Fase de control
Turno de mano dura
Fracaso opositor
La papa en peligro
Julio Hernández López
EN EL SENADO. Alejandro Encinas y Dolores Padierna acompañan a
Cuauhtémoc Cárdenas durante una conferencia de prensa, en la cual dijo que la
aprobación de la reforma energética constituye un retroceso a la época
porfirista. Foto María Meléndrez.
El siguiente paso ha de ser la contención de la irritación
social. Todo ha sido colocado con anticipación y maestría. Modificaciones
legales que permitirán reprimir con más fuerza en casos necesarios e ir
arrinconando y satanizando las inconformidades públicas (la amenaza inmediata,
la leyantiprotestas en el Distrito Federal, que hoy se analizará en San
Lázaro). El ciclo reformista que le trazaron a Enrique Peña Nieto está a punto
de concluir, luego de que ayer en comisiones senatoriales fue aprobada en lo general
la propuesta energética, y ya no será necesario mantener oculto o semiusado el
garrote que en este lapso de gracia no fue aplicado a plenitud para no generar
chispas que pudieran incendiar la pradera social antes de la aprobación de las
reformas tan anheladas por esa élite.
La reaparición de los amenazantes
ánimos oscuros tiene como referencia que se han ido cerrando los cauces que
hasta ahora han sido medianamente transitables para el desahogo del enojo
provocado por imposiciones como las que de manera descomunal están siendo
cometidas por el priísmo peñista y sus aliados opositores. El sistema de
partidos y su arena natural de rejuegos, las cámaras legislativas, han
confirmado su cruda condición de meros foros escenográficos, sin rendija real
por la cual pueda colarse el sentir popular o las consideraciones de segmentos
ciudadanos cuya amplitud real no tiene la representación ni la eficacia
adecuada en los palacios del poder.
La inviabilidad de este sistema
político quedó de manifiesto en las sesiones de ayer en el Senado, con una
mayoría impasible de priístas y panistas que simplemente dejaron que se
cumplieran las rutinas opositoras del discurso crítico, las arengas
nacionalistas y los llamados a la buena voluntad en las cúpulas y que también
dejaron que se montaran los números sabidos de lastomas de tribuna,
las mociones suspensivas, las reservas de ciertos clausulados o de los
proyectos completos… sin que se moviera una coma de lo acordado por la aritmética
dominante.
La oposición también ha sido
peligrosamente dividida, desvirtuada, comprada o relegada. El PAN y el PRD son
engranes útiles para el funcionamiento de una maquinaria que con Pacto por
México o sin él está consiguiendo lo que a Los Pinos (o mejor dicho, a quienes
mueven el ramaje de esos pinos) le interesa y conviene. El partido de blanco y
azul ya tiene experiencia en esa suerte de cogobierno mediante aceptables
rebanadas, pues en el primer salinismo así se acomodó. En esta segunda versión
de ese priísmo privatizador y entreguista el PAN ha hecho lo mismo, en medio de
la guerra interna entre Gustavo Madero y Felipe Calderón por el control del
negocio derechista. El perredismo chucho ha querido practicar un ejercicio
parecido, con Jesús Ortega como poder tras el trono izquierdista que ocupa su
tocayo Zambrano, llevando al sol azteca a un colaboracionismo del que han
querido desmarcarse para efectos de imagen en el último tramo. Un tecleador
astilladotuiteó ayer que tanto peca el que entrega el petróleo
como el que agarra los pactos.
Morena y López Obrador han sido
congruentes, pero no eficaces. El lamentable episodio médico del tabasqueño
restó impacto y convocatoria a las movilizaciones claves en defensa del
petróleo, pero aun con su presencia física es altamente probable que el
desenlace habría sido similar al que ya se está viendo. La obsesión electoral
quitó fuerza y legitimidad a un movimiento social que de pronto pasó a
inscribirse en la agenda de construcción de un partido más. Y la hoja de
combate trazada por el dos veces candidato presidencial pareció insuficiente,
repetitiva, tardía y tibia. El cerco al Senado, disminuido y con ánimos
testimoniales, simplemente confirmó que no hay oposición de izquierda fuerte y
organizada frente a la aplanadora que compró la Presidencia de la República el
año pasado y que hoy impuso reformas estructurales de largo plazo, en un
rediseño pensado para pasar décadas ocupando un poder pactado con sus aliados
partidistas y protegido complicitariamente por los nuevos socios trasnacionales
energéticos.
En el escenario capitalino, Miguel
Ángel Mancera se aferra al clavo ardiendo de las manipulables encuestas para
sostener el mandato de aumentar la tarifa del Metro, mientras crecen
las protestas que incluso le han hecho suspender cuando menos una actividad
pública. El punto del principal transporte público capitalino condensa la
inconformidad contra una administración zigzagueante, con frecuencia alineada
con los planes del peñismo y el PRI, desprovista de sensibilidad popular, cargada
a la frivolidad y profesionalmente empeñada en la represión.
La Confederación Nacional de
Productores de Papa de la República Mexicana (Conpapa) pide difundir lo que
considera un caso de emergencia nacional: nuestras plantas y campo están
en grave peligro ante la entrada de plagas altamente dañinas por medio de la
importación de papa fresca a nuestro país. Estamos en el inicio de un desastre
agroalimentario que traerá el envenenamiento de nuestras plantas y campos,
desabasto, carestía y migración. Esa confederación señala que “el proyecto de
acuerdo para la importación de papa se publicó el 14 de octubre de este año en
el Diario Oficial de la Federación y hoy está en proceso de
consulta pública de forma totalmente ficticia, ya que no están consultando nada.
Ese proyecto de acuerdo ha sido dictado por las autoridades de Estados Unidos
y, contrario al proceso que por ley se debe seguir, México ya ha firmado
incluso el plan de trabajo operacional para ese proyecto según los contenidos y
tiempos que EU ha exigido a México” (en http://bit.ly/1f2MuBV puede
leerse más sobre el asunto).
Y, mientras hoy se realiza una
concentración y mitin a las 11 horas en el monumento a Francisco Zarco (salida
del Metro Hidalgo), organizado por la Casa de los Derechos de los Periodistas y
a la una de la tarde, en el Club de Periodistas, una conferencia con Manuel
Fuentes, Enrique González Ruiz y un tecleador astillado, sobre Derechos humanos
y periodismo, ¡hasta mañana, #PosMeBrinco!
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