Hasta 3
mujeres mueren por día debido a la práctica de abortos clandestinos en
Veracruz, urge legislación al respecto
Me recetó reposo de una
cuarentena y todos los cuidados que tiene una mujer después de una intervención
quirúrgica, a veces me pregunto cómo le hacen esas mujeres que después de
practicarse un aborto clandestino al igual que yo, pero que no tienen los
recursos económicos para acudir a alguna clínica donde las condiciones son más
seguras.
Así lo narra Guadalupe, cuya
historia es real, pero su nombre ha sido cambiado.
En Veracruz, en el año 2016,
cuando gobernaba Javier Duarte de Ochoa, el Congreso del estado aprobó la ley
que protege la vida desde la concepción hasta la muerte natural, dejando solo
cinco causales permisibles para la Interrupción Legal del Embarazo.
Dicha reforma tiene como
consecuencia la limitación a los derechos reproductivos de las mujeres y evita
el acceso al aborto legal y seguro. Aunado a ello, ha servido como excusa de
los diputados y diputadas para posibles reformas que busquen ampliar causales
de la interrupción legal del embarazo o despenalizar el aborto.
Hasta ahora solo se le permite a
la mujer abortar cuando es involuntario, cuando es resultado de una violación,
cuando se le hizo una inseminación artificial no consentida, cuando exponga la
vida de la mujer o cuando el producto tenga alguna malformación física o mental
grave.
De no ser así, quienes deciden
interrumpir su embarazo son tratadas mediante un juicio ante el poder judicial.
En Veracruz tan solo de enero 2015 a abril 2016 la Fiscalía General del
Estado inicio 22 investigaciones a mujeres por presuntamente interrumpir su
embarazo ilegalmente, de acuerdo información existente en la solicitud de la
Alerta de Violencia de Género por Agravio Comparado.
Según el artículo 150 del Código
Penal de Veracruz las mujeres que se induzcan un aborto fuera de las causales
permitidas se les deben de aplicar medidas educativas y de salud, pero se
desconoce si éstas se han aplicado pues la FGE no dio más información.
Guadalupe, como otras 43 mil 718
mujeres en el 2009 se practicaron un aborto inseguro en el estado de Veracruz,
de acuerdo con un estudio hecho por al Instituto Guttemacher que es una
organización civil encargada de hacer estudios sobre los derechos sexuales y
reproductivos de las mujeres en el mundo.
Es decir, estas mujeres no
tuvieron la oportunidad de recibir la atención de salud de manera oportuna y de
calidad como la que solo algunas tienen acceso durante ese proceso que abarca
la atención pre, trans y post aborto, ya que la ley no les permite tomar la
decisión sobre su cuerpo.
Algunas de las atenciones que no
recibió Guadalupe por no tener una interrupción del legal del embarazo, fueron
que previo al procedimiento no le administraron antibióticos para tratar
infecciones.
Además después del procedimiento
no tuvo a otra consulta de seguimiento, tampoco le proporcionaron información
acerca de los síntomas y signos normales que se pueden presentar después del
aborto, así como sobre los posibles signos de alarma.
Hoy en día, cientos de
veracruzanas han optado por viajar a la Ciudad de México a realizarse un aborto
seguro, en vez de someterse a alguna intervención riesgosa e ilegal.
Tan sólo entre abril 2007 y
febrero 2016, más de 300 mujeres del estado de Veracruz viajaron a CDMX para no
vivir una experiencia similar a la de Guadalupe y recibir la atención que en su
lugar de origen se les niega.
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