Tiene tiempo circulando en Internet un panfleto que afirma que en tiempos de las administraciones panistas no ha habido evaluación, y comparan el tipo de cambio del dólar con el peso mexicano, en tiempos de Fox, en tiempos de Calderón y en tiempos del priato.
Algunos de los 33 millones de mexicanos que tienen y usan Internet en este país se han creído esta propaganda, mentirosa y falaz, porque dice y afirma verdades a medias. Para poder analizar de verdad si ha habido o no devaluación en tiempos del panato habría que verificar en principio como anda el poder adquisitivo de la moneda, pues la verdadera devaluación significa que la moneda ha perdido poder adquisitivo, es decir poder de compra. Si hoy con un peso compro una manzana y hace diez años con un peso compraba yo dos manzanas, eso significa que la moneda se ha devaluado un cien por ciento en el transcurso de esos diez años. Así se debe de medir la devaluación del peso, y no comparado con otras monedas que también pudieron haberse devaluado al mismo tiempo.
Por ejemplo, si el peso pierde poder de compra a un ritmo del 10% anual y el dólar también, esto significa que ambas monedas se devaluaron al mismo tiempo, y no es posible, ni correcto presumir a la población de México, diciendo que la paridad se ha mantenido y por ello no ha habido devaluación en los últimos diez años de gobiernos panistas.
Para conocer la devaluación o pérdida de poder adquisitivo de la moneda o de cualquier otro parámetro, como podría ser el salario mínimo, hay que comparar cuánto se compraba de ciertos productos o una canasta básica hace diez años y ahora y así saber si de verdad hubo devaluación o no. Y para ello, OEM publicó el martes catorce de diciembre una lista de unos cuantos productos, con su precio en el año 2000 y su precio actual. Veamos algunos ejemplos: La tortilla costaba cuatro pesos y según se sabe, en los primeros meses del año que viene va a costar doce pesos, hoy su precio está controlado artificialmente por el gobierno federal y subsidiado. En ese producto la devaluación es de 200%.
El frijol en el año dos mil costaba doce pesos, actualmente cuesta veinticuatro pesos, lo que implica una devaluación del 100%. El azúcar costaba siete pesos hoy cuesta 20.75 pesos, es decir una devaluación del $300%. La luz costaba cuarenta y dos centavos mientras que hoy cuesta un peso con veinte centavos, es decir el precio se multiplicó por 3 o tuvo una devaluación del 300%. El gas costaba 5.84 pesos y hoy cuesta 10.03 pesos, lo que implica una devaluación de casi el 100%.
Llama la atención el hecho de que el partido en el poder use argumentos falsos para desorientar a la población y mostrar un manejo de los recursos públicos muy lejano a la realidad. Y también llama la atención que personas de buena fé caigan en el garlito, sean vilmente engañadas y usen los mismos argumentos para continuar el engaño en pláticas de café y discusiones cotidianas de política.
Creo que la base de votantes de cualquier partido merece respeto, y no sufrir engaños y falsedades. México ya no debe permitir que cualquier gobierno, de cualquier nivel mienta a los ciudadanos. La verdad nos hará libres en más de un sentido y un partido de raíces católicas no puede ni debe darse el lujo de usar la mentira como arma política. Ningún partido debiera, pero algunos que presumen de pureza, ética e integridad mucho menos.
Las cifras allí están y demuestran claramente o un aumento desmedido en algunos productos, o quizá lo que yo pretendo demostrar, que es que si ha habido una devaluación del peso mucho mayor de la que se ha mencionado, porque se compara con el dólar, moneda que también se ha devaluado a nivel mundial. Es más, a estas alturas, todas las monedas del mundo se han devaluado por un efecto económico normal por la inflación y por la competencia de productos chinos que artificialmente también mantienen su moneda subvaluada para poder entrar a precios de dumping en el mercado mundial, pero esa es otra historia, motivo de otra colaboración.
