Seix Barral edita un compendio de estos textos con prólogo, investigación y selección de Francisco León
AUTOR MULTIGÉNERO. El talento literario de Carlos Monsiváis fue múltiple; sin aceptar que eran aforismos, sus frases encerraban toda una visión de México (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
10 de agosto de 2011
Yanet Aguilar Sosa
El Universal
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
El Carlos Monsiváis aforista era “un sabio popular”, en palabras del doctor Víctor Grovas, catedrático e investigador de la Universidad del Claustro de Sor Juana; un sabio popular cuyas sentencias aforísticas estuvieron a un pelito de llegar a los camiones que recorren el Centro Histórico, pero el autor de Días de guardar se opuso fervientemente.
Fabrizio Mejía Madrid incluso guarda la lista de aforismos de Carlos Monsiváis que seleccionó para un proyecto que tenía Alejandra Moreno Toscano, coordinadora general de la Autoridad del Centro Histórico, que consistía en mandar a imprimir una serie de aforismos del cronista y pegarlos en los camiones de las rutas que cruzan la ciudad.
Aunque nunca publicó un libro de aforismos, Carlos Monsiváis es considerado uno de los grandes aforistas mexicanos, lo dijo hace muchos años su biógrafa, la catedrática norteamericana Linda Egan y lo confirma Autoayúdate que Dios te ayudará. Aforismos de Carlos Monsiváis, un libro con prólogo, investigación y selección de Francisco León, que edita Seix Barral al año de la muerte del cronista.
Esa edición, que contiene sentencias como “No hay paradoja sino eterno retorno” y “Un país en accenso requiere de una sociedad en circulación”, confirma la vena aforística de Monsiváis y su gran sátira.
Adolfo Castañón no duda ni tantito en decir que Carlos Monsiváis “era un escritor nato y completo, y sus aforismos lo comprueban.
Castañón afirma: “Es legítimo y viable que, de la misma manera en que se han editado los subrayados de Marcel Proust o de Michel de Montaigne, de W.H. Auden o los pensamientos de Pascal, y del mismo modo en que se han editado los aforismos de Edmundo O ‘Gorman, de Pedro Henríquez Ureña o de Luis Cardoza y Aragón, se hagan hoy los de Carlos Monsiváis, como se podrían hacer mañana los de Octavio Paz, Emilio Uranga o Fernando Savater.
Monsi no llegó a los camiones
Cuenta Fabrizio Mejía Madrid que “antes de que se muriera Carlos queríamos poner sus aforismos en los camiones del transporte público, él siempre estuvo en contra y por eso no lo hicimos, porque él no quería”.
Por eso el proyecto se quedó en proyecto y sus aforismos en una lista que aún guarda Mejía Madrid, quien además reconoce que Carlos tenía muchos talentos desconocidos “uno de ellos es que cada frase suya te daba toda una visión del país”.
Víctor Grovas asegura que Carlos Monsiváis encontró un equilibrio en ese mundo intelectual y atendió la cultura popular. “Él supo ver que la cultura de masas es algo que también debe ser cronicado y es por supuesto un aforista, una especie de sabio popular, como muchos de los grandes aforistas son sabios populares, que abrevan del pueblo”.
Escribir aforismo es un arte que Castañón define como un microgénero donde pueden convivir el haiku, la minificción, la sentencia y el aforismo, “género que precisa una claridad de pensamiento, velocidad y concisión, brevedad, gracia, sentido del humor y de la paradoja, así como un cierto instinto poético para acuñar frases memorables”.
Eso del humor y la ironía es algo que valoran Fabrizio Mejía Madrid y Víctor Grovas. Si para el primero es un género que ofrece en una sola frase una explicación de este mundo que estamos viviendo y lo hace con humor, para Víctor Grovas no se trata de un género, sino de una estructura literaria con un tono irónico que describe un evento y que remite a lo cómico, una estructura que es de la familia del adagio, la máxima y el refrán.
“Es una declaración, una oración concisa que lo que trata de hacer es plantear un principio de una manera contundente, utilizando siempre el ingenio”, señala Grovas.
El género en el Twitter
Castañón asegura que la literatura, que por definición acompaña al ser humano en sus avatares, es capaz de adaptarse a los diversos instrumentos tecnológicos y por eso se habla de que en Twitter se hace aforismo.
Mejía Madrid asegura que se rehabilitado el género del aforismo por vía tecnológica y lo confirman Juan Villoro y Pancho Hinojosa, quienes hacen aforismos aprovechando el twitter.
“Lo que se llama tuiteratura no es más que trabajar una frase para que sea lo más concisa posible y quiera decir algo que encierra sabiduría”, señala Fabrizio Mejía.
También Víctor Grovas dice que el aforismo, esa estructura que se forma por dos oraciones que a veces se encuentran y otras son paradójicas, ha llegado al Twitter. “En la actualidad podemos encontrar la presencia del aforismo en Twitter, tenemos una cultura que tiende a la síntesis y a la concisión, el ingenio es algo muy apreciado y como es muy popular llega a mucha gente, una cultura de masas aprecia mucho el aforismo.