Por José Miguel Cobián
Escuchar el sábado en la mañana las noticias del viernes no es un ejercicio común en México, sin embargo, zapeando los canales llegué al noticiero en el momento en que el gobernador de Chihuahua el Sr. César Duarte propone una soberana tontería, tan tonta que seguramente en los próximos días pasará a formar parte de la picaresca del sexenio, sumando aun priísta al grupo de panistas que dicen tonterías como la de los seis mil pesos del secretario Bartolo, o la del de educación afirmando que las telenovelas educan más que las escuelas, etc.
Al señor gobernador de Chihuahua le llegó la inspiración para entender que los jóvenes ninis, esos que ni estudian ni trabajan son carne de cañón para el crimen organizado. Su genialidad nace de ser el primero desde las altas esferas del gobierno en darse cuenta de que en un país sin empleo ni oportunidades los jóvenes voltean a dónde pueden para iniciar su camino de trabajo, y si el único trabajo es de mensajero, halcón, estaca, sicario, burro, etc., al no tener otra alternativa y ver en la tele todos los días lo que se puede hacer con dinero, le entran a lo que sea, con tal de apoyar a sus familias, construirle una casa de ladrillo o ¨mampostería¨ a su mamá, generar algunos ahorros en dinero y propiedades para que sus hijos no sufran la pobreza y carencias que ellos sufrieron, en fin, mil y un razones para hacer lo que sea por salir de un estado de injusticia social. Claro, esto no significa que sólo por razones de pobreza se incremente el crimen, también hay estados patológicos que encuentran su vocación en el crimen.
El punto es que al gobernador de Chihuahua se le ha ocurrido que los jóvenes que no estudien ni trabajen, tengan que entrar al ejército por tres años de manera obligatoria. Supongo que el interés es que tengan trabajo y experiencia en esos tres años, salvarlos de las garras de los criminales e incrementar el poderío de las fuerzas del orden. Lo único malo es que al gobernador de Chihuahua se le olvida que estamos en México, y acá las cosas no son como las películas americanas en las que seguramente inspiró su tonta idea.
Mire Sr. Gobernador de Chihuahua. En este país, entrenar jóvenes por tres años en la disciplina militar implica que en tres años, cuando dejen las fuerzas armadas, le entreguemos al crimen organizado, mejores elementos para engrosar sus filas, ya que la situación de los ninis será igual tres años después, o a poco cree usted que en tres años se va a resolver el modelo económico que se aplica desde tiempos del priato, favoreciendo a unos cuantos, a costillas del desarrollo económico de las grandes mayorías.
Además Sr. Gobernador, le recuerdo que el ejército mexicano también tiene sus detallitos, como los abusos de autoridad, la posibilidad de que los jóvenes se usen como carne de cañón, lo cual generaría un enorme descontento social por las familias afectadas por las muertes y heridas de sus integrantes, lo cual provocaría la necesidad de que los jóvenes en ¨leva¨ obligatoria según su propuesta, fueran más protegidos por las fuerzas castrenses que los propios ciudadanos, a los cuales por cierto, el ejército poco protege, ya ve usted cuanto muerto colateral, y cuanto abuso por parte de un ejército no acostumbrado a tratar con la población civil y desconocedor de los derechos humanos.
Por otra parte, Sr. Gobernador, me gustaría preguntarle a usted, si usted permitiría que su hijo, sin vocación por la carrera de las armas se integrara a nuestras fuerzas armadas. Eso sin contar que muchos mexicanos no queremos que nuestros hijos tengan mucho contacto con nada que se refiera al gobierno, esperando que sean mejores mexicanos, y ya sabe usted que estar en una organización de gobierno, ya sea funcionario público o fuerzas armadas, trae como consecuencia directa el contacto y conocimiento de primera mano de la podredumbre, suciedad y corrupción de nuestro sistema de gobierno, y no queremos que nuestros hijos pierdan todo lo que les enseñamos en la casa, a cambio de tres años de salarios bajos, alta explotación, abuso de autoridad y riesgo de herida o muerte.
Mejor Sr. Gobernador, le sugiero respetuosamente un proyecto de generación de trabajo para los desempleados, y la opción de aprender un oficio para aquéllos que no lo tienen, aunado a la adquisición de experiencia para desempeñarlo. Usted gobierna Chihuahua, un estado fronterizo con USA, aproveche la cercanía y recuerde lo que hizo el gobierno americano en la Gran Depresión, para generar empleo y evitar los riesgos que México hoy padece por falta de visión del gobierno federal y sus políticas de desempleo.
Saludos Sr. Gobernador, y recuerde que si usted lanza una propuesta como esta, corre el riesgo de ser criticado en lo malo y señalado en lo bueno.