•Bravo Contreras declaró asesino a "El demonio rojo"
de una persona (Álvaro Camarillo) en el cine de Fortín ubicado en la plaza
comercial
•Ese día, el
luchador estaba a 20 kilómetros de la escena del crimen asegura "El
Signo", uno de sus colegas en el cuadrilátero
•“El demonio azul”
es un bromista, un relajo; pero nunca un homicida, dicen los cuates
•Ellos son ídolos de
niños y ahora, por decreto de "El Señor Justicia", una vida enlodada.
Miguel Ángel León
Carmona, blog.expediente.mx para el Piñero de la cuenca
Córdoba,
Veracruz, 30 de junio, 2016.- Un
luchador del bando rudo, declarado asesino por la Fiscalía General del Estado.
“Tal vez los octágonos donde combatía no eran los de la Triple A, pero se
lanzaba desde la tercera cuerda para sostener a su madre”. Hoy sus compañeros
retan a Luis Ángel Bravo, que acepte la inocencia del Demonio Rojo.
Se
trata de G.V.F, anunciado como presunto participante en el asesinato del
Cinépolis Shangrila, Fortín de las Flores, Veracruz, ocurrido el pasado 12 de
junio. Sin embargo, uno de sus compañeros, quien solicita ser referido como El
Signo, asegura que el día de los hechos el Demonio Rojo estuvo en la arena San
Miguel fotografiándose con los seguidores, a 20 kilómetros de la escena el
crimen.
“Aquella
noche, G.V.F vio el espectáculo desde las gradas. No luchó, pero estuvo
pendiente por si alguien se lesionaba y salía a cubrirlo. Es una persona
maldadosa, bromista, pero nada que lo relacione con un asesino. Tenemos tres
fotografías que comprueban su inocencia. Me indigna esta situación, la ley no
hace bien su trabajo”.
Demanda
El Signo, luchador amateur que compartió arena durante 14 años con el hoy
detenido en el penal La Toma, Amatlán de los Reyes. El hombre desde el
anonimato, comparte la relatoría de lo sucedido el pasado 12 de junio, cuando
dos sujetos robaron en el Cine de Fortín y privaron la vida del joven Álvaro
Antonio Camarillo Sandoval.
Aunado
a lo anterior, otro luchador, conocido como Duende Junior lamentó la detención
de su compañero de oficio, resaltando en sus redes sociales que la acusación de
la FGE había sido falsa. Además, aseguró que el gremio cuenta con 20
gladiadores como testigos, así como aficionados dispuestos a declarar a favor
del Demonio Rojo. (1)
UN
LUCHADOR AMATEUR, OTRO CHIVO EXPIATORIO
Quiero
Paz en Córdoba, fue el nombre de la campaña que apoyó la empresa Producciones
Acosta; difundida el 13 de junio, un día posterior al asesinato en el Cinépolis
Shangrila. Compañeros de G.V.F. reprobaron los hechos de violencia en la ciudad
cordobesa, ignorando que uno de ellos sería recluido como presunto inocente,
según marca el Nuevo Código Penal.
Los
días avanzaron hasta el día viernes 17 de junio, El Demonio Rojo cumpliría con
una función en el puerto de Veracruz, relata El Signo. “G.V.F no llegó a
pelear, otro luchador tuvo que suplirlo. Nosotros nos extrañamos porque nunca
se ausentaba a sus compromisos. Pero no pensamos que fuera a desaparecer”.
De
acuerdo con el testigo, del Demonio Rojo no hubo noticias durante una semana.
Fue hasta el siguiente viernes, 24 de mayo, cuando se enteraron por las
noticias sobre la detención de G.V.F, presentado por Luis Ángel Bravo Contreras
como posible responsable de los hechos fatales.
El
Fiscal General dijo en rueda de prensa que “tras un arduo trabajo de investigación
se había dado con el involucrado, a quien también se le señaló de participar en
otros hechos ilícitos como el robo en la iglesia de San Nicolás de Bari y en
una casa de oración”.
Abundó
que al Demonio Rojo se le había recluido por videograbaciones y testigos que
coincidían con las características de un retrato hablado, mismo que cotejó el
titular de la FGE ante los medios. Sin embargo, “El Signo” considera:
“Ese de
la foto no es mi amigo. Nada que ver con el dichoso retrato hablado. G.V.F no
acostumbra a dejarse la barba ni el bigote. Además, presentaron un video donde
se aprecia que la fisonomía de los asesino y estamos hablando de una persona de
más de 120 kilos y 1 metro con 70 centímetros de altura; un luchador completo”.
Enfatiza
El Signo, quien espera que la Fiscalía desempeñe mejor su trabajo. Pues al
momento, ignora si los policías ministeriales presentaron una orden de
aprensión al detener a G.V.F, si respetaron sus derechos y si tomarán en cuenta
las declaraciones de 20 luchadores y los asistentes de la arena San Miguel el
pasado 12 de junio.
“Estamos
a favor de la ley, por eso nos pronunciamos en contra de la violencia.
Trabajamos en eventos familiares, somos en ocasiones ídolos de niños. No
mataríamos a nadie, se lo aseguro. Me indigna la inseguridad, pero más me enoja
que un amigo esté detenido para simular el buen trabajo de estos funcionarios”.
El
Signo, quien no pertenece a la agrupación Producciones Acosta, no obstante es
allegado al hoy detenido, presume que la próxima semana sus compañeros
organizarán una función, donde las ganancias serán entregadas a la madre y el
hijo del Demonio Rojo.
“ES UN
RELAJO, PERO JAMÁS UN ASESINO”
Sobre
G.V.F, su amigo lo describe como un relajo, amigable; el encargado de las
bromas en los vestidores antes de iniciar los combates. Un miembro del bando
rudo, a quien se le ve anunciado en una de sus últimas carteleras junto a Black
Shadow y Espectro, sus relevos internacionales de lujo en la categoría
Wélter.ÂÂÂÂÂÂ
Un tipo
que por contratos de 200 pesos se mataba en el ring para llevar lo esencial a
casa, a cargo de su hijo y su madre. La última vez que se le vio libre fue el
pasado viernes 17 de junio, cumpliría un compromiso en un escenario jarocho,
donde además de viáticos ganaría 900 pesos. Sin embargo no llegó a la
contienda.
Se
trata de un hombre relajiento en el octágono y en la vida diaria, quien perdió
la máscara en duelo hace más de nueve años. Su identidad no era un secreto. Su
vida en el gimnasio le dio campeonatos a nivel estatal en duelos de parejas.
Una carrera ascendente, con sueldo de hambre, pero que el Demonio Rojo
soportaba por amor al ring.
En el
escenario de las cabelleras y las máscaras, extrañan un atuendo escarlata;
zapatillas y mayas al color del averno, llaves desde la lona y piruetas desde
la tercera cuerda. Un joven que ganaba la vida como luchador, hoy acusado de
homicidio.ÂÂÂÂÂÂ