Adolfo Hellmund y Luis Sierra analizaron las consecuencias de la reforma energética. Señalaron que los efectos se verán antes de que termine este sexenio y no es un panorama positivo para el país sino para las empresas privadas.
La reforma energética, cuyas leyes secundarias se discuten en el Senado, es una reforma de claroscuros, pues no hay un modelo económico en el país y además pone en riesgo ingresos del gobierno, coincidieron Adolfo Hellmund López, especialista en temas económicos y Luis Sierra, investigador del CIDAC.
En entrevista para Aristegui CNN, Hellmund señaló que esta reforma “sí es muy peligrosa porque se está poniendo en riesgo el 40% o 37% de los ingresos del gobierno, entonces aunque a lo mejor desde el punto de vista de estructura no es tan importante, desde el punto de vista de los ingresos del gobierno sí y, si falla, puede haber un problema fiscal muy importante en este sexenio”.
Esta es la culminación de “un proceso de las llamadas reformas estructurales que es el famoso consenso de Washington, creo que una de las cosas buenas es que como ya se terminaron estas reformas si no crecemos, si no hay desarrollo, no habrá excusa de que falta una reforma, también ya no va a haber esperanza que con una reforma más nos va a ir bien, a lo mejor tenemos que cambiar”, aseveró.
En lugar de buscar generar un desarrollo con base en cosas internas, se busca a través de la inversión extranjera, entonces es atraerla a cualquier costo, es muy fácil atraer inversión cuando regalas, indicó Hellmund.
Agregó que hay ese riesgo (de regalar), y explicó que “ahorita Pemex paga 70 mil millones de dólares de impuestos al año, que es el triple de lo que pagan todas las empresas privadas de Impuesto Sobre la Renta.
“Creo que tienen la idea equivocada, que al venir inversión a ese sector automáticamente se va a generar un furor por México y habrá inversión por todos lados y entonces lo que no se recaude ya porque Pemex no explota yacimientos sino terceros, se va a reponer porque habrá aquí un boom de crecimiento y creo que están completamente equivocados”, contó.
Debido a que “los determinantes de la inversión es la rentabilidad de cada sector, el hecho de que haya mucha rentabilidad perforando en Veracruz no quiere decir que vaya a ser rentable en autopartes en Aguascalientes, son dos cosas que no tienen nada que ver, incluso puede ser negativo si entra mucho dinero, que se revalúe el peso y se pierda competitividad en otros sectores”.
Por su parte Luis Sierra, indicó que “es una reforma de claroscuros, sí hay intensiones de cambio de paradigma pero no hay claro un modelo económico en el país, esto se nota en todas las reformas, no hay estrategia de seguridad, no hay estrategia de modelo económico.
Indicó que en el índice de competitividad, México está catalogado en los 50 peores países en el mundo y mientras no se atiendan esos problemas por más que tengamos una reforma estructural no vamos avanzar hacia un crecimiento económico sostenido y este tema no va a acabarse este año y se va a hacer más dramático y hacia fin de sexenio va a ser peor”.
Posiblemente estemos en un escenario como lo estuvimos en la reforma de telecomunicaciones “en la que el regulador del sector que tiene que dar garantías y establecer el orden en el mercado no tenga los criterios suficientes y lineamientos para ejercer sus facultades de regulador, no sé si como país hemos cambiado en nuestras formas para llevar a cabo las reformas y por lo tanto no estoy tan seguro que la implementación de la reforma energética pueda ser tan exitosa”, expresó.
“A mí me parece muy riesgoso y un foco rojo, por lo que hay que tener atención en el manejo del Fondo Mexicano del Petróleo para la estabilización y el desarrollo, porque si bien es cierto que esta idea de que vamos a compartir la renta petrolera con los privados, de esta forma vamos a crear un Estado que permita hacer crecer el pastel y entonces esta la idea un poco turbia de que haciendo crecer más el pastel nos toca más a todos los mexicanos”.
Porque “este ya no es un argumento que se siga, porque no existen los mecanismos de política fiscal, política de desarrollo, de distribución del ingreso para que finalmente le llegue a todos, se supone que el Fondo Mexicano del Petróleo (FMP) está dirigido a este fin y por eso tiene inversión de largo plazo pero hay un riesgo muy grave en el último dictamen que se había entregado sobre el FMP que ahorita ya no está en Cámara de Diputados y es que cuando haya una caída abrupta del Producto Interno Bruto se puede usar la reserva del patrimonio del FMP para cubrir ese boquete”, comentó Sierra.