Línea Caliente
Por: Edgar Hernández*
A
Javier Duarte se le descompuso la vida de la noche a la mañana.
De tener la posibilidad real de sobrevivir y pasar en la
impunidad ante un eventual acuerdo político con Enrique Peña Nieto y el PRI
nacional, hoy su futuro se encamina al deslinde de responsabilidades penales
que pudieran llevarlo a la cárcel.
Y es que si no es por el lado de la federación francamente
decidida a quitarle presunto dinero público que se embolsó y ponerlo tras las
rejas, será por el lado de Miguel Angel Yunes Linares, quien el mismo día que
entregue la gubernatura será detenido para que responda por el brutal daño
financiero hecho a Veracruz.
Tanto insistirle a este controvertido mandatario con señalado
desprestigio nacional e internacional, así como francamente odiado por buena
parte de sus paisanos. Tanto llamarlo a que transitara por el camino de la
institucionalidad. Tanto recordarle que su tiempo se acabó y que el poder era
prestado y tanto explicarle con peras y manzanas que no iba a ser el gran
elector ya que un Yunes iba a ser el candidato, hoy su único camino es rumbo a
Pacho.
Para estas horas el mandatario agonizante se mueve prácticamente
en la total soledad de la mano de su incontrolable nerviosismo.
Salvo sus ayudantes y escolta, obligados a permanecer a güevo a
su lado, al igual que sus secretarias y asistentes, así como el personal de
servicio en su casa, todo su entorno de poder ya se desmarcó.
Esos Duartistas que todavía a principios de año daban el alma y
la vida por el jefe; los Fidelistas que hicieron pacto de sangre en su defensa,
los amigos-amigos –hoy diputados federales con fuero-, los empresarios
periodísticos y “ginistas” que enriqueció desmesuradamente y su misma familia,
como dice la canción “hoy se aconsejan y se van”.
Ya para estas alturas ninguna jugada le sale. La mujer barbada
del circo se volvió lampiña y los enanos le crecieron.
Escribe “AZ” que familiares y cercanos al gobernador poseen
enormes mansiones en el fraccionamiento El Conchal, “la del hermano del
gobernador, Eugenio Duarte de Ochoa, así como la del Secretario de Turismo,
Harry Grappa, en el Fraccionamiento El Dorado, la de Cecil Duarte de Ochoa,
Luis Iván y Héctor Duarte Dehesa, un departamento de lujo en un acantilado de
Córdoba, así como el nuevo edificio de departamentos ubicado en la Riviera”.
Eso se publicó el viernes 19, un día después Diario de Xalapa da
cuenta de 35 mil millones de pesos no comprobados a la Auditoría Superior de la
Federación, así como desvíos millonarios por 721 millones por los Juegos
Centroamericanos y, lo mas importante las exigencias de que “se actúe contra
Duarte y funcionarios”.
Eso dicen los medios que a lo largo del sexenio defendieron a
ultranza a Javier Duarte, los mismos que desataron inclementes ataques a Héctor
Yunes Landa, hoy objeto de sus mejores encomios.
La escalada para ahí.
Este día a sotto voce los universitarios reclaman dos mil 200
millones, los jubilados y pensionados que les regresen los 25 mil millones de
pesos que tenían en bancos en el 2009, adeudos a OPLE por 150 millones,
pendientes con el Poder Judicial por 800 millones… Uff!!
¿Demasiada plata?
No, en realidad hay pendiente un tema poco hurgado.
¿Dónde y en que se aplicaron los casi 480 mil millones de pesos
que le entregaron a Duarte en los últimos cinco años de gobierno, es decir, qué
hizo con el presupuesto anual que casi alcanzó los cien mil millones de pesos?
¿Dónde está pues una obra, una sola obra que acredite el multimillonario
desembolso?
Esos 500 mil millones de pesos están en la bolsa de alguien, al
igual que el dinero federal que se entregó para obras y servicios, al igual que
los multimillonarios préstamos que tienen a Veracruz embargado con 122 mil
millones de pesos.
Veracruz es la entidad más endeudada de la república ¿A cambio
de qué?
Es demasiado dinero como para que no se investigue ¿Acaso está
en los paraísos fiscales bajo la firma de los 22 duartistas responsables del
saqueo a las arcas?
El tema, sin embargo, con toda la gravedad que reviste habría
podido mediarse, acaso negociarse y devolverse una parte, si el señor
gobernador no se hubiera perdido en los efluvios del poder, si hubiera acatado
el mandato del centro y una vez consumado el “dedazo” se hubiera plegado con
todo el apoyo…y dinero, a la voluntad priista manifiesta en Héctor Yunes Landa.
El tema Héctor.
De todo mundo es conocido que Yunes Landa entra con fórceps en
el ánimo de la Fidelidad que apostaba por uno de los suyos, por su aliado
Alberto Silva Ramos.
Al no lograrse el objetivo “el presidente ya me autorizó que yo
fuera el gran elector” y recaer el dedo del señor en el segundo personaje más
odiado por Fidel Herrera y heredado a Javier Duarte (el primero es Miguel Angel
Yunes Linares), el desprecio y los desplantes se hicieron manifiestos hacia
Héctor.
A ningún acto proselitismo más acudieron Duarte y sus
despanzurrados e incluso se ordenó a su prensa, radio y TV fieles que empezaran
a coquetear con Yunes Linares para crear confusión mediática y obligar a Héctor
a arrodillarse.
El tema se agravó al cerrarse la llave de los recursos tras
declarar el propio Duarte que “para el PRI mi voto y mi cuota” y dejar a la
deriva al inminente candidato priista que hoy de manera peligrosa se precipita
a la derrota al aventajarlo su primo hermano 8 puntos arriba en la preferencia
ciudadana.
¿Cuánto se necesita?
Hay quien habla de mil 200 a mil 500 millones de pesos para
quien pretenda ganar la gubernatura.
Yunes Linares tiene eso y más, tanto en lo personal como de
parte del “Grupo Hidalgo” interesado en derrotar más que a Héctor Yunes, a
Manlio Fabio Beltrones ya que la real disputa es por el 2018.
Héctor está caído. Hace esfuerzos por levantarse, no puede.
Pacta con Fidelistas con promesas a futuro a cambio de votos, pero se equivoca.
No le sirven cartuchos quemados, ni políticos engañabobos.
Jorge Carvallo y Ranulfo Márquez solo lo van a empinar. Gonzalo
Morgado y Carlos Brito y Marcelo Montiel ya cumplieron su ciclo; Toño Nemi, Vicente
Benítez y Gabriel Deantes están bajo sospecha y con señalado desprestigio y
todos los días se le suman diputados federales y rémoras priistas que cambian
oro por espejitos.
Pero además el propio Héctor Yunes Landa se resiste a cambiar el
discurso con la esperanza de que Duarte afloje, pero…Duarte está en el
berrinche, en la total inmadurez; no aprendió nada del mañoso Fidel Herrera,
salvo el gusto por el dinero y los apetitos mundanos.
Tal vez cierto o no que se la pase sedado y embriagado la mayor
parte del tiempo producto de supuesta crisis emocional, pero innegable el hecho
del que no está apoyando a Héctor Yunes Landa.
Es por ello el revire de la Federación que con mensajes y
admoniciones diversas le advierte a Duarte que su futuro es cárcel o cárcel.
No de gratis la Auditoria Superior de la Federación a través de
su titular la manda a decir al gobernador Javier Duarte –vía Televisa- el
tamaño de la deuda en la que ha metido a Veracruz y que “¡Ojalá!” vaya a la
cárcel.
Son tiempos muy complicados para Javier Duarte que ni con sus
diputados aliados se muestra en posibilidades de librarla.
Con el centro no se juega.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo