28 de marzo de 2018

LEY DE SEGURIDAD INTERIOR, INSTITUCIONALIZACIÓN DEL ESTADO POLICÍACO MILITAR


¡Por nuestros camaradas proletarios! ¡Resueltos a vencer! 
EL INSURGENTE, ÓRGANO DE ANÁLISIS Y DIFUSIÓN DEL PDPR-EPR

AÑO 22 | Nº 183    MARZO DE 2018

La Ley de Seguridad Interior (LSI) aprobada con la participación de las principales fuerzas políticas electorales del país en el Congreso de la Unión, publicada en el diario oficial de la federación el 21 de diciembre de 2017, significa la legalización del Estado policíaco militar como política de gobierno, así como la institucionalización de las medidas e instrumentos políticos profascistas como alternativa para el régimen en caso de inminente riesgo.

Así quedó establecido desde la propia ley, mostró con ello su naturaleza y objetivo; lo que constituye una confesión del régimen sobre cuál es su principal preocupación en el actual contexto de crisis económica mundial y crisis política del Estado mexicano exacerbada en la presente coyuntura electoral. De fondo es la preocupación de clase la que subyace en esta ley: Artículo 1. La presente Ley es de orden público, de interés general y de observancia obligatoria en todo el territorio nacional. …Tiene por objeto regular la función del Estado para preservar la Seguridad Interior… Desde el principio queda definido y delimitado el “problema” a combatir, el interés que hay que preservar y la premisa política fundamental sobre la que descansa el régimen actualmente, la seguridad interior; sin la cual no podría sostenerse. Y ¿Qué entiende por seguridad interior el régimen? Artículo 2. 

La Seguridad Interior es la condición que proporciona el Estado mexicano Lo que permite salvaguardar la permanencia y continuidad de sus órdenes de gobierno e instituciones, así como el desarrollo nacional mediante el mantenimiento del orden constitucional, el Estado de Derecho y la gobernabilidad democrática en todo el territorio nacional. Comprende el conjunto de órganos, procedimientos y acciones destinados para dichos fines… frente a riesgos y amenazas que comprometan o afecten la seguridad nacional en los términos de la presente Ley.

Lo fundamental de la LSI es preservar el estatus quo del régimen, de lo que se desprende su naturaleza profascista; centra su objetivo principal en salvaguardar las instituciones y democracia burguesas como premisa para mantener a como dé lugar la dictadura de clase, por los medios que demande la necesidad ya sea coyuntural o de etapa.

Lo que se presenta como gobernabilidad en realidad es la dictadura burguesa. En ésta se presenta a un enemigo interno bajo la difusa figura de riesgos y amenazas a la seguridad nacional, donde los supuestos que definen los criterios y procedimientos de lo que es riesgo y amenaza son como toda definición en la LSI, ambiguos y abiertos al criterio y decisión de quien la ejecuta: el presidente de la República y finalmente un comandante de las Fuerzas Armadas. Cualquier circunstancia considerada de riesgo y amenaza pasa a ser tratado como enemigo interno, de seguridad nacional.

Esta ambigüedad se debe a un solo hecho, es propositiva y va más allá de las pugnas interburguesas que marca la propia coyuntura de su aprobación, como algunos lo han señalado. Es la condición de principio que permite situar en cualquier momento y espacio al enemigo de clase, ya sea en una entidad federativa o en regiones completas del país, focalizándolo u ubicándolo de manera imprecisa en toda la geografía nacional: “La Declaratoria de Protección a la Seguridad Interior podrá determinar la realización simultánea de Acciones de Seguridad Interior en diversas áreas geográficas del país, cuando por la naturaleza y características de la amenaza o de los agentes que participan en su comisión, no sea materialmente posible circunscribir sus causas, manifestaciones o resultados a una entidad o área específica.” Estamos frente a una ley de clase en su más amplio sentido, donde el riesgo y amenaza es el enemigo de clase al que hay que combatir, es decir, el pueblo explotado y oprimido que se encuentra en condiciones paupérrimas en todo el país. He ahí la intencionalidad en dicha ley de los principales personeros del régimen que la hicieron posible.

En realidad, de fondo no hay nada de ambiguo, sólo quien no ve el fenómeno desde la perspectiva de la lucha de clases y de la teoría de la guerra puede pensar que se trata de una ley fincada en motivaciones personales y de coyuntura; las motivaciones son claramente de clase, de guerra contra el pueblo. Constituye la preparación del terreno legal para una ofensiva policíaco militar contra toda posibilidad de insurrección del pueblo, tiene destinatario y por ello también su instrumento ejecutor, las Fuerzas Armadas.

La posibilidad de la imposición de una junta militar en el momento que la oligarquía lo considere necesario ha quedado sellada. Con la figura integración de grupos interinstitucionales las acciones y protocolos de seguridad interior quien las definirá en los hechos, dirigirá y coordinará es un comandante de las fuerzas armadas: “El Presidente de la República, a propuesta de los Secretarios de la Defensa Nacional y Marina, designará a un Comandante de las Fuerzas Armadas participantes, quien dirigirá los grupos interinstitucionales que se integren”.

