Playa Vicente, Ver.- Miedo y preocupación es lo
que hay ahora entre habitantes de Playa Vicente
luego de que elementos de la Fuerza Civil, que estaban dando seguridad en la
región, inexplicablemente, fueron sacados de esa zona.
Se espera que
en la semana haya movilizaciones por parte de vecinos de esos municipios para pedir al gobierno de Veracruz, que de nueva
cuenta se mande a la fuerza civil para que los delincuentes no regresen a la
zona e intenten cobrar venganzas.
Y es que
desde que se dio la noticia de que ya se iba la Fuerza Civil, entre habitantes
de esos municipios, hay más temor porque han comenzado circular amenazas de los
delincuentes ligados al grupo Los
Piñas.
Los presuntos
criminales han amenazado con vengar a Reynaldo
Patiño, alias el Pelón de Abasolo, jefe de plaza para el cártel de Jalisco
Nueva Generación en Playa Vicente, quien fuera abatido por la policía el pasado
29 de febrero durante un enfrentamiento en Isla.
Reinaldo
Patiño sería el responsable de muertes, desapariciones
y secuestros en los municipios colindantes en Playa Vicente para el grupo que
representan los hermanos Alberto y Jacinto Rodríguez, Alias Los Piñas.
Todos estos
delitos los cometió al amparo de una red criminal que se valió de los hombres
más poderosos de la zona, incluido al notable ganadero Humberto Andrade Ahuja, Taralila, y su hijo, Humberto Andrade
Salim, Alias Cacahuate, y los alcaldes panistas de Playa, Gabriel Antonio
Álvarez López,y el de Azueta, Julian Valverde.
Estos dos
ediles permitieron que esos grupos criminales se expandieran sin control, sin
hacer un solo llamado a autoridades federales para que les mandaran apoyo para
contener a esos grupos, aceptando que sangraran al pueblo.
En ranchos de
la familia Andrade, aparecieron fosas clandestinas que presuntamente eran obra
de Patiño alias el Quemado o El Pelón de Abasolo del Valle.
Y aunque
hasta ahora la Fiscalía General
del estado no ha iniciado con los trabajos para exhumar esos restos, los dos
predios, San Ángel, y la expo ganadera, están bajo resguardo policiaco.
Debe
recordarse que antes de ser asesinado, cuando iniciaba su cacería, El Quemado y
su grupo mató a una familia completa en su natal Abasolo del Valle, porque presuntamente sospechaba que ellos daban
información sobre sus escondites.
Después de su
caída, y con la salida de la Fuerza Civil, en la zona se ha visto con mucha
preocupación que los familiares de El Pelón circulan impunemente de nuevo, por
lo que se cree que alguno de ellos o de sus allegados retome sus actividades
criminales, y el pueblo de nuevo sea presa de sus abusos.
La presencia de la Fuerza Civil trajo relativa
calma en esos poblados, durante su estancia en esa zona, se encontraron fosas
clandestinas, así como el rancho EL Monte Rico, en Azueta, donde se presume se
vivían los jefes criminales.
La cacería a
Los Piñas se extendió a la zona de Los
Tuxtlas, ahí fueron seguidos hasta la casa de uno de sus operadores más leales,
Malvin Santos Carballo, chofer de Alberto y Jacinto Rodríguez.
Melvin Santos
fue abatido en un enfrentamiento el 14
de marzo en su domicilio en San Andrés Tuxtla, a manos de personal de la SSP
y de la SEMAR, que le daban seguimiento al paradero de los hermanos Piñas.
En esa casa, presuntamente, se escondían los dos
hermanos criminales, apoyados por Melvin Santos, pero esa día
presuntamente lograron escaparse del asedio de las autoridades.
Después de
estar escondidos en San Andrés Tuxtla, los hermanos Piña siguen prófugos
de la justicia.