Por: José Miguel Cobián
Gracias a Vania por la inspiración para escribir lo que sigue.
Leer la preocupación hídrica que tiene el presidente de la república reconforta mucho a los ciudadanos de este atribulado país. Aunque sabemos que no son las preocupaciones sino ocuparse en resolver lo que nos traerá resultados, saber que el presidente calderón se preocupa sirve de catarsis aunque no de solución.
Hay un río en la zona de las altas montañas de Veracruz, -la zona centro-, que en otras épocas era cristalino y lleno de vida. Hoy está más contaminado que el río Mississippi, que ostenta el primer lugar de contaminación en USA.
Para que se pueda dar una idea, imagine usted un río con un cauce de más de treinta metros de ancho, con un espacio del tamaño de una cancha de voleibol cubierto de espuma blancuzca, e imagine un río que en otras ocasiones llevaba agua cristalina y transparente, y que hoy lleva en su cauce una mezcla extraña de sustancias que han convertido su cauce en un vertedero de sustancias químicas de color oxido, lo que lo convierte en un río marciano, pues ahora el líquido que transporta hacia el mar es de color rojo oscuro.
Investigando un poco, me entero de que hay empresas químicas e industrias que descargan todos sus desechos en el río Blanco sin ningún tratamiento previo, que evite que sustancias venenosas acaben con la poca vida que lleva el río antes de sus vertederos. También se descargan aguas negras sin ningún tipo de tratamiento previo, lo que ha provocado que todos los habitantes de sus riberas sepan que es peligroso el contacto con sus aguas.
Para México, siempre habrá justificaciones para la corrupción de aquéllos encargados de vigilar a nivel nacional y estatal el cuidado del entorno ecológico. Las industrias químicas están aquí porque en su país no pueden contaminar ni realizar los procesos que aquí en México realizan. En sus países de origen tienen que ser muy estrictos en el cumplimiento de las normas ecológicas. En México pueden contaminar y realizar un ecocidio, justificadas con la creación de unos cuantos empleos mal remunerados. Bienvenida la basura europea es el grito de los funcionarios de protección del medio ambiente.
Los lugareños mencionan también restos de fabricación de alcohol en forma de vinaza, y restos de contaminantes de otras industrias y procesos industriales como es el caso de residuos de beneficios de café en su respectiva temporada.
Para efectos prácticos, en un país donde el agua es escasa, en el centro de Veracruz nos damos el lujo de contaminar una cuenca hidráulica importante que afecta cientos de kilómetros del territorio veracruzano, para beneficiar a unas cuantas empresas contaminantes, y sobre todo, para beneficiar a los funcionarios que se llenan los bolsillos permitiendo que esto suceda, o haciendo quedar bien a los altos funcionarios relacionados con esas empresas, que mediante una llamada telefónica resuelven cualquier asunto, sobre todo si de violar la ley se trata.
Invito a los amigos ecologistas de todo el mundo a prestar atención al río blanco, para despertar conciencias y mover a las instancias de gobierno respectivas. A obligar a las empresas que contaminan a tratar sus desechos, y en el caso de las industrias químicas que tanta agua utilizan, a invertir en procesos ecológicos pues el medio ambiente de México vale tanto como el medio ambiente de sus países de origen.
Mientras tanto, el escuchar al presidente Calderón hablar de su preocupación por las siguientes generaciones, la búsqueda de dejarles un México más limpio, y sobre todo, afirmar que México en cuanto al manejo del agua está al nivel de países atrasados de África, nos lleva a preguntarnos si es una postura más de imagen pública o si de verdad al fin algo se hará. Yo apuesto a que es una postura mediática, y que no veremos resultados. Así que como santo Tomás, hasta no ver el Río Blanco limpio, no podré creer en la palabra presidencial. Mientras tanto se agradece la confesión de que en México estamos tan atrasados en el cuidado del agua para las generaciones futuras. Es un primer paso, pues estamos atrasados en tantas cosas y no hemos avanzado ni vamos por el camino correcto, solo bla, bla, bla, para los medios de comunicación y engañar a los pocos mexicanos que todavía se dejan.
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