La subordinación de lo civil hacia lo militar es una constante que caracteriza a toda la ley. “El Comandante designado… elaborará el protocolo de actuación para establecer responsabilidades, canales de comunicación y coordinación de las autoridades militares y civiles participantes”.

A las Fuerzas Armadas se le eleva al nivel de autoridad con facultades equiparables a las del ejecutivo federal en cuanto a la aplicación de las acciones de seguridad interior: Artículo 26. Las autoridades federales, incluidas las Fuerzas Armadas, en el ámbito de sus competencias de acuerdo con la Constitución y las leyes aplicables, llevarán a cabo las Acciones de Seguridad Interior que sean necesarias, pertinentes y eficaces para identificar, prevenir y atender riesgos en aquellas zonas o áreas geográficas del país, vías generales de comunicación e instalaciones estratégicas que lo requieran, así como para garantizar el cumplimiento del Programa de Seguridad Nacional y la Agenda Nacional de Riesgos.

En los hechos significa discrecionalidad para las fuerzas armadas en la ejecución de retenes, cateos de personas y autos, allanamientos de viviendas, detenciones arbitrarias; en suma, el cometido de múltiples crímenes de Estado, incluidos la ejecución extrajudicial y la desaparición forzada, todo cubierto con la impunidad en tanto que estas acciones tendrán el carácter de seguridad nacional, por lo tanto, no serán de escrutinio público. Es la carta abierta para la imposición de un estado de excepción cuando así lo considere tanto el Ejecutivo federal como las Fuerzas Armadas, cuando intereses estratégicos de la oligarquía se encuentren en riesgo.

La posibilidad de un golpe de Estado militar se ha legalizado con esta ley. Lo que significa que si a juicio de la oligarquía, las contradicciones de clase acentuadas en la crisis económica y política no tienen salida institucional, desde la democracia burguesa, tienen a su disposición la salida policíaco militar o fascista.

De esa magnitud está la contradicción fundamental del régimen capitalista en México, materializada en la precariedad de la vida del pueblo, en la inmundicia de su condición de explotado y oprimido; porque no se le puede llamar de otra forma a la miseria y degradación humana que genera de forma sistemática sobre el pueblo. Su aprobación se da frente a la oposición de organismos de derechos humanos no gubernamentales entre ellas varias recomendaciones de carácter internacional, incluida la ONU, en medio del cuestionamiento y repudio, por su carácter represivo y violatorio de los derechos humanos fundamentales.

A las graves violaciones a los derechos humanos y los crímenes perpetrados por el Estado, ahora se les da respaldo legal, de la misma manera a la cúpula castrense se le garantiza impunidad institucionalizada en la ejecución del terrorismo de Estado, libertad operativa en el campo de acción y prerrogativas de todo tipo. Todo ha quedado bajo el criterio del presidente y las fuerzas armadas, el mecanismo para declarar el estado de excepción empieza con “la declaratoria de protección a la seguridad interior que corre a cargo del ejecutivo federal o a petición de las Legislaturas de las entidades federativas, o de su Ejecutivo en caso de receso de aquellas.” Una vez emitida esta declaratoria se implementarán las acciones de seguridad nacional que se definen como: “Aquellas que realizan las autoridades federales, incluyendo las Fuerzas Armadas, por sí o en coordinación con los demás órdenes de gobierno, orientadas a identificar, prevenir, atender, reducir y contener riesgos y amenazas a la seguridad interior”. Donde riesgo a la seguridad nacional es: “Situación que potencialmente puede convertirse en una Amenaza a la Seguridad Interior”.

Con esto queda claro una cosa, el carácter represor y criminal del Estado mexicano se refleja en todo su marco legal, específicamente en las leyes relativas al uso del aparato represor y la ejecución del Estado policíaco militar; ahí encontramos su esencia. Si el terrorismo de Estado se desplegaba en la impunidad para sus perpetradores materiales, los cuerpos policíaco militares, ahora su ejecución forma parte institucional del régimen, reconocido legalmente por su estado de derecho. En México se ejecutará legalmente el terrorismo de Estado.

En esto también la ley es clara: “En ningún caso, las Acciones de Seguridad Interior que lleven a cabo las Fuerzas Armadas se considerarán o tendrán la condición de seguridad pública.” Lo que significa que la amenaza o el riesgo de seguridad interior no será tratado bajo los protocolos de seguridad pública, una condición de principio para el respeto de los derechos humanos, según el propio marco legal burgués; de tal forma que el riesgo o amenaza será tratado con letalidad máxima, fuera de todo protocolo convencional y racionalidad, por más que se diga que se respetarán los derechos humanos.

Lo que el régimen define como uso legítimo de la fuerza, tratando de legitimar la violencia de clase, la utilización racional y proporcional de técnicas, tácticas, métodos, armamento y protocolos que realiza el personal de las Fuerzas Federales y, en su caso, las Fuerzas Armadas, para controlar, repeler o neutralizar actos de resistencia, según sus características y modos de ejecución, para el pueblo ha significado represión y terrorismo de Estado.

