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Una mujer fuerte consigue transformarse
con la experiencia. Ella es segura, tiene una personalidad inquebrantable y es
muy valiente, pero eso no lo consiguió de un día para otro. Ella tuvo que pasar por dificultades, atravesó las situaciones más
dolorosas para darse cuenta de lo valiosa que es y no permitir más que socaven
sus emociones y sus fundaciones.
Son muchas las mujeres
fuertes, las llamadas “jefas” las que habitan en nuestra actual sociedad. Y
tenemos que estar orgullosos de ellas, de su fortaleza y sus iniciativas. Son mujeres increíbles que no detienen sus sueños ni se dejan
disminuir. Saben exactamente cómo agarrar la vida por donde más le
duele para que no le hagan daño y tomar sus asuntos en sus manos.
Las mujeres fuertes son
criaturas asombrosas que son muy seguras de sí mismas, saben lo que valen y lo
que quieren en la vida. Además, no se sientan a esperar que algo les suceda, ah
no, ellas van y luchar por lo suyo. Trabajan arduo para cumplir sus
metas y los deseos más profundos que yacen en su corazón.
Ellas se sienten bien
estando solas, saben apreciar su propia compañía después de haber sufrido tanto
en relaciones horrorosas. No significa que no estén
dispuestas a abrirse a la oportunidad de amar, pero una mujer fuerte jamás va a
permitir que un hombre la defina.
Esta no es la chica que por
miedo se va mostrar sumisa y obediente frente a alguien más. No, no, no, ella
sabe lo que merece y lo que quiere y jamás va a hacer algo que no quiere. No se va a inclinar ante nadie ni ante un hombre solo por
complacerlo y no estar sola.
Una mujer fuerte y valiente
no le teme a la soledad, por el contrario, le saca provecho. Ha atravesado
tanto en su vida que ahora reconoce que la única forma de encontrar la
felicidad es amándose a sí misma antes que a los demás y construyéndose como
ella lo desea. Ya malgastó demasiado tiempo y mucha energía
tratando de complacer a otros, ahora ella solo quiere complacerse a sí misma. Finalmente
comprendió que la vida es muy corta para desperdiciarla en personajes tóxicos.
Tal vez pienses que ser una
mujer fuerte es tan fácil como hablar de ella. Si tienes mucha determinación,
quizá sí sea así de fácil. Pero conseguir transformarte en
una mujer fuerte amerita coraje y gran voluntad. Las emociones
siempre pueden ponerse en tu contra y puedes caer nuevamente en el engaño de
otras personas. El objetivo es no conformarte con menos de lo que mereces.
Tienes que ser valiente y
eliminar cualquier cadena que evite que salgas adelante. Necesitas ser valiente
para no desistir, para seguir luchando aunque sientas que desfalleces, aunque
estés cansada y te sientas débil. Necesitas de mucho coraje para
reconocer lo que realmente quieres para tu vida e ir tras ello hasta
conseguirlo.
Tienes que desarrollar una integridad vital
que te permita decir con toda seguridad NO cuando debas y quieras hacerlo.
Una mujer fuerte no es
capaz de disimular amor en una relación cuando sabe que no la valoran ni
quieren comprometerse con ella; no está dispuesta a estar con alguien que no
ama completamente. Las relaciones a medias están vetadas para ella. Sabe lo
mucho que vale su tiempo y se niega a desperdiciarlo con un hombre inseguro que
no sabe lo que quiere en su vida.
Una mujer fuerte se impone
sus propias reglas de acuerdo con lo que quiera y lo que espera. Establece
límites, los respeta y hace que los demás que se acerquen también los
respeten. Ellas están muy seguras y lo han comprobado, saben que la
felicidad solo la encuentran dentro de sus corazones y no viene gracias a una
relación superficial. La felicidad está en la realización de esas
metas personales, de un corazón agradecido y honesto y en una vida tranquila.
Una mujer fuerte jamás va encontrar felicidad
en el abrazo engañoso de un idiota inmaduro que lo único que quiere es llegar a
la cama o sacar algún tipo de ventaja. Así que no, ella no se deja engañar, no
permite que sobrepasen sus límites y jamás verá la presencia de un hombre en su
vida como vital para sentirse segura. Para ellas, las relaciones amorosas son
un reto, uno en el que buscan construir una conexión poderosa que las haga
sentir motivadas a abrir sus alas y volar más alto.
Una mujer fuerte prefiere enfocarse en su
auto crecimiento y descubrimiento antes que desperdiciar su vida con un imbécil
inmaduro. Para ella estar sola no tiene nada que ver con la temida soledad.
Para ellas, estar sola es un viaje de amor propio y superación personal.
