Miguel Ángel Yunes Linares sigue obsesionado
con el pasado reciente, y ante la falta de resultados del "el gobierno del
cambio", como él mismo lo calificó y que ha resultado ser totalmente
fallido en todos los aspectos, no le queda más que barrer para atrás y echarle
la culpa de todo a sus odiados rivales, Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte
de Ochoa.
Conocido hace 25 años, cuando llegó a la Secretaría de Gobierno
arropado por el potosino -nació en Tamuín, San Luis Potosí, a 91 kilómetros de
Pánuco, tierra de sus mayores pero no de él- Patricio Chirinos Calero, como
"Kid Yunes" porque decían sus panegiristas que "le entraba a
todas las broncas", tal parece que el tiempo le ha mermado esas facultades
y ahora solo busca pretextos para justificar por qué no se ha hecho realidad su
discurso de "acabar con la inseguridad" en 6 meses, una de sus
banderas de campaña que ha arriado, porque de la misma ya solo quedan jirones.
Así las cosas, luego del sangriento fin de semana con más de 20 ejecuciones,
entre las cuales las más impactantes han sido las del comisionado Estatal de la
Policía Federal, Juan Camilo Castagné y del inspector de la misma corporación,
José Rigoberto Peña y un subalterno, y la masacre de la familia Martínez Pech
en Coatzacoalcos, donde 4 pequeños de 3 a 6 años han sido acribillados, el
gobernador de 2 años -de los cuales ya ha malgastado 6 meses en promesas sin
sustento real- , perseguido y acorralado por esa palabrería a la que es tan
proclive para justificar la ineficiencia de su régimen, dice que lo que ahora
ocurre en Veracruz "es la resaca, es la herencia de cuando menos 12 años
absolutamente corruptos que se vincularon a la delincuencia y que gobernaron
como delincuentes, esa es la realidad", le ha dicho este lunes a la
periodista Carmen Aristegui Flores.
Ha recurrido a las versiones no
confirmadas, como la de señalar que Herrera Beltrán permitió la entrada de las
bandas del crimen organizado durante su sexenio -2004-2010- "según un
expediente en una corte de Estados Unidos, en Texas, donde un testigo protegido
del Cártel del Golfo señala haberle entregado al exmandatario 12 millones de
dólares para que la delincuencia organizada pudiera operar libremente en la entidad",
pero las autoridades norteamericanas no lo han confirmado, no porque el
nopaltepecano fiel sea su cuate, sino porque no hay pruebas como las ha habido
contra el gobernador tamaulipeco Tomás Yarrington Rubalcaba, o más cerca contra
el excontratista de Pemex Francisco Antonio Colorado Cessa (a)
"Pancho" Colorado, además de que el único que insiste en la versión
es el propio Yunes, al que Colorado Cessa le dijo en una entrevista radiofónica
con Ciro Gómez Leyva que le "pasó la charola" para su campaña a gobernador
por medio de Manuel Muñoz Gánem.
También le ha dicho a Carmen Aristegui que
"no es verdad que en los primeros seis meses de su administración el
incremento de la violencia se haya duplicado, pues durante el último año de
gobierno de Javier Duarte "la delincuencia creció en más de 132 por
ciento" y según él, "en el año 2015 y particularmente en el mes de
agosto de 2016, fue el de mayor incidencia delictiva en la historia de
Veracruz.
Ahí es donde se da el repunte. Es un repunte que lleva las cifras hacia
arriba. Efectivamente los primeros meses de este año la actividad delictiva
vinculada con la delincuencia organizada, en particular los homicidios entre
bandas de delincuencia organizada, se ha incrementado en Veracruz, al igual que
en muchos estados del país, desafortunadamente".
También, en su cuasi
soliloquio ha intentado mezclar la gimnasia con la magnesia, y acusa que Arturo
Bermúdez Zurita, extitular de Seguridad Pública durante gran parte del
duartismo está preso, pero no ha explicado que está por uso indebido de
recursos públicos, y al menos hasta ahora no está acusado de nexos con grupos
delincuenciales.
En fin, quizá sin proponérselo, el gobernante choleño -le
molesta el gentilicio; cuando fue Secretario de Gobierno quiso cambiarlo, sin
lograrlo, por el de "soledense"- ha demostrado este lunes en esa
entrevista con la multipremiada periodista que no sabe qué hacer, en los
hechos, ante esta guerra contra el crimen, que cada vez más lo lleva al borde
del precipicio, ya que cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional
Seguridad Pública revelan que Veracruz paso de 375 homicidio dolosos entre
Enero y Mayo del 2016 –último año del Gobernador Javier Duarte de Ochoa-, a 748
en el mismo periodo de este año, lo que significó un aumento de 99 por ciento.
Así, en los hechos su discurso ya no convence ni a sus más fieles seguidores,
si aún los tiene. Bien dice aquella frase: no es lo mismo los Tres Mosqueteros,
que 20 años después., en realidad 25 años...