La investigadora en Telecomunicaciones y Tecnologías de la información del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM advierte que de aprobarse la reforma en telecomunicaciones, los diputados y senadores estarían dando “regalos” a las principales televisoras del país.
Por Clara Luz Álvarez
Periódico Reforma 1 de julio, 2014
Con más de 55 millones de personas en pobreza en México, al tiempo que su Primera Dama, Angélica Rivera, y su hija Sofía Castro posan para Marie Claire con ropa que, en lugar de buscar una austeridad republicana, refleja lo más insultante de las monarquías francesas previas a la Revolución del 14 de julio, México decide si continúa con la construcción de la democracia o si les da más favores a Televisa y TV Azteca. Desafortunadamente, los borradores de leyes que circulan dan a la esperanza poco espacio: los regalos a las televisoras son evidentes; los beneficios a la sociedad, ausentes. Veamos.
Regalo 1. Sector, servicio, ¿qué no es lo mismo? No para este caso. La Constitución señala que (1) se determinará preponderante en los sectores de radiodifusión y de telecomunicaciones, (2) será preponderante el que tenga una participación nacional en la prestación de los servicios de radiodifusión o telecomunicaciones mayor al 50 por ciento, y (3) las obligaciones impuestas se extinguirán cuando exista competencia efectiva en el mercado de que se trate. Si se dice que los preponderantes son por sector, entonces Televisa no será preponderante en TV abierta ni tampoco en TV de paga. Si es por servicio, Televisa sí será preponderante en ambos servicios y recibirá medidas para que no abuse de su poder. ¿Cómo pueden el Consejero Jurídico del Ejecutivo federal Humberto Castillejos o el senador Javier Lozano argumentar que la intención de la reforma fue la de combatir a los grupos de poder y al mismo tiempo justificar el regalo a Televisa con la palabra “sector” para que no se le considere preponderante? No importa lo que haya dicho el Instituto Federal de Telecomunicaciones en sus resoluciones, porque la Constitución está por encima de éstas. Adicionalmente, la Constitución habla del “mercado de que se trate” y eso forzosamente está implicado con un servicio, porque nunca se define un mercado por sector, sino solamente por producto o servicio.
Regalo 2. Se incrementa en un 2 por ciento el tiempo de publicidad si las televisoras tienen producción nacional. Dicho de otra manera, con que Televisa y TV Azteca produzcan sus noticiarios y una que otra telenovela en la República Mexicana, ya pueden tener más ingresos. Nótese que este 2 por ciento es en adición del 5 por ciento de publicidad que también pueden incrementar si tienen 20 por ciento o más de producción nacional independiente. En otros países se obliga a un porcentaje de producción nacional sin penalizar a la audiencia y se les obliga también a adquirir producción independiente. Aquí, el mundo al revés.
Regalo 3. El capítulo “Tiempos gratuitos” es el nuevo Decretazo que en 2002 estuvo a cargo de Santiago Creel. Los tiempos fiscales y los tiempos de Estado son espacios para difundir temas de interés públicos y en tiempos electorales se utilizan para spots y campañas políticas a través de la administración del Instituto Nacional Electoral (INE). Esta ley puede eliminar los tiempos fiscales e incluso reducir los hasta 30 minutos diarios de tiempos fiscales con el Himno Nacional. ¿Consecuencia? El Estado mexicano tendrá que comprarles a los radiodifusores espacios como un anunciante más.
Regalo 4. En las facultades al INE se confirma otro regalo. Las televisoras por años han argumentado que no se pueden bloquear señales y transmitir diferente contenido en las ciudades porque su señal es nacional. Así que si el Canal 2 se transmite en San Luis Potosí, aquí y allá tienen que ver lo mismo. ¿Por qué sí pueden diferenciar en anuncios comerciales entre el DF y SLP y no pueden hacer lo mismo para los spots de campañas políticas? “Es que nuestras formas de operación no lo permiten”, pero por si hubiera dudas, mejor se busca justificar que la decisión de los spots políticos esté a cargo de las televisoras y no del INE y lo que la tecnología permite. ¿Para qué? Continuar con el mercado de “venta” de entrevistas y demás.
Regalo 5. A pesar de que la reforma constitucional ofrecía una democratización a través de verdaderos medios públicos y el surgimiento de medios comunitarios e indígenas, nada hay para ello. Lo más que hay es un proceso burocrático que en nada cambia la situación histórica. ¿Permitir ingresos por publicidad como lo exige la Relatoría de la OEA o lo ordenó la Suprema Corte de Justicia de la Nación? ¡Nunca! ¡Eso no lo permitiría la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión!
En estos días sabremos si estos fueron los regalos o si logró sobrevivir el interés general. No culpemos a Televisa y TV Azteca si reciben estos regalos, los culpables serán el Senado y la Cámara de Diputados, que son servidores públicos y deben servir al interés general.
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