Para nada coincido con Nestora Salgado en su
decisión de afiliarse a la causa de los Morenazos en pos de un fémur tamaño
mastodonte, pero no puedo permanecer callado frente a la furibunda campaña de
linchamiento priista con fines electorales, llamándola delincuente y
secuestradora, comenzada por el embustero candidato priista José Antonio Meade
y seguida por esa mascarada telenovelera de presentar a presuntas víctimas de
Nestora, montada por Alejandro Martí e Isabel Miranda de Wallace, esos cínicos
mercenarios, presuntos luchadores por los derechos humanos, entregados desde
hace mucho a los más podridos intereses gubernamentales.
INFAME JUEGO el del insolente gobierno, por un lado,
bajarle puntos a Obrador utilizando la figura (hoy percudida electoralmente) de
Nestora, la ex Comandante de la Coordinadora Regional de Autoridades
Comunitarias (CRAC) de Olinalá, y por otro, golpear con saña a las policías
comunitarias de Guerrero que han sido un dolor de cabeza para los gobernantes
en turno y que surgieron como defensa popular ante “La maña” (la delincuencia
organizada), ante caciques locales y regionales, y ante los interminables
abusos policiacos.
LA COMANDANTE NESTORA, antes que cualquier adjetivo
es una activista social, una luchadora por la justicia, y nada que ver con
secuestros, extorsiones y, en su momento, con procesos electorales, todo lo
contrario: las policías comunitarias surgieron desde la entraña misma del
pueblo y desde ahí cumplen su cometido de resguardar la seguridad de las
comunidades.
ES NATURAL que el prestigio de una luchadora
social, que permaneció en prisión por casi tres años, sea un señuelo valioso
para ganar votos, lo cual aprovechó el partido de Obrador quien la lanzó para
candidata al Senado de la República y ahora la utiliza el PRI para levantar la
lamentable imagen de Meade y sus aláteres. Salgado ha sido distinguida por
organizaciones sociales con reconocimientos como el de Derechos Humanos, Sergio
Méndez Arceo en abril de 2014, con la Presea Pueblo Popular Sentimientos Del
Pueblo en septiembre de 2014 o con el Premio Carlos Montemayor en octubre de
2016 y otros parecidos.
POR ELLO CONSIDERO craso error político de Nestora
Salgado el haber aceptado las perlas de la virgen Morena, pues por esa razón ha
descalabrado ese bien ganado prestigio en la lucha popular y ahora se encuentra
entre dos frentes políticos tramposos a quienes sólo les interesa el poder:
Morena y el PRI. Caso parecido al de Omar García, uno de los sobrevivientes de
Ayotzinapa de los trágicos 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, quien
pronto enseñó el cobre y se ha convertido en un propagandista de Morena sin
importarle que el movimiento de los familiares de los normalistas desaparecidos
se ha pronunciado una y otra vez como independiente de partidos políticos.
OH, NESTORA tú que aguantaste el
rigor de las mazmorras ¡no aguantaste el fantasioso silbido de las sirenas
obradoristas y hoy te han convertido en una marioneta del circo electoral!
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