Por José Miguel Cobián
SEFIPLAN inició una campaña para recuperar cobros atrasados de tenencia. Por las cifras que envían a los ciudadanos, pareciera que durante el reinado de Fidel I en Veracruz no se realizó ningún esfuerzo de cobro, pues he visto ¨estados de cuenta¨ en dónde le recuerdan al contribuyente que desde el año dos mil no ha pagado su tenencia ni accesorios de un vehículo modelo 98.
A raíz de esta campaña, muchos veracruzanos tienen la urgencia de resolver los problemas que ha generado su inocencia o su dejadez, respecto de la legal posesión de un automóvil, tanto los que lo vendieron sin realizar los trámites adecuados, como aquéllos que lo compraron en las mismas condiciones.
Imagine usted, que vende un vehículo y no da de baja las placas a su nombre. Esto implica que ante la autoridad, usted es el legítimo propietario y el principal responsable del uso que se le dé al automóvil. Ahora piense usted desde los accidentes a lo peor. Su carro (porque a pesar de que usted lo vendió sigue siendo suyo ante la ley) atropella a una persona en cualquier lugar alejado de su residencia, ya sea dentro del estado o fuera de él. Cuando la autoridad investiga quien es el dueño del carro abandonado, resulta que usted es el propietario y es quien debe responder por los daños y delitos cometidos. Claro que hay opciones para resolverlo, y aclarar el asunto, pero siempre tendrá la molestia de acudir, contratar abogado, etc., y sobre todo, el susto de caer en manos de nuestras autoridades de procuración e impartición de justicia. Y si el auto fue utilizado para realizar un crimen, la situación se torna aún más peligrosa para el propietario legal, pues puede resultar hasta asociado al crimen organizado, y todo por no realizar los trámites adecuados.
Le voy a platicar dos casos reales. El primero: ¨Hace nueve años le vendí el carro a mi compadre, le endosé la factura y se lo llevó.¨ Así se expresa una dama honorable y respetable que confió en su compadre, quien jamás dio de baja el vehículo, se fue de la ciudad, sin posibilidad de que su comadre –la vendedora-, lo pueda localizar. Y hoy ocho años después SEFIPLAN –que jamás fue informada de la venta del auto- le cobra más de veinte mil pesos a la dama y antigua propietaria del auto, por tenencia y accesorios no pagados. Piense usted, que haría en el lugar de esa dama, para resolver el entuerto, antes de ser embargada por SEFIPLAN por adeudos fiscales, y todo por no dar de baja sus placas y avisar del cambio de propietario antes de entregar el auto al nuevo dueño. Como corolario le comento, que ella sabe que su compadre vendió el carro en algún momento, pero no lo localiza. Hoy tiene la preocupación de que algo malo pueda suceder con el automóvil y ella pueda tener problemas, porque por desinformación y exceso de confianza, pensó que su compadre haría lo correcto. Pero no lo hizo y no tiene pruebas para demostrar la venta, pues recibió el dinero y entrego el auto, sin mayor documento de por medio. Ni responsiva, ni convenio de compra-venta ni nada.
El segundo caso es un poco más delicado. El esposo de una conocida adquiere un auto de modelo atrasado, de un conocido suyo, quien le entrega la factura pero no se la endosa. Usa el auto para el negocio familiar y un día lo detienen y le dicen que el número de control vehicular está alterado. Asustado entrega diez mil pesos de mordida, y acuerda con los elementos policíacos simular que encontraron el vehículo abandonado. El propietario anterior le manda una abogada, quien le pide todos los documentos del automóvil y a quien se los entrega. Jamás hizo cambio de propietario, y lo que es peor, hoy no sabe si podrá recuperar su patrimonio familiar. Siendo persona de escasos recursos e ingenua y desconocedora de la ley, no tiene dinero para contratar un abogado, y no sabe si esta en problemas o no. La realidad es que aquí no tiene problema, el auto está a nombre de otra persona ante la autoridad competente, así que si es chocolate, con registro alterado, robado o lo que sea, la autoridad al investigar irá en contra del propietario registrado, pero… si resulta que no tiene problema el auto, el último dueño puede jamás saberlo, y quien metió a la abogada puede –si actúa de mala fe-, hasta volverlo a vender, pues podrá recuperar el auto y si todo está en orden, simplemente no avisar al último dueño.
Cuando usted compre o venda un auto, siempre tenga mucho cuidado. Elabore una carta responsiva, en la cual el nuevo propietario asume la responsabilidad de lo que pase con el carro a partir del momento de la venta. Si puede elabore un contrato de compra-venta sencillo, y lo más importante avise a la autoridad del cambio de propietario, realice el cambio de propietario, y revise que la documentación del auto esté completa y correcta. Si no lo hace así por comodino, puede tener dolores de cabeza en el futuro.
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