Tras tres décadas de
guerras, Afganistán sería un estado fallido y corrupto que apenas rebasa los
límites de su capital, Kabul.
En
este país, la inseguridad generalizada ha dado alas al negocio de la
seguridad privada que emplearía a unos 43.000 hombres (casi 9.000 civiles
habrían muerto entre el 2007 y el 2010 según refleja el informe anual de la
Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán, (Unama).
Además,
de los más de 60.000 millones de euros de ayuda económica llegados del exterior
desde 2002, sólo un 12 % se habría invertido en mejorar la vida de una
población (con un 42% por debajo del umbral de la pobreza y un 33% en serio
riesgo de hambruna), sirviendo el resto para alimentar la corrupción o
financiar los ejércitos privados (según una información de The Wall Street Journalque
cita como fuente a funcionarios afganos y estadounidenses anónimos,
“funcionarios afganos de alta jerarquía habrían evadido desde 2006 más de 3.000
millones de dólares a refugios financieros en el exterior").
Respecto
al cultivo del opio, según el Bureau de Drogas y Crímenes de la ONU, con la
llegada de EEUU se habría incrementado de forma considerable el cultivo de la
adormidera, pues en el 2007, el 93% de los opiáceos del mercado mundial
procedían de Afganistán y en la actualidad, la superficie de tierra dedicada a
la producción de opio en territorio afgano superaría al del cultivo de la coca
en América Latina, siendo el opio y la coca las principales fuentes de
financiación de una CIA convertida en la mayor trasnacional de la droga. Así,
desde 2004 un billón de dólares del tráfico de opio habría sido utilizado para
financiar la guerra en todos los frentes, aunque hay que resaltar que los
ingresos por opio de los talibanes sólo representan el 5% del montante total
que genera el negocio, siendo en su mayoría blanqueado en Wall Street por
organizaciones pantalla vinculadas a la CIA y al expresidente afgano Karzai,
devenido en “Capo del opio”. Sin embargo, tras el final de la era Karzai luego
de las elecciones presidenciales afganas del 2014, asistiremos a la formación
de un Gobierno de Coalición entre pastunes y talibanes que contaría con la
tutela y supervisión de EEUU para así asegurar su presencia en un país
considerado por el Alto Mando de EEUU "como pieza geoestratégica vital en
el rompecabezas del Oriente Medio”, (reconvertida ahora en misión de
entrenamiento y asesoramiento de las Fuerzas de Seguridad afganas y adelgazada
hasta los 12.000 integrantes), dentro de la estrategia de EEUU de implementar
la teoría del “caos constructivo” en Oriente Medio y terminar por desestabilizar
el gobierno paquistaní de Hussain.
¿Golpe de mano contra Hussain?
Aunque
los talibanes han sido expulsados de algunas zonas de su bastión del sur de
Afganistán, los combatientes del grupo insurgente afgano Haqqani (afín a los
talibán), siguen cometiendo ataques transfronterizos desde sus bases
paquistaníes situadas en la frontera oriental con Afganistán. Así, según
un.org, Sirajuddin Jallaloudine Haqqani sería uno de los líderes más
prominentes e influyentes, de la red Haqqani, (grupo de combatientes con
estrecha cooperación tanto con los talibanes como con Al-Qaida) y habría sido
uno de los principales comandantes de la red desde 2004, heredero natural del
carisma y la autoridad de su padre, Jalaluddin Haqqani, comandante militar de
los talibanes y ministro del régimen talibán.
Por
su parte, el actual Presidente de Paquistán, Mamnoon Hussain habría sido
acusado por EEUU de “tibieza en la lucha contra Al-Qaeda para lograr desbaratar
las redes terroristas en Pakistán y para degradar cualquier habilidad que
tengan para planear y lanzar ataques terroristas internacionales", lo que
aunado con su escaso entusiasmo por “fortalecer las capacidades de
contrainsurgencia de Islamabad” y su peligroso acercamiento a China hacen
predecir un incierto futuro para él, por lo que no sería descartable un golpe
de mano auspiciado por la CIA para lograr la balcanización de Paquistán, su
debilitamiento como Estado y posterior sumisión a China, para lo que la CIA
recurrirá al endémico contencioso de Cachemira que será un nuevo episodio local
entre un Paquistán aliado de China y una India apoyada por Rusia, con el
agravante de disponer ambos países de misiles balísticos nucleares.
El cóctel explosivo de Cahemira
Cachemira
sería el paradigma perfecto de la implementación de la teoría brzezinskiniana
del “caos constructivo” en la región, concepto que se basaría en la máxima
atribuida al emperador romano Julio César “divide et impera”, para lograr la
instauración de un campo de inestabilidad y violencia (balcanización) y
originar un caos que se extendería desde Líbano, Palestina y Siria a Irak y
desde Irán y Afganistán hasta Pakistán , Cachemira y Anatolia (Asia Menor) y
según Fundació Solidaritat UB, Cachemira se habría convertido “en un cóctel
explosivo al aunar ingredientes tan inestables como el contencioso religioso
hindú-musulmán, el contencioso territorial y la guinda de los independentistas
cachemires, tradicionalmente oprimidos por un Ejército Indio que tendría
desplegados cerca de 300.000 soldados en Cachemira (1 soldado por cada 10
habitantes) y apoyados por ex-combatientes terroristas de Sudán, Paquistán y
Afganistán, que serán liderados por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Cachemira
ha supuesto un enfrentamiento endémico entre Paquistán e India que la han
reclamado como suya desde la independencia de los dos Estados en 1947, (los
británicos prefirieron la integración de Cachemira en la India porque les
ofrecía más garantías que Pakistán para salvaguardar la frontera norte de
posibles ataques soviéticos o chinos), pues la región es un punto estratégico
para el control de los ríos y de los pasos fronterizos además de suponer un
símbolo para la construcción de las identidades nacionales de cada Estado. Por
otra parte, en 1962 estalló un enfrentamiento entre India y China por el
desacuerdo chino con la línea fronteriza establecida en 1914 (Línea McMahon),
tras el cual China consiguió el control de la meseta de Aksai Chin amén del
Glaciar de Siachen, (territorios que la India sigue reclamando como suyos), por
lo que la India mantiene desde hace años una carrera armamentística con su
rival y vecino Pakistán con el objetivo inequívoco de prepararse para un nuevo
enfrentamiento armado.
Así,
India dispondría del misil nuclear de última generación Agni V que puede
transportar una ojiva nuclear a una distancia de 5.000 kilómetros mientras
Paquistán contaría con el misil balístico Hatf IV, desarrollado con la ayuda de
China y capaz de transportar una ojiva nuclear y alcanzar los 900 Kilómetros ,
con lo que en el supuesto de un nuevo enfrentamiento armado asistiríamos al
primer pulso militar Rusia-China en forma de colisión nuclear restringida al
aérea geográfica indio-paquistaní, no siendo descartable la posterior extensión
del “caos constructivo” al territorio chino, pues el objetivo final de EEUU
sería la confrontación con la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS),
(fundada en 2001 por los Cinco de Shanghai (China, Rusia, Kazajistán,
Kirgistán, Tajikistán) más Uzbekistán) y convertida junto con los países del
ALBA e Irán en el núcleo duro de la resistencia a la hegemonía mundial de
Estados Unidos y Gran Bretaña, teniendo a Xinjiang como escenario para sus
operaciones desestabilizadoras.
El
Turquestán oriental o Xinjiang (“Nueva Frontera”), fue incorporado al imperio
chino en el siglo XVIII y representa el 17% de la superficie terrestre del país
y el 2% de su población) y la etnia uigur de Xinjiang (de origen turco-mongol y
con un total de 8.5 millones de habitantes), conserva características étnicas e
islámicas que les situarían muy próxima a sus parientes de Asia central y
Turquía, por lo que sería el caldo de cultivo ideal para implementar la
estrategia brzezinskiniana del “choque de civilizaciones”, consistente en
lograr la balcanización de China y su confrontación con el Islam (cerca de
1.500 millones de seguidores) así como secar sus fuentes de petróleo de los
países islámicos del Asia Central, pues varios de los más importantes
gasoductos de China pasan por Xinjiang en procedencia de Kazajstán,
Turkmenistán, Uzbekistán y Rusia, lo que explicaría la importancia estratégica
de dicha provincia dentro de la estrategia brzezinskiniana de lograr la total
rusodependencia energética china para en una fase posterior acabar
enfrentándolas entre sí y finalmente someterlas e implementar el nuevo orden
mundial bajo la égida anglo-judío-estadounidense.
Escrito
por Germán Gorraiz López – Analista