En cada acto represivo y criminal que se ejecuta contra el pueblo, tanto en el nivel federal como local, siempre se dice desde las instituciones gubernamentales y sus personeros que se usó la fuerza pública apegado a los protocolos, lo que significa que las ejecuciones extrajudiciales, violación sistemática de los derechos humanos, tortura y todas las prácticas criminales que se ejecutan cuando se trata de reprimir al pueblo son parte del protocolo. Algunos ejemplos: Nochixtlán, Oaxaca; y Arantepakua, Michoacán.

En todos los casos el uso de los cuerpos represivos, ya sea las policías, ejército o marina, han sido “cumpliendo los protocolos” según los titulares de estos cuerpos policíaco militares y la junta administrativa, federal y local según sea el caso. Está claro que semejantes protocolos y su uso tiene por objetivo quebrantar la voluntad de combatir del pueblo e imponer un escarmiento a todo aquel que se atreva a oponerse al orden burgués.

No se puede entender de otra manera las declaraciones en este sentido en los diferentes operativos policíaco militares en que resultan abatidos con saña los supuestos criminales, donde no tienen ninguna oportunidad de proporcionalidad porque por parte de los cuerpos castrenses, artillería aérea frente a fusiles de los abatidos; los asesinados en desalojos, fuerzas policíacas armadas y pertrechadas con armamento de alta tecnología frente al pueblo inconforme con piedras y palos. Si todo este baño de sangre se ejecutaba y sólo bastaba decir “se cumplió con los protocolos” y diluir los crímenes de Estado, ahora con la Ley de Seguridad Interior no será necesario “cumplir con los protocolos”, basta con que el objetivo a abatir se considere riesgo y amenaza a la seguridad interior, algo que se define desde el criterio de clase según las necesidades de la oligarquía, tanto en tiempo y forma. Para eso fue creada la Ley de Seguridad Interior.
Los mecanismos para su ejecución empiezan por la declaratoria del ejecutivo federal a petición de las juntas administrativas locales, o de plano por decisión del presidente de la República o las Fuerzas Armadas: Artículo 16. En aquellos casos en que las Amenazas a la Seguridad Interior representen un grave peligro a la integridad de las personas o el funcionamiento de las instituciones fundamentales de gobierno, el Presidente de la República de acuerdo a sus facultades podrá ordenar acciones inmediatas a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, incluidas las Fuerzas Federales y las Fuerzas Armadas. Finalmente, todo se justifica bajo la figura incriminatoria de “grave peligro” para implementar en lo inmediato las acciones del estado de excepción. En conjunto esta ley representa una posibilidad más de salida para la crisis política del régimen; por un lado, la de continuidad; la liberal burguesa y ahora una tercera, la policíaco militar y fascista. 

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EL INSURGENTE, ÓRGANO DE ANÁLISIS Y DIFUSIÓN DEL PDPR-EPR


INSEGURIDAD INCONTENIBLE EN CÓRDOBA; ASALTAN PANADERÍA COVADONGA, MIENTRAS ALCALDESA COBRA MÁS QUE EL GOBERNADOR Y SUS ANTECESORES



Gobernantes
Aunque no los devenga, a juzgar por los resultados de su administración en materia de seguridad pública, la alcaldesa de Córdoba gana mensualmente 119 mil 623 pesos con 64 centavos, lo que significa que percibe 16 mil 591 pesos con 46 centavos más que el gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, cuyo sueldo mensual bruto es de 103 mil 032 pesos con 18 centavos. De acuerdo con cifras reveladas por la Unidad de Transparencia y Acceso a la Información del gobierno del estado, López Landero recibe un salario bruto quincenal de 59 mil 811 pesos con 82 centavos, lo que significa, también, un incremento de 4 mil 520 pesos con 30 centavos con relación a lo que percibía su antecesor Tomás Ríos Bernal, quien ganaba 55 mil 291 pesos con 52 centavos a la quincena. 
En ese sentido, de acuerdo al portal de transparencia del Gobierno estatal, la remuneración mensual neta de Yunes Linares es de 76 mil 034 pesos con 24 centavos, mientras que la alcaldesa de Córdoba recibe 85 mil 480 pesos con 58 centavos, es decir, 9 mil 446 pesos más, libres de polvo y paja. Según un comparativo de El Mundo de Córdoba, con base en las nóminas de los ex alcaldes de esa ciudad, López Landero gana más que el ex alcalde Tomás Ríos Bernal, su correligionario panista, quien al inicio de su mandato, en la primera quincena de marzo del 2014, entró ganando 3 mil 683 pesos con 10 centavos como percepción diaria mientras que la actual alcaldesa gana 3 mil 987 pesos con 45 centavos cada día. 
De igual forma, López Landero, quien el pasado 15 de febrero dijo desconocer su sueldo y justificó que "no vive del erario", percibe 7 mil 347 pesos más que su también antecesor de filiación priista, Guillermo Rivas López, quien en la primera quincena de diciembre del 2013, 15 días antes de concluir su mandato, percibía un salario neto mensual de 78 mil 133 pesos con 22 centavos. Mientras tanto, al mediodía de este martes se reportó un asalto a la panadería Covadonga, ubicada en Avenida 5, esquina calle 14, en la colonia San José, "La Covadonga". 
Los pobladores denuncian que la delincuencia está incontrolable y la ciudad se encuentra en manos del hampa, por lo que piden a las autoridades que no los dejen solos. Apenas la tarde de ayer un joven comerciante de 19 años fue ejecutado a balazos en el interior del mercado Revolución, y el domingo pasado dos hombres más fueron ultimados por arma de fuego, uno en el interior de un automóvil Volkswagen Beetle, entre la avenida 11 y calle 43, en la colonia Lázaro Cárdenas, y el otro, un joven de 25 años de edad poco antes de las 2:00 de la madrugada, entre la avenida 14 y calle 20, en la colonia Los Filtros. Lo anterior, a pesar de que apenas la semana pasada la alcaldesa dio el banderazo de arranque del operativo de seguridad de Semana Santa.

