Empresarios cordobeses ya estaban instalados en su mesa, con el candidato del PAN-PRD-MC a la presidencia de la República, Ricardo Anaya, pero cuando llegó Paulina Abella, optaron por retirarse FOTO: WEB
Cuidado con los apestados, porque ellos ni siquiera sienten que apestan y por ello van y se paran en cualquier lado pensando que su olor no afecta a los demás. Eso fue lo que pasó en la cena que en honor a Ricardo Anaya le brindó Tomás López Landero (por cierto, este sujeto va en la lista de plurinominales del Verde; ¿qué alguien me explique?), hermano de la actual alcaldesa de Córdoba, Leticia López. Los empresarios invitados advirtieron al organizador que, si iban los Abella, dueños del diario El Buen Tono, se retirarían.
Pues a la alcaldesa le valió madres la advertencia y dejó que llegara Paulina Abella, hermana de José Abella, dueños de El Buen Tono. De inmediato varios empresarios se retiraron, entre ellos Domingo Muguira y su gente, la familia Carus, la familia Gorbeña, la familia Ortiz: Juan José y Gustavo, Jorge Bueno, Jorge San Martín, César Deschamps, el contador Menéndez, Demetrio Arandia; otros los acompañaron, se salieron y se fueron a un restaurant de San José.
Se comenta que eran 30 empresarios que estaban juntos en una mesa. Para colmo Lety López, la alcaldesa, sentó a Paulina Abella en la mesa con Ricardo Anaya, quien al ver la desbandada sé turbó al dar su breve discurso y después se limitó a cenar. ¡Ya ven, eso pasa por invitar “apestados” a una cena! Al parecer en Córdoba los empresarios sí tienen dignidad.
Crédito: LIBERTAD BAJO PALABRA
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