PROCESO /
Domingo, Agosto 27, 2017
Por: Álvaro Delgado
Mientras el PRI se corre más a la derecha y Andrés
Manuel López Obrador capitaliza el enojo social por la corrupción,
el PAN, encabezado por el presidenciable Ricardo Anaya, está paralizado, sin
estrategia ante los embates políticos, alejándose de sus votantes y ansiando
"cachar” los votos del perredismo en declive, con "el enorme riesgo
de desangrarse” en la elección de 2018.
"El PAN es un partido lleno de grillas y vacío de
política”, dice el senador Roberto Gil Zuarth al hacer
una evaluación crítica de su partido y del proyecto de crear con el PRD
un Frente Amplio Opositor que, además de que excluye a Margarita
Zavala, "no está emocionando a nadie”.
El frente promovido por Anaya, explica, asemeja más una fórmula
para que las burocracias del PAN y PRD –y quizá Movimiento Ciudadano–
se repartan desde ahora candidaturas plurinominales, que una coalición
ganadora: "Parece una simple dona salvavidas”.
En entrevista, Gil Zuarth advierte que
mientras el PAN busca aliarse con el PRD, el PRI hizo una asamblea nacional
para impulsar como presidenciables a los secretarios de Hacienda y de
Educación, José Antonio Meade y Aurelio Nuño, para atraer al
electorado del PAN que le teme a López Obrador.
"El PRI decidió dos cosas en su asamblea: ir
por el PAN y conservar lo suyo. El PRI va por el PAN no solamente para robarle
el electorado que quiere la modernización del país, sino que le quiere quitar
las banderas con perfiles que se parecen más al PAN que los perfiles
tradicionales del PRI”.
Su partido, alerta, hace lo contrario: "Nuestra apuesta es
aventarnos a tratar de cachar a una parte del electorado de izquierda a costa
de abandonar uno que puede ser mucho más sensible a las causas históricas del
PAN. Esa apuesta corre el riesgo de que, por cachar votos de izquierda, se deje
descubierto el electorado tradicional y que el PRI, echado hacia el PAN, nos lo
quite”.
La apuesta del PRI está muy clara, dice: "Representar el
futuro ante el pasado que es Andrés Manuel.
¿Y el PAN? Pregúntenle (...) El PAN corre el enorme riesgo de
desangrarse y ese riesgo, más que una escisión de una parte del PAN,
es que no lleguen los electores al PAN”.
Y en este contexto se produce el embate contra Anaya,
quien asegura que el supuesto enriquecimiento de su familia política, publicado
por El Universal el miércoles 23, obedece a una "infamia” en su contra del
PRI y del gobierno de Enrique Peña Nieto. "El 2018 ya comenzó”,
lo ubica Gil Zuarth.
"Son filtraciones para debilitar la imagen pública
del PAN y su dirigente. Ricardo ha hecho bien en dar la
cara y anunciar que va a emprender acciones legales”, dice el senador, quien se
solidarizó con él, vía Twitter, el mismo día: "Unidad y confianza de los
panistas en torno a Ricardo Anaya frente a todo intento
de desprestigio”.
Para el legislador, quien fue secretario particular de Felipe
Calderón en la Presidencia, esto es parte de la estrategia del
PRI-gobierno para eliminar desde ahora a su partido de la contienda
presidencial: "Hay la intención de jugar la semifinal con el PAN para
luego ir contra López Obrador”, subraya.
–¿Qué debe hacer Anaya?
–Una estrategia nacional y no perder más tiempo en
indefiniciones. Un partido que no tiene estrategia, no tiene capacidad de
respuesta y tampoco capacidad de defensa. Si no es la estrategia correcta, se
cambia, pero hay que tenerla.
Según Anaya, los ataques en su contra obedecen a que
el PAN exige que el primer fiscal general de la República no tenga militancia
partidista y no sea el procurador Raúl Cervantes, ex senador
priísta, como supuestamente quieren algunos senadores de ese
partido, entre ellos Gil Zuarth.
El senador lo rechaza: "Hay una suerte de intención
política interna de tratar de caer en una polarización. No hay un dilema. No es
síCervantes o no Cervantes. Lo que
importa es el modelo de la fiscalía. El modelo debe ser que la PGR muera con el
viejo sistema y que la fiscalía nazca de cero. Pero eso no significa una
decisión en la bancada o un albazo”.
Según él, de nada sirve la autonomía de la nueva fiscalía si
el Presidente de la República le quita la policía o le
quita el presupuesto o si no cuenta con servicio profesional de carrera.
"De eso se trata esta discusión –reitera–, no es de una persona u otra. Si
hoy está en votación es porque la pasada legislatura aprobó la primera etapa
del pase automático”.
En efecto, la Cámara de Diputados aprobó,
en diciembre de 2014, el "pase automático” de procurador a fiscal, con el
voto a favor de 96 panistas, siendo Anaya diputado federal y presidente
interino del PAN. "Si hoy estamos a tiro a gol es porque hay una
minuta”, insiste el senador.
FRENTISTAS, APLAUDIDORES DE PEÑA
En la entrevista, Gil Zuarth analiza el papel del PAN
en el Frente Amplio Opositor, del que se declara
"desilusionado”, y recuerda que los promotores de éste, como Anaya y
su antecesor, Gustavo Madero, así como los perredistas Jesús
Ortega, Guadalupe Acosta Naranjo y Alejandra Barrales fueron los
más entusiastas impulsores del Pacto por México que le aprobaron a
Peña Nieto todas sus reformas a cambio de nada.
"Debe haber autocrítica:
¿Se equivocaron, y hasta dónde, o no se
equivocaron en la estrategia de los cheques en blanco al gobierno del Pacto por
México?”, pregunta Gil
Zuarth. Y responde: "El ganador fue el gobierno y nada de la
agenda de la parte opositora está lograda. Al contrario, hay retrocesos
avalados por la propia oposición”.
Pone como ejemplo la reforma fiscal que aumentó impuestos,
impulsada por el PRD, y la reforma política propuesta por el PAN para crear el
Instituto Nacional Electoral que, además de ser
integrado por cuotas de los partidos, no ha funcionado para frenar los excesos
del PRI y de sus gobiernos federal y estatales.
"Se hicieron nombramientos verdaderamente malos en algunos
órganos del estado y ahora todo mundo lamenta que simplemente esos órganos no
garantizan la imparcialidad. Pero fueron nombramientos que derivaron de métodos
que se inventaron en el Pacto por México, puestos
complejísimos donde se diluye la responsabilidad del que propone y del que
nombra y, al mismo tiempo, derivó en cuotas de partidos.”
Y censura: "Lo que hoy condena el frente opositor es que
ciertas instituciones no están funcionando, pero no nos han dicho, no hemos
querido decir, en qué grado nosotros participamos en ese resultado. También
debe haber autocrítica”.
–Usted fue artífice de la reforma 2013-2014, ¿qué
autocrítica hace?
–La gran falla, el mayor defecto, fue llegar a fórmulas de
compromiso. Es decir, construir híbridos para tratar de acomodar las
pretensiones de todos (…) El modelo no ha servido para garantizar la
imparcialidad, sobre todo a nivel local.
–Ni ha servido para abatir los costos de las elecciones, que era
uno de los objetivos.
–Era uno de los objetivos no duplicar los esfuerzos
institucionales para organizar una elección. Para decirlo pronto: el modelo que
construimos, ese híbrido entre el IFE y la expectativa del órgano nacional
electoral no resolvió el problema de fondo, que era garantizar que los órganos,
sobre todo locales en materia electoral, garantizaran imparcialidad.
"Otro error fue no haber insistido en aprobar la segunda
vuelta electoral, y lo único que se logró fueron los gobiernos de coalición.”