RUPTURA EN EL RÉGIMEN


Para nadie es un secreto que entre los grupos políticos del régimen y la delincuencia organizada existen vínculos extraoficiales en los que resulta difícil discernir quién está al servicio de quién o cuál de las partes vende protección a la otra.
Por Pedro Miguel| La Jornada
Los elementos de juicio disponibles indican que hay una pieza rota en el mecanismo de coordinación entre las distintas facciones políticas del régimen oligárquico. El conflicto en curso entre ellas ha alcanzado una virulencia sin precedente, particularmente por la manera mañosa con que la PGR ha venido manejando las acusaciones por lavado de dinero en contra de Ricardo Anaya y por las demagógicas declaraciones de éste, que reviró poniendo la mira sobre una presa fácil: Enrique Peña Nieto, sujeto del justificado rencor de millones de mexicanos y a quien muchos celebrarían ver sujeto a proceso por alguna o varias de las numerosas tropelías perpetradas durante su administración. Semejante respuesta podría granjear al panista algunas simpatías adicionales entre quienes no conocen su trayectoria de íntima colaboración –que podría ser calificada de complicidad– con el peñato, las reformas estructurales y la gigantesca corrupción de este sexenio y el anterior, pero al mismo tiempo puede incrementar la virulencia gubernamental en su contra y exacerbar el resentimiento del calderonismo, agraviado por la manera en la que el panismo controlado por Anaya cerró todas las puertas a una eventual candidatura presidencial de Margarita Zavala.
El pleito sería digno de chunga y hasta de celebración si los bandos involucrados se caracterizaran por el respeto al marco legal, por su capacidad de dirimir sus diferencias en forma estrictamente institucional y por su disposición a permitir que la última palabra fuera dictada por el veredicto de las urnas. Pero no es así. El priísmo tiene una marcada vocación por el quebrantamiento de las leyes para reprimir y dar grandes mordidas al presupuesto y en los 12 años en los que tuvo en las manos el gobierno federal el panismo –en sus diversas corrientes– dejó sobrado testimonio de su rápido aprendizaje en materia de ilegalidad, ya fuera por medio de fraudes electorales y uso partidista de recursos públicos, uso faccioso de las instituciones de procuración de justicia (el desafuero de Fox y el michoacanazo de Calderón, por ejemplo), modalidades de saqueo del erario, elaboración legislativa de diversas formas de encubrimiento y recursos a la violencia pura y dura: al foxismo se le hizo fácil recurrir a la represión brutal en Lázaro Cárdenas, Atenco y Oaxaca; Calderón no tuvo escrúpulos para ensangrentar al país en el intento de conseguir alguna legitimidad y Peña Nieto tiene un largo historial que pasa por Atenco, Iguala y Nochixtlán.

 En estas circunstancias no sería difícil que las pugnas internas del prianismo derivaran, de no ser contenidas, en una generalizada ley de la jungla, que es lo peor que podría pasarle al país cuando, para colmo, tiene encima la beligerancia hostil y creciente de Donald Trump.
En este momento incierto la sociedad tiene ante sí dos tareas: encarecerle a todas las facciones del régimen el uso de la violencia y hacerles ver la inviabilidad política de cualquier intento de fraude electoral. Se debe recurrir a la movilización pacífica para expresar el rechazo terminante a todo episodio de violencia y a todo caso de impunidad y se requiere una ciudadanía bien informada de los programas en juego, organizada para vigilar el proceso electoral y segura de sus opciones políticas, sean las que sean.
Por Pedro Miguel| La Jornada

EMPRESARIOS BENEFICIADOS POR NUEVO AEROPUERTO INTERNACIONAL DE LA CIUDAD DE MÉXICO NO DEBEN OPONERSE A TRANSPARENCIA: AMLO

REDACCIÓN SDPNOTICIAS.COM
lun 26 mar 2018 15:34
El precandidato recordó que Carlos Slim, Carlos Hank Rhon e Hipólito Gerard son los empresarios responsables del consorcio ganador de la construcción.

Ciudad de México.- El precandidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, pidió a los empresarios beneficiados por los contratos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) no oponerse a la revisión de los acuerdos.


En un video publicado en su cuenta de Twitter, López Obrador dijo que su propuesta de revisar los acuerdos, y la viabilidad del proyecto, no busca generar incertidumbre, sino prevenir corrupción en torno a la obra. Además, dijo que el costo estimado de la nueva terminal aérea ronda los 300 mil millones de pesos, por lo que es necesario evitar cualquier posible daño al patrimonio de la nación. 

El aspirante aseveró que espera que Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), cumpla con su promesa de promover una comisión que revise el caso. En ese sentido, consideró que los principales empresarios beneficiados por contratos: Carlos Slim, Carlos Hank Rhon e Hipólito Gerard, deben mostrarse abiertos al análisis de los acuerdos.

"Yo creo que ellos y otros que están recibiendo estos contratos no se opondrían a que haya una revisión, que haya transparencia. Es por el bien de todos y sobre todo por el bien de nuestra nación. Es insensato decir ya está todo acordado, se aprobó de conformidad con la ley, ya no tenemos porqué informar sobre este asunto, dar carpetazo. Eso no se puede", señaló el precandidato en su mensaje. 
Esperemos que se cumpla el compromiso de transparentar los contratos del nuevo aeropuerto y revisar su viabilidad técnica y económica
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El viernes, Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, entidad encargada de la construcción del NAICM, se hizo de 30 mil millones de pesos en la Bolsa Mexicana de Valores, mediante un instrumento financiero denominado Fideicomiso de Inversión en Infraestructura o Energía (FIbra E). Al menos el 80 por ciento de los recursos provinieron de afores, entre ellas, Grupo Financiero Inbursa, en control de Slim Helú, adquirió certificados por 13 mil millones de pesos. En total, se calcula que la inversión del magnate en el proyecto supera los 100 mil millones de pesos. 

Ante el rechazo de López Obrador, el precandidato presidencial de la coalición Todos por México, José Antonio Meade afirmó durante el fin de semana que se debe respetar el Estado de Derecho y que todo el proceso del NAICM ha cumplido con los estándares de legalidad y transparencia.

El principal consorcio encargado de la construcción de la terminal está integrado por ICA y Operadora CICSA, de Carlos Slim. En ese grupo también aparecen Peninsular COmpañía Constructora y Hoatsa, de Hank Rhon, y Constructora Edificadora GIA+A, de Hipólito Gerard. Según proyecciones, el NAICM estaría terminado para el 2024. 

Con información de La Jornada

ANAYA HA TRATADO DE IMPULSARSE CON AMENAZAS A EPN Y CRÍTICAS AL PRI, PERO SU PASADO LO PERSIGUE


Los ataques de Anaya contra Peña Nieto han escalado en los últimos meses. A raíz de los más recientes señalamientos públicos de presunta corrupción en contra del político blanquiazul, el también llamado “niño maravilla” ha volcado fuertes críticas en contra del priista de Atlacomulco. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro
Anaya ha tratado de impulsarse con amenazas a EPN y críticas al PRI, pero su pasado lo persigue
marzo 26, 2018

A cuatro días de que den inicio las campañas políticas rumbo a las elecciones presidenciales del 1 de julio próximo, el candidato blanquiazul Ricardo Anaya Cortés lucha por bajar al abanderado priista Jose Antonio Meade Kuribreña criticando al Presidente de la República y al México corrupto e impune heredado por la administración peñanietista, coincidieron analistas.
Anaya se ha convertido en un candidato antiPRI. Y su herramienta estratégica para ganar no son las propuestas contundentes sino las críticas que lo hagan verse “bien” y generar emociones entre el electorado para ganar votos. Inclusive algunos antisistema que no concuerdan con la visión de Andrés Manuel López Obrador.
SinEmbargo realizó el ejercicio con politólogos, analistas del discurso y directivos de casas encuestadoras quienes hablan, con base en un mismo cuestionario, acerca del impacto del Presidente Enrique Peña Nieto en las propuestas de campaña de los tres principales aspirantes presidenciales: Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya Cortés y José Antonio Meade Kuribreña.

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PRIMERA ENTREGA DE TRES

Ciudad de México, 26 de marzo (SinEmbargo).– El panista Ricardo Anaya Cortés se ha perfilado como un opositor crítico al sistema. O más bien, al partido en el poder: el Revolucionario Institucional (PRI). Su discurso, ad hoc al clima político, se enfrasca en momento en atacar al Presidente Enrique Peña Nieto (EPN) y lo que representa. Anaya defiende a ultranza la lucha anticorrupción y un cambio de régimen. Y no hay mejor defensa en la arena política que el filo de los resabios ajenos. Sobre todo cuando se aspira a tener el puesto de quien uno critica.

Sus opositores le reprochan que fue uno de los facilitadores, desde el Pacto por México, de las llamadas “reformas estructurales”. Pero los ataques de Anaya a Peña han ido en escalada en los últimos meses. A raíz de los más recientes señalamientos públicos de presunta corrupción en contra del político blanquiazul, el también llamado “niño maravilla” ha volcado fuertes críticas en contra del priista de Atlacomulco, de quien dice que utiliza a las instituciones de manera facciosa para intervenir en las elecciones del 1 de julio próximo, como en el caso de la Procuraduría General de la República (PGR).
“Ricardo Anaya lo que ha tratado es desvincularse con ese pasado corrupto y con esas prácticas corruptas que también acechan al PAN. Por eso se desmarca de Calderón; por eso se desmarca de Vicente Fox. Porque [Anaya y su equipo de campaña política] dicen: ‘A ver, todo lo que pasó en gobiernos anteriores en materia de corrupción yo no tengo nada que ver. Yo soy un perfil nuevo que tiene otros objetivos y por lo tanto no me embarren dentro de esta discusión’”, dijo en entrevista Enrique Toussaint, politólogo de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Desde el año pasado, una noticia persigue al panista queretano: entre 2014 y 2016 compró y vendió un terreno en su estado natal. Lo adquirió por poco más de 10 millones de pesos y a los dos años de la compra, construyó siete mil metros cuadrados de una nave industrial que vendió en 54 millones de pesos. Hoy le es cuestionada la cantidad de dinero que genera y que no esclarece -a cabalidad- de dónde sale; también su presunta liga con empresas fantasma y dinero de dudosa procedencia. 
Todo un sexenio juntos. Foto: Cuartoscuro

“Anaya tiene una imagen muy volátil porque sale con la bandera anticorrupción. Le compran el tema de la bandera anticorrupción y de correr al PRI corrupto. El problema es que en cuanto sale lo del terreno, pues pierde todo el crédito”, explicó Ricardo Galván de las Heras, director de la casa encuestadora Demotecnia.

SinEmbargo expuso en un análisis previo que, de acuerdo con especialistas consultados, será elemental para los candidatos demostrar quién está más lejos del Presidente de la República. Es decir, el reto es demostrar quién es el candidato más antiestablishment o antisistema. Y por ende, quien se aleja más del hedor de la corrupción y propone soluciones a los pendientes que dejará la actual administración.

“Anaya necesita ser el depositario del voto anti PRI. No lo está logrando hacer, pero necesita serlo pues ha tratado de ser más crítico […]. Es decir, el que ha buscado capitalizar de forma más clara la debilidad de la presidencia de Peña Nieto, es precisamente Ricardo Anaya […]. Lo que quiere hacer Anaya en el debate político es [decir] ‘la mejor fórmula para derrotar al PRI soy yo’”, comentó Toussaint.

Según el promedio de las más recientes encuestas de preferencia electoral –Buendía & Laredo, Consulta Mitofsky, El Financiero y Parametría–, Ricardo Anaya se mantiene en la segunda posición con entre diez y doce puntos porcentuales por debajo del primer lugar, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Sin embargo, refirió Bloomberg el pasado 23 de marzo, el panista no logra desmarcarse del priista José Antonio Meade Kuribreña, con quien ahora está empatado en 24 puntos, lo que deja a ambos candidatos hasta con 18 puntos por debajo de AMLO.

En esta geometría política, los analistas consultados coincidieron en que habrá de dos sopas: la primera gran batalla de Ricardo Anaya será ganarle el voto tradicional al candidato del PRI, para luego, enfrentar a López Obrador, con quien se disputaría parte del voto antisistémico que no se identifica con el candidato de las izquierdas [AMLO].
“Anaya lo que ha hecho es buscar rivalizar con el priismo, porque lo que necesita es colocarse en el segundo lugar para después empezar a rivalizar con AMLO. Porque si Anaya no logra estar en una clarísima segunda posición el 28 de marzo, que inician las campañas… me refiero a sacarle 11, 12 o 13 puntos al PRI, puede ser que la elección presidencial se vaya a tercios. Si la elección presidencial se va a tercios, en ese momento tiene una gran posibilidad Andrés Manuel de ganar por un gran trecho de votos, porque Anaya no será capaz de rentabilizar el voto estratégico, el voto útil que termine perdiendo el PRI”, dijo Toussaint.

Al respecto concordó el doctor Rubén Aguilar Valenzuela, portavoz de la Presidencia de la República durante el sexenio de Vicente Fox Quesada [2000-2006], quien refirió a SinEmbargo que el equipo de Anaya está sosteniendo “una posición muy crítica respecto al Presidente”, inclusive evitando a Meade, “porque él es al final el candidato del Presidente. Y golpeando al Presidente, les favorece y les da puntos”.

Añadió que “la muy mala imagen del Presidente y la muy mala imagen del partido del Presidente favorecen a los candidatos de la oposición en general”. 
Ricardo Anaya y el PRI tienen una acérrima disputa de camino a las elecciones presidenciales de 2018. Lo que Anaya trata de hacer es hundir al PRI para absorber parte de sus votos y vencer a AMLO el 1 de julio próximo. Foto: Andrea Murcia, Agencia Cuartoscuro.

ANAYA: EL CANDIDATO ANTI-PRI

Para Aguilar Valenzuela, quien “se ha convertido en el verdadero candidato de la oposición es Anaya, que se ha enfrentado al Presidente; que le dice que si él llega a la Presidencia y hay motivos, pues se procedería vía los mecanismos institucionales del Estado mexicano en su investigación; y en su caso, actuar en consecuencia”. Y según él, “pareciera ser que el candidato del anti-sistema es ahora Anaya y el candidato prosistema es López Obrador”.

En octubre de 2014, Ricardo Anaya dijo que su relación con Enrique Peña Nieto era de respeto. En entrevista con el periodista Pascal Beltrán del Río, expresó que “nos hablamos con claridad. En lo que es bueno para el país nosotros apoyamos; en lo que afecta al país encuentran una oposición firme, responsable y valiente. En una palabra, es una relación de respeto.”
Ese “respeto” lo ha llevado a defenderlo, como cuando en 2013 condenó el supuesto espionaje del Gobierno estadounidense a EPN. Pero también lo a llevado a embestirlo. En 2012, por ejemplo, Anaya impulsó la “Expo Peña No Cumple”, misma que documentó los compromisos incumplidos de EPN como Gobernador mexiquense [2005-2011]. Esto ocurrió en el marco de las elecciones presidenciales de 2012, cuando buscaba impulsar la candidatura de la panista Josefina Vázquez Mota.
Aunque quizá la primera gran confrontación entre Peña Nieto y Anaya Cortés, luego de las elecciones de 2012, fue por la reforma fiscal. Entonces el PAN rechazó el Impuesto de Valor Agregado (IVA) en colegiaturas y su aumento en la zonas fronterizas del país; y también se opuso al impuesto a la renta, hipoteca y venta de viviendas, así como a la contratación de mayor deuda pública planteada desde el Ejecutivo federal.
La ruptura con el sistema quizás fue tarde para Anaya. Foto: Cuartoscuro

El “respeto” se mantuvo, pero el criticismo de Anaya no paró. En septiembre de 2015, Anaya mencionó que EPN llegaba a su Tercer Informe de Gobierno con una economía estancada y con alzas en pobreza e inseguridad. Por eso, dijo, “seremos una oposición crítica contra ese gobierno que aumentó los impuestos, que no ha resuelto los problemas de seguridad. Y nos preocupa que en estos años ha aumentado la pobreza y la desigualdad”. Para él, las reformas fueron “muy buenas pero están en malas manos”.

Ya como líder nacional del PAN, en 2015, Anaya recalcó que su partido se abocaría a la lucha anticorrupción –en 2014, el PAN propuso la creación del Sistema Nacional Anticorrupción–; a la economía familiar –golpeada por la reforma fiscal y a unir a los integrantes de su partido –que dijo era elemental para recobrar la silla presidencial.
Para diciembre de 2015, según Anaya, “la inmensa mayoría de los mexicanos está profundamente decepcionada y desilusionada de los mediocres resultados del Gobierno federal priista”. Poco antes, en agosto, el “niño maravilla” se mostró indignado con la absolución de la Secretaría de la Función Pública (SFP) a EPN, por el caso de la denominada “casa blanca”. Un hecho que tildó de “auténtica burla que ofende a los mexicanos y que viene a confirmar lo que lastima tanto a nuestro país: la impunidad”.
Y para marzo de 2018, esta indignación resurgió en el discurso de Ricardo Anaya Cortés. En respuesta al supuesto utilitarismo institucional de EPN en su contra, el panista fustigó al Presidente diciendo que “aquí el que la haya hecho la tendrá que pagar”. Aludió entonces a los escándalos de la “casa blanca”, Odebrecht, el socavón, la estafa maestra de la Secretaría de Hacienda a favor del PRI y los desvíos millonarios de Rosario Robles Berlanga.
“Hablar del Presidente refiere al poder, al partido y al sistema. Entonces cada candidato va a hablar de esos tres elementos de acuerdo a sus intereses. ¿Qué pueden decir del partido? [Criticar] la reputación del partido. ¿Qué pueden decir del sistema o de la funcionalidad del sistema? ¿Y qué pueden decir de la figura? La figura la están asociando con decisiones y afectaciones sociales. Las decisiones favorecen a los grupos de poder, políticos y económicos. Y las afectaciones son padecidas por los grupos sociales. Y esos son todos los referentes que están haciendo”, refirió la doctora Francisca Robles, especialista en análisis del discurso de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

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LA CRÍTICA COMO HERRAMIENTA POLÍTICA

La relación entre Anaya Cortés y Peña Nieto es pues, como una veleta: se mueve según sople el viento. Y los resultados de la actual administración priista inciden en las propuestas del político queretano de tal forma, que su agenda política –como la de los demás aspirantes presidenciales– es un reflejo invertido de las carencias y atropellos que hoy en día asedian al país.
De acuerdo con el think tank estadounidense Pew Research, el 85 por ciento de los mexicanos está insatisfecho con el rumbo actual de México, además de un 70 por ciento que desaprueba las condiciones económicas de nuestra nación.

Las estadísticas del think tank indican que la principal preocupación de los mexicanos es el crimen [84 por ciento de los encuestados dijo eso], seguido de la corrupción política [84 por ciento], la violencia y el alza de precios [82 por ciento], la corrupción policial [79 por ciento], la falta de oportunidades de empleo [72 por ciento], la baja calidad educativa [63 por ciento], la desigualdad social [60 por ciento], la emigración por falta de oportunidades [57 por ciento], la seguridad social [56 por ciento], entre otros.

¿Y qué propone Anaya? Entre sus principales propuestas para cambiar a México están atacar la corrupción, empezando por investigar a los integrantes de la actual administración, incluido el Presidente; reconstruir los cuerpos civiles de policía para combatir la inseguridad; garantizar un ingreso básico universal para todos los mexicanos; reordenar las políticas sociales, es decir, analizar y mejorar los programas de gobierno; eliminar gastos burocráticos, promover a los emprendedores y generar empleos de calidad con buenos salarios.
Según la doctora Francisca Robles de la UNAM, Ricardo Anaya persigue “las necesidades empresariales”, aunque el verdadero “motivo de subsistencia de Anaya es la pelea” con el PRI.
“Voy a dar un referente muy burdo pero es así. Cuando las parejas se divorcian, cada quien está peleando para su lado y se olvidan los hijos. Bueno, Anaya está peleándose por el poder […] y no está pensando en la ciudadanía. Anaya cree que atacando al sistema lo va a lograr […]. Pero su guerra con el PRI no es con el PRI. Es con las figuras que no le convienen del PRI, porque también el PAN está lleno de priistas” –como José Antonio Aguilar Bodegas, José Rosas Aispuro, Miguel Ángel Yunes Linares, Rafael Moreno Valle, entre otros–.

Acerca de las propuestas y la visión de gobierno del político de derecha, el doctor José Fernández Santillán, analista político de Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), cuestionó la ideología de Anaya porque no queda clara en su discurso –menos con el contraste de su alianza con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que es de izquierda–.
La doctora Francisca Robles de la UNAM, Ricardo Anaya persigue “las necesidades empresariales”, aunque el verdadero “motivo de subsistencia de Anaya es la pelea” con el PRI. En la foto, Anaya durante su participación en la Mexican Private Equity Summit. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

Sobre su estrategia de campaña, indicó que “Ricardo Anaya rompió con Peña Nieto. ¿Por qué? Porque en política siempre los candidatos hacen propaganda, hacen sus propuestas, pero casi nunca hacen un recuento del periodo. Y simplemente se dedicó a criticar pero no a analizar el sexenio de Peña Nieto”.
Los doctores Fernández y Robles apuntaron que la mercadotecnia política ha dado al traste a ciertos procesos democráticos, como en el caso de los discursos y las propuestas de los candidatos, mismos que se diluyen entre estrategias de propaganda.
La lógica de este tipo de acercamientos, según el doctor Rubén Aguilar Valenzuela, no sólo se da en México sino también en el resto del mundo porque las campañas políticas se construyen a partir de la emoción –o de la empatía del electorado para con el candidato– y no a partir de la razón –que serían las propuestas de política pública–, dado que “está demostrado a nivel internacional que la gente cuando articula su voto no lo hace en razón a propuestas sino lo hace con base a la emoción”, explicó Aguilar.
“El problema es que se nos coló ahí un mecanismo que ha distorsionado a nuestra democracia y que es el marketing político. De tal suerte que hoy confundimos democracia con propaganda mediática. Entonces las empresas de imagen política se han hinchado de billetes poniéndoles [a los candidatos] bien la corbata, la forma de la camisa, el peinado, el maquillaje… y eso cuesta millones de pesos. Y salir en televisión, en radio, eslóganes que no dicen nada, espectaculares. Y las ocurrencias han suplido a las ideas”, sostuvo Fernández Santillán.

Más allá, los especialistas sentenciaron que ninguno de los tres candidatos –AMLO, Anaya y Meade– ha pronunciado una propuesta clave de gobierno.
“Se han quedado en transmitir su pensamiento pragmático. Dicen lo que hacen, lo que piensan, pero no dicen lo que van a hacer con los que los van a favorecer […]. No han hecho partícipes a los ciudadanos de qué vamos a ganar si votamos por ellos […]. Cada quien está viendo por los grupos que van a favorecerlos con sus decisiones y se están vinculando con ellos”, concluyó Robles, para quien las elecciones quedarán definidas no por el pueblo sino por “el voto de los grupos del poder. Es el apoyo de toda la maquinaria del poder el que favorece a los candidatos”.
Por Efrén Flores