Por Efraín Hernández
Columna de opinión / El Crítico
El proceso interno de Morena para definir a los aspirantes a las alcaldías de los 212 municipios de Veracruz arranca con fuerza este lunes 6 de enero, y en Córdoba el panorama político está más agitado que nunca. Las jugadas políticas del alcalde Juan Martínez Flores no han pasado desapercibidas, especialmente su evidente intención de posicionar a Daniel Hernández del Ángel, actual director de Desarrollo Social, como su sucesor. Sin embargo, su designación parece más un capricho político que una decisión basada en méritos.
HERNÁNDEZ DEL ÁNGEL, IDENTIFICADO COMO LÍDER DEL MOVIMIENTO MAGISTERIAL POPULAR VERACRUZANO, HA SIDO SEÑALADO POR UTILIZAR RECURSOS PÚBLICOS PARA SU PROMOCIÓN, una práctica que pone en entredicho los ideales de transparencia y democracia que Morena presume. Aunque el alcalde también tiene otras cartas, como Rosa María Velasco Ramírez, tesorera municipal y su cercana colaboradora, y Alejandro Baizabal González, el suplente de la alcaldía, todo indica que el favoritismo de Martínez está con Hernández, pese a que este último tiene poco arraigo local.
Por otro lado, el panorama se complica con la irrupción de otros actores políticos que buscan protagonismo. JUAN TRESS, ALIAS EL PIOJO, actual diputado local, también aspira a la silla presidencial. Sin embargo, SU NULA LABOR LEGISLATIVA Y SU CERCANÍA CON PERSONAJES QUE PRIORIZAN SUS PROPIOS INTERESES SOBRE LOS DE LA CIUDADANÍA LO DEJAN EN DESVENTAJA. La negativa de Ricardo Ahued, secretario de Gobierno, para respaldarlo es un claro mensaje de que en Morena no hay lugar para improvisaciones. Lo dejan sin ese respaldo que le habían dicho que podía tener, es decir será la Gobernadora Rocío Nahle García quien mediante el dedaso elija al candidato.
EN CONTRASTE, ALEJANDRO ROSALES CALVARIO EMERGE COMO UNA FIGURA QUE ESTÁ GANANDO TERRENO DE MANERA INESPERADA. A TRAVÉS DE SUS CAMPAÑAS MÉDICAS Y SU CONEXIÓN CON LAS BASES MORENISTAS, ROSALES CALVARIO PODRÍA DAR LA SORPRESA EN LAS ENCUESTAS. Si bien no se le percibe como un contendiente principal, su crecimiento acelerado podría posicionarlo como una opción viable para la presidencia municipal o, al menos, un cargo relevante en la próxima administración.
Mientras tanto, en Orizaba, Hugo Chahin Kuri se roba los reflectores con una estrategia completamente distinta. Desde su puesto en el DIF, organizó un exitoso festival del Día de Reyes que no solo alegró a los niños, sino que despertó la nostalgia de los adultos. Este tipo de eventos le permite conectar emocionalmente con la población, un movimiento astuto que, aunque alejado de la política directa, refuerza su imagen pública y podría ser una plataforma para futuros proyectos.
En este mar de aspiraciones, alianzas y disputas, el verdadero reto para Morena será garantizar que el proceso interno sea transparente y representativo de la voluntad popular. Córdoba y Orizaba el presidente del DIF está en la mira como el sucesor de Juan Manuel Díez Franco, y los ciudadanos esperan líderes comprometidos que prioricen el bienestar colectivo sobre los intereses particulares. ¿Podrá Morena dar el ejemplo o se quedará atrapada en las prácticas del viejo régimen? El tiempo lo dirá.
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