¿SE INTEGRARÁN GRUPOS DE APOYO A AMLO
Y OPOSICIONES DE DERECHA, CENTRO E IZQUIERDA?
Pedro Echeverría V.
1. Desde que tomó posesión del
gobierno en 1958 López Mateos (sexto presidente electo del PRI) y me hice
consciente de la política, jamás me interesé acerca de lo que pasaría por un
cambio de gobierno. Sabía desde entonces que en cada sexenio sólo cambiaban de
nombre los funcionarios y todo permanecía igual; me hice consciente de que en
México no solo había una dictadura de partido, que era una dictadura de clase
social: la gran burguesía. Hoy sí estoy realmente preocupado porque ya estamos
hasta la madre, pero con López Obrador llegaría a la Presidencia la
centro/izquierda y se esperan cambios muy importantes en beneficio de la
población. Los sectores de izquierda tenemos la obligación de participar
buscando presionar con movimientos de masas por lo menos, para parar las
acometidas de la burguesía y el imperio.
2. El intelectual Enrique Krauze, a
partir del casi seguro triunfo electoral de López Obrador el 1 de julio, se
convertirá en el ideólogo formal –porque desde hace al menos dos décadas lo ha
sido en los hechos- de la derecha, del conservadurismo mexicano. Él se ha
autocalificado como liberal clásico, es decir, como los liberales del siglo
XIX; sin embargo los liberales de nuestros tiempos –aunque vinieran de Juárez y
Melchor Ocampo- se transformaron con el capitalismo, en los más grandes
burgueses explotadores y opresores. Mientras exista la desigualdad social, las
clases sociales y la lucha de clases, sólo existirán las dos rutas de siempre:
a) Los que se organizan con los trabajadores del campo y la ciudad buscando la
liberación y la igualdad, b) los que caminan junto a la burguesía explotadora y
opresora reafirmando el conservadurismo.
3. Así como la derecha política y
empresarial mantendrá sus argumentos ideológicos y políticos para obligar al
entonces presidente López Obrador a seguir una política privatizadora que les
beneficie, así también surgirán otras organizaciones para exigirle al
presidente otros caminos que buscarán beneficios parciales. La realidad es que
del primero de julio hasta el primero de diciembre, cuando formalmente tome
posesión AMLO, habrán sido los cinco meses para que se presenten todos los
programas, planes y proyectos que comenzarán a ponerse en práctica los primeros
tres meses. Espero que el triunfo de López Obrador sea abrumador con el fin de
que todas las medidas más urgentes sean aprobadas en las cámaras; que por lo
menos en los tres primeros años no existan “contrapesos” como en las falsas
democracias.
4. También existirá
una o varias oposiciones de izquierda cuyo objetivo será presionar para que los
cambios o reformas de AMLO se hagan más rápido evitando concesiones a la
derecha. Todas las demandas de la izquierda son favorables al pueblo porque
buscan la igualdad; sin embargo lo que suele retrasar es que la izquierda discute
mucho: horas, días, semanas, para llegar a acuerdos por aquello de la
desconfianza, las traiciones, la honestidad y la experiencia. Otra vez se me
presenta aquella dualidad: el oportunismo de
quienes buscan dinero y poder, y el sectarismo de
quienes se oponen a todo sin pensar y diferenciar. ¿Qué se resolverá de la
construcción del Nuevo Aeropuerto, de la privatización del petróleo, del
“salario máximo de 100 mil”, de un congreso nacional de maestros, del cupo al
100 por % en las universidades, etcétera?
5. ¿Serán capaces la burguesía
mexicana y el imperio de impedir los cambios más urgentes que el pueblo de
México necesita? Esa puta asesina combinación de derechas, burguesías
empresariales e imperialismo de EEUU, no fallan. A cada gobierno en el mundo el
imperio yanqui “le lee la carta” diciéndole: “puedes hacer reformas, pero que
de ninguna manera toquen mis intereses y los de mis protegidos”. ¿Puede
olvidarse acaso aquella “Carta de Intención” del FMI que firmó en 1982 el
presidente De la Madrid obligando a México a privatizar todo y a retirar apoyos
sociales? ¿Qué le pasó a la URSS, a Cuba, a China, a Venezuela, Argentina,
Brasil, Ecuador, a países árabes, si no intervenciones de diversos tipos
encabezadas por EEUU y sus burguesías empresariales? Siempre han sido cínicos
al acusar de dictadores a los gobiernos antimperialistas, autocalificándose de
demócratas.
6. Si la izquierda y centro/izquierda
no son capaces de organizar un fuerte movimiento de masas en las calles y
centros de trabajo para batallar por las demandas necesarias y defender lo que
el pueblo tiene, López Obrador y su partido Morena serán fácilmente engullidos,
tragados sin poner mucha resistencia, por los grandes empresarios y el imperio.
López Obrador, en estas últimas semanas de campaña ha aflojado, ha dado pasos
atrás frente a la cometida empresarial. Lo apruebo porque son los últimos pasos
para ganar la Presidencia; pero si después sigue haciendo concesiones a la
clase dominante para ganarse “su buena voluntad”, entonces se acabaron los
“chances”. En vez de ponerse a llorar hay que continuar en las mil batallas
aunque otros muchos ya cansados prefieran y decidan bajarse del tren.
(15/VI/18)
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