Hoy “se celebra” el Día de la Libertad de Prensa en México, donde hay poco o nada que festejar cuando se considera que el país es uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo y por la ausencia de independencia editorial.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) en su informe “Silencio o muerte en la prensa mexicana” señala que el nivel de violencia en el país “es comparable al de un país en guerra".
Da cuenta también de cómo el avance del crimen organizado, la violencia y la corrupción han socavado los derechos de los mexicanos a la libre expresión y acceso a la información.
El Comité agrega que el nivel de impunidad de México ha empeorado por tercer año consecutivo, ya que al menos 13 asesinatos de periodistas han quedado sin resolver en la década pasada en medio de la corrupción generalizada en gobiernos locales y organismos de seguridad.
Desde 2005 han sido asesinados 68 periodistas en el país y otros 13 han sido víctimas de desapariciones de acuerdo con la CNDH, y tan solo el año pasado se registraron 155 agresiones en contra de periodistas, trabajadores e instalaciones de medios de comunicación.
El último periodista hallado muerto fue Noel López Olguín, quien había desaparecido desde marzo y fue encontrado hace cuatro días en una fosa en Veracruz.
Aunque este día abundan los discursos de políticos a favor del respeto a los medios de comunicación y apoyo a la labor periodística, México se ubica en la posición nada honrosa, 136 de 178 países en materia de libertad de expresión, de acuerdo con Reporteros Sin Fronteras.
El libre ejercicio de la actividad periodística no solo se ve vulnerado por la delincuencia organizada y la incapacidad de las autoridades para proteger a los comunicadores, sino también por las presiones gubernamentales, o las relaciones entre los medios de comunicación y el gobierno.
En el informe de la primera visita que las relatorías sobre libertad de expresión de la OEA y la ONU realizaron a México en 2010, advierten que recibieron información sobre casos en los cuales la publicidad oficial habría sido utilizada como mecanismo para presionar y castigar o premiar y privilegiar a los medios de comunicación en función de sus líneas informativas.
Dos años antes, La Misión Internacional de Libertad de Prensa y Libertad de Expresión advertía de la falta de pluralidad de medios de comunicación.
“Hay una alta concentración de medios de comunicación en pocas personas o grupos empresariales vinculados a diferentes ramas de la economía y con sectores con enorme poder político, empresarial y religioso”, mencionan.
La Misión también se mostró preocupada por el deterioro de la libertad sindical y las condiciones laborales de los periodistas mexicanos; un ejemplo en la entidad es el caso de los extrabajadores de La Jornada Zacatecas, quienes tienen interpuesta una demanda laboral que no ha sido resuelta.
La fecha elegida para celebrar el Día de la Libertad de Prensa o de Expresión en México también es poco memorable u honrosa, ya que en 1951 se instituyó en un evento para agradecerle al presidente de la República, Miguel Alemán, el apoyo a la prensa mexicana.
Este día muchos funcionarios de los tres niveles de gobierno felicitan a los periodistas y de paso les reparten algunos “regalitos”, y también varios representantes de los medios de comunicación sienten su labor “reconocida” por las autoridades.