Por José Miguel Cobián
¨Las buenas conciencias¨ estarán indignadas cuando lean el título de este opúsculo, sin embargo, habría que preguntarles si después de leer esta colaboración, siguen oponiéndose a ella.
Andrés Manuel es un hombre de claroscuros. Un priísta que dejó su partido por deslealtades del partido hacia él, que milita en la izquierda, que tomó y quemó pozos petroleros, que tomó y bloqueó las calles de reforma en el DF, y que a ojos de ¨la gente bien¨ es un peligro para México.
Andrés Manuel es un político que se convirtió en la conciencia de la Nación. Recordó y reparó en parte la deuda histórica de la sociedad con sus miembros de la tercera edad e instituyó la pensión universal, que si bien no alcanza para mucho, es mucho más que la nada que se le daba antes a los viejitos. Tan mala fue su idea que casi todos los estados del país y el propio gobierno federal la llevan a la práctica. Tan tonto que se preocupó durante su reinado en el DF por estimular y apoyar la educación, y hoy por hoy, el DF es la ciudad de México con mejores niveles educativos (no sólo por lo que hizo AMLO, pero ