En reunión con senadores perredistas en la casona de Xicoténcatl, el sacerdote Alejandro Solalinde, defensor de los derechos de los migrantes y cabeza de la caravana “Paso a paso hacia la paz”, responsabilizó a las “instituciones omisas, a las instituciones cansadas” por la proliferación de los “victimarios más sanguinarios”, los Zetas, pues “se han olvidado de sus objetivos”.
Además, junto con el escritor Javier Sicilia, que participó en la reunión, demandó la eliminación del Instituto Nacional de Migración.
“Les pido perdón por este mal gobierno que se ha olvidado de su pueblo, por el mal gobierno que nos ha regado huérfanos, que nos ha dejado en la orfandad, por ese gobierno que se ha olvidado también de hacer algo por estas personas”, reiteró Solalinde.
En este diálogo, el activista volvió a pedir perdón a los criminales al referir la deuda que el gobierno mantiene con ellos, “pues no nacieron zetas, se hicieron, fueron formándose a un grado nunca antes visto de crueldad, por las instituciones que se olvidaron de ellos”.
“El Ejército mexicano tiene que renovarse, no sólo retirando el fuero, sino que debe integrar y levantar sus estructuras en favor de los derechos humanos, porque todos sabemos que desde hace años el narcotráfico está involucrado con ellos”, expresó, al tiempo que hizo evidente la corrupción al interior de las fuerzas armadas, ya que, advirtió, algunos oficiales cobran dinero a sus subalternos, “el Ejército mexicano se tiene que adaptar, tienen que hacer lo que deben, o que desaparezcan, porque si no seguirán formando zetas”.
Según el padre Solalinde, ni la institución primera que es la familia, ni el gobierno ni la Iglesia han sido capaces de formar personas que tengan respeto por los demás, y como factor que contribuye a esa ausencia mencionó el servicio educativo que se ofrece en el país, del que acusó: “Ellos –los delincuentes- fueron a la escuela, a una escuela que ha sido politizada en el clima electorero, que no fue una instancia para formarlos como personas, como seres humanos”.
En este diálogo del sacerdote participaron integrantes de la caravana integrada por ilegales y parientes de ilegales victimados, y algunos de éstos.
De los que han sido víctimas de delito en su tránsito por el sur del país, la hondureña Danira Meléndez habló en exclusiva para El Punto Crítico.
Reconoce que miles de migrantes violentados han sido ignorados tanto por las autoridades mexicanas como por los gobiernos de sus respectivos países.
Narra que fue secuestrada, acosada sexualmente, agredida verbal y físicamente por zetas, en lo que llama su “pesadilla americana”, además de ser testigo del sufrimiento de los centroamericanos en su intento de llegar hacia Estados Unidos.
“Siempre supimos que había ladrones, pero no a este grado, porque esto se ha convertido en un rastro humano, donde descuartizan a los migrantes sin importarles que sean madres, padres, hermanos, que son seres humanos”.
La experiencia de la hondureña le permitió conocer cómo operan los criminales. Se comunican durante el viaje e informan los puntos desde donde hablan, dan su ubicación, al recorrer cada uno de los estados. “Se reportaban por cada estado por el que iban pasando, incluso hablaban de la Garita 26, sí son zetas”, explica.
Danira Meléndez denunció que “el gobierno sólo se ha burlado de nosotros”. Se refería a las autoridades de su país, “se trata de autoridades mediocres, porque sabemos que los cónsules de nuestros países en México no han hecho nada por nosotros”.
También habló para nuestro medio Marcelina del Carmen Ayala, madre de Maricela Cecibel Aristondo, desaparecida desde el año 2006, y desde entonces no tiene indicio alguno de su paradero.
A cinco años de este suceso, Marcelina asegura que continuará la búsqueda de su hija y de su yerno también desaparecido, Oscar Armando Zepeda, pues “tengo dos niños de ellos; dos niños que se han quedado sin padre y sin madre”.
La madre de Maricela informó que interpusieron una denuncia en El Salvador, de donde provienen, pero no han tenido ninguna respuesta de las autoridades de su país, tampoco de las mexicanas, aunque “ continuamos con la esperanza, pues ya nos han dicho que van a hacer algo, que continuarán la búsqueda”.
A reformar al INM
De acuerdo con el senador perredista Carlos Sotelo García, la ley recientemente aprobada por el Congreso en materia de migración “es absolutamente insuficiente”, es necesario que la Cámara Alta reconozca que “no hizo lo que se requiere y que nuevamente debe colocar sobre la mesa este tema para realizar una reforma o una reformulación del ordenamiento que recientemente se ha expedido”.
Durante el encuentro de legisladores con la caravana “Paso a paso por la paz”, Sotelo resaltó la necesidad de revisar el carácter administrativo del Instituto Nacional de Migración (INM), es necesario transformarlo en un organismo público descentralizado.
“No pienso que deberíamos ir a la autonomía constitucional como otros, pero sí darle margen a que no esté sujeto estrictamente al interés del Ejecutivo federal”, explicó.
Expresó que el Congreso debe reformular la estructura y alcances del Instituto Nacional de Migración para que proteja realmente a los migrantes. “Este organismo debería regular y ordenar el tema migratorio, pero asumir también la defensa de los derechos de los migrantes”.
El legislador perredista señaló que en el Senado se debiera admitir que lo que se ha hecho no ayuda demasiado, y la visa que se estipula en la nueva legislación sobre migración podría posibilitar la coerción, la extorsión y el asalto por parte del personal de Instituto Nacional de Migración. “México no puede ser policía de los Estados Unidos, no tenemos por qué aplicar la política de seguridad nacional de ellos”.
Al encuentro se sumó el poeta Javier Sicilia para externar su apoyo al movimiento encabezado por el padre Alejandro Solalinde y para elevar la petición de que se desaparezca el Instituto Nacional de Migración. Los defensores de derechos humanos fueron recibidos por los legisladores Yeidckol Polevnsky Gurwitz, José Luis Máximo García Zalvidea, todos del PRD, y Rosario Ibarra, del Partido del Trabajo.