No olvidan el día en que nacieron sus hijos y
se convirtieron en madres, pero queda más en su mente aquel día, aquella tarde
o noche en que los perdieron.
Desde entonces, aprendieron a ser madres con
coraje, a dejar el llanto para iniciar una búsqueda que lleva años y que ha
sido difícil, de poner a prueba su paciencia para estar en juzgados, en
oficinas donde apenas las toman en cuenta, ante funcionarios que repiten una
versión que no les dice nada, pese a que han aportado pruebas, nombres, videos,
números de placas, números de vehículos policiacos y militares, fotografías… y
nada, a cambio han recibido también ellas presiones, amenazas, el acoso para
que dejen de gritar, de manifestarse, de reclamar sólo la verdad.
Y este 10 de mayo no fue la excepción. En
contra de la visión mercantilista y machista que pondera a la madre como el
centro de todas las atenciones, esta fecha para ellas, como lo corean en sus consignas,
“no es de fiesta, es de lucha y de protesta”.
Desde temprana hora,
integradas en el Comité de Familiares de Personas Detenidas Desaparecidas
(COFADDEM) “Alzando Voces”, una treintena de madres de familia se apostó ante
la XXI Zona Militar como lo han hecho cada seis años para protestar por la
política de Estado que implica desapariciones de Estado y bajo la que perdieron
a sus hijos, en su mayoría detenidos desparecidos por militares y policías,
incluidos en estos elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y de la
Procuraduría General de Justicia del Estado, y de quienes exigieron una
investigación y depuración de las dependencias con castigo a los responsables.
Porque
el drama para ellas no ha cesado con la desaparición de sus hijos, como lo
señalaron en el mitin que posteriormente llevarían a cabo ante Palacio de
Gobierno, porque hay un vehículo afuera de sus domicilios, un vehículo que las
sigue, llamadas en medio de la noche para amenazar, agredir, intimidar. Por
eso, acusan, lo que ellas viven “no son daños colaterales como lo quiere hacer
ver el gobierno, es una política de Estado que desaparece como parte de una
estrategia de guerra que empezó Felipe Calderón Hinojosa”, pretexto, dicen,
para la desaparición selectiva y la criminalización de la lucha social.
Ante
los retratos de los familiares que han llevado a todas partes, ya sea en
pancartas o pegados a sus pechos, las madres reunidas este miércoles en el
Centro Histórico gritaron con coraje el “¡Porque vivos se los llevaron, vivos
los queremos!”, incluidos en este grito los desaparecidos de todo el país,
porque, dijo una de ellas, “México es un país sin justicia, con narcofosas,
desapariciones forzadas y a nosotros no nos han dejado otro camino que salir a
buscarlos, ante una política “de indiferencia” que asumen las autoridades.
REVOLUCION MICHOACAN 3.0
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