Sectas y religiones
4 de noviembre de
2014
Desde hace más de 40 años que se
fundó una comunidad llamada “La Nueva Jerusalén”, cuyo líder, Papá Nabor, desafió
a los gobiernos en turno y hasta la propia iglesia. Hoy por hoy, esta secta
continúa operando, ya sin su dirigente, pues falleció en 2008 y ninguna
autoridad ha puesto orden ni ha hecho nada por regular excesos y las
violaciones a las garantías individuales que se cometen en contra de los
miembros de este “pueblo elegido” que se localiza en Turicato, Michoacán.
El periodista J. Jesús Lemus Barajas
realizó una investigación minuciosa sobre este fenómeno que va más allá de lo
religioso y a través del libro “Cara de Diablo” , hace
una denuncia sobre los abusos y maltrato psicológico al que eran sometidos los
seguidores de esta congregación, que está desligada de la Iglesia Católica.
J. Jesús Lemus presentó “Cara de
Diablo” en la pasada XXIV edición de la Feria del Libro de Monterey, en donde
manifestó que su principal objetivo para escribir esta novela basada en hechos
reales, es que el gobierno federal emprenda acciones en contra de los que ahora
están al cargo de la organización y que continúan ejerciendo las prácticas
heredadas por Papá Nabor.
“Cuando yo empezaba a ser reportero,
allá por 1990, conocí la historia de ‘La Nueva Jerusalén’ y trabajando en
medios locales, me enteré de cómo se fundó esa localidad, pues se fundó en 1973
y lo más increíble que hasta la fecha sigue igual.
“Y en Michoacán, puede pasar de todo:
gobernadores corruptos que tienen tratos con el narco; orfanatorios convertidos
en casa del terror: ciudades santas que esperan el fin del mundo y no pasa
nada; el gobierno federal no hace nada.
“Yo pienso que como sociedad estamos
muy inmunizados; como que los medios nos han bombardeado todos los días y los
medios cumplimos esa parte perversa de la información de inmunizar a la gente.
Todos los días escuchamos o leemos que hay tantos muertos o tantos decapitados,
que llega un momento en que no te inmutas y no haces nada”, destacó el también
autor de “Los Malditos”.
Lemus Barajas reveló que tuvo que
esperar más de 20 años para poder publicar la verdad sobre “La Nueva
Jerusalén”, porque además de que se le hizo que reunía todos los elementos para
que fuera una novela exitosa, lo que más quería era sacar a la luz todo lo que
los demás periodistas no quisieron rastrear, pues a decir del investigador,
había mucha tela de dónde cortar.
“Cuando en los 90 conozco la historia
de Papá Nabor, no encuentro espacio dónde publicarla. Tuve que esperarme más de
20 años para hacer una novela; para hacer esa crónica con elementos literarios
de la novela, para poder hacerlo más digerible y que el lector pudiera consumirla
más fácilmente.
“Yo no quise hacer una crónica pura,
porque la sentí como muy pesada que iba casi a rayar en un ensayo, y
eso es más denso y más pesado de leer. Yo quise darle a la gente esta opción
que es más fácil para que su lectura fuera más ágil”, apuntó.
El periodista compartió que escribió
la novela mientras estuvo en prisión poco más de tres años, por lo
que esta historia además tiene un valor agregado. Es en el encierro en donde J.
Jesús Lemus le empieza a dar forma a “Cara de Diablo”, pues tuvo
tiempo suficiente para recordar y revisar sus apuntes sobre el tema.
“Comencé a recordar lo que llevaba
investigado y empecé a escribir la historia, entonces cuando salí de la cárcel
– bendito Dios- me di a la tarea de redondear, detallar, afinar algunos
aspectos con otro tipo de información, con más entrevistas y es lo
que finalmente logro presentar.
Aclaró que luego de cinco meses de
trabajo intensivo, entregó la novela a la editorial en el mes de agosto de este
año y “Cara de Diablo “ salió en septiembre.
PAPÁ NABOR
El protagonista de esta novela y de
“La Nueva Jerusalén” es Papá Nabor Cárdenas Mejorada, un sacerdote que se
separó de la Iglesia Católica porque él quería seguir oficiando misas
en latín. Este hombre poseía un don y un carisma especial con el que era capaz
de convencer a más de 42 mil personas- que formaron parte de su rebaño- de que
el fin del mundo estaba cerca.
En “Cara de Diablo” el
escritor narra la historia de Papá Nabor, desde que estaba chiquito: desde que
era un niño de siete años. Papá Nabor fue un sacerdote que aprovechó
la aprobación del Concilio Vaticano II como pretexto para separarse porque él
quería seguir dando las misas en latín.
“Cuando se separa de la Iglesia,
conoce a Mamá Salomé, una vidente que le dice que la Virgen del Rosario quiere
que se invista de Papa y le prepara una ceremonia ahí mismo en la iglesia de
Puruarán y con la autoridad de Papa, nombrado por Dios, por la Virgen y por la
vidente, fue a visitar al obispo de Tacámbaro para que lo reconociera como
Papa, pero obviamente eso no sucedió.
“Aquí lo sorprendente es que este
hombre fue capaz de convencer a 42 mil personas y que desde el púlpito lo
siguió y cuentan los testimonios que la señal que él reconoció para saber que
habían llegado al sitio que sería `La Nueva Jerusalén´, es que la vidente
empezó a levitar y él la tuvo que sujetar de un pie para ponerla otra vez en el
suelo”, abundó Lemus.
Refirió que en esa nueva
ciudad, Papá Nabor clasificó a su “rebaño”: a los más fieles los mandó a vivir
a una calle que se llamaba “Espíritu Santo”; a quienes eran menos creyentes los
enviaba a la calles de estados de México, y así con otros de los grupos de
seguidores.
“Él creo una jerarquía de calles que
tenían nombres como: Espíritu Santo, Dios Padre, Jesucristo, etcétera y ahí
mandaba a vivir a los que eran más creyentes, pero a los que no eran
tan devotos vivían en calles con nombres de estados de la República”, señaló.
“Lo que yo encuentro en la historia
es que Papá Nabor tenía el apellido Cárdenas y él decía que era pariente del
general Lázaro Cárdenas y eso le dio mucha manga en Michoacán para poder hacer
lo que él quiso por el apellido de los Cárdenas.
“Dentro de los cánones que él
establecía para organizar a su comunidad, él marcó normas estrictas para evitar
que el mal o el ‘demonio’ entrara en las vidas de sus adeptos. Nabor Cárdenas
decía que el demonio podía entrar por medio de estas tres “puertas”: La Ciencia
y el Conocimiento, la Tecnología y el Sexo”, indicó Lemus Barajas.
Destacó que el mote de “Cara de
Diablo” se debe a que la mamá del pequeño Nabor, le decía así cuando veía que
sonreía por alguna travesura que hacía, entonces que su rostro se transformaba
y adquiría un semblante “diabólico”.
MIEDO Y CULPA REINAN EN LA TIERRA
PROMETIDA
En 2012 un grupo de fanáticos
religiosos construyeron una escuela en un pueblo de Michoacán. Lo hicieron
obedeciendo a la Virgen del Rosario, quien les ordenó eliminar ese “refugio del
Diablo” a través de una vidente.
Tan sólo este es un ejemplo del
dominio que ejercía la doctrina de su fundador, pues aunque él ya había
fallecido años antes, los que le han precedido siguen reprimiendo a la
población de “La Nueva Jerusalén”, utilizando como sus dos más poderosos
instrumentos: el miedo y la culpa.
“Papá Nabor llegó a los extremos para
evitar que sus fieles tuvieran relaciones sexuales. Él ordenaba al padre Simeón
que buscara todo vestigio de deseo en la carne de la mujer y -supuestamente-
Simeón se daba cuenta de que el instinto sexual estaba a flor de piel en el
rostro de las mujeres y entonces se las llevaba al padre Nabor.
“Simeón llevaba a las mujeres a la
casa de Papá Nabor para que él les rezara durante la noche, para después
dejarlas ir al día siguiente, libres de pecado. Estás historias son
fantásticas, increíbles pero reales”, expresó el periodista michoacano.
Recalcó que con esta historia
pretende que tanto las autoridades como el público en general volteen a ver lo
que puede suceder cuando la fe rebasa los límites, pues puede haber más
ciudades “santas” en toda la República que se mantienen entre el anonimato y la
indiferencia de todos los mexicanos.
“Yo veo que esta ciudad siempre
estuvo protegida por el PRI, porque en esa localidad la gente
siempre votaba por el PRI, pues Nabor argumentaba que la Virgen siempre se
ponía contenta cuando ellos favorecían con el voto al partido tricolor.
“Yo le pido mucho a Dios -porque yo
soy creyente, pero moderado- que el gobierno federal actué para
terminar con toda impunidad que impera en La Nueva Jerusalén “, puntualizó J.
Jesús Lemus Barajas.