia del innombrable y de Duarte de
Ochoa, a los que consintió y encubrió silentemente.
En resumen fueron palabras tardías que
debieron pronunciarse en el 2010 o en el 2016. De lo anecdótico en la encerrona
priísta está el mal agüero porque el todavía dirigente nacional del PRI,
Enrique Ochoa Reza, quien le tomó protesta. Se hubiera esperado un fin de
semana más para que lo hiciera el nuevo líder del tricolor porque se anticipa
que Ochoa Reza será relevado del cargo esta semana pues hoy está
repudiado por gran parte del priismo nacional por su quehacer desastroso en el
partido.
Yunes Zorrilla también se
aventuró a pronunciar halagos desmedidos al dirigente del Sindicato de
Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Carlos Romero
Deschamps, uno de los símbolos más brillantes de la corrupción en el país.
¿Entonces a que juega el peroteño si rechaza la corrupción de los priístas en
Veracruz y por otro lado se desvive en piropos con Romero Deschamps el máximo
“huachicolero” de la nación? La saliva gastada en esa zalamería son gotas de
ácido sobre su proyecto electoral.
Igualmente desperdició saliva en
elogiar a Héctor Yunes, el felón quien hasta el último momento buscó
boicotear su postulación pese al famoso pacto entre ambos. La cucharada de
paradoja que se concatenó con la postulación formal de Yunes Zorrilla fue la
denuncia -hecha desde la cárcel- del exgobernador Duarte contra el actual
mandatario Miguel Ángel Yunes Linares. Es el ladrón gritando como queriendo
sustentar el discurso del candidato priísta. Sin duda Duarte seguirá azufrando
la campaña del peroteño.
Y que no hayan salido en la fotografía
no significa que no estuvieran presentes o estén repudiados por el hoy
candidato. Sí, efectivamente, en la encerrona en Orizaba pasaron lista los
indecibles fidelistas y duartistas, los que ahora están gozando de fuero
legislativo para evadir la cárcel. Ahí estuvieron gritando frenéticamente que
Yunes Zorrilla es su gallo.
Envoyé depuis Paris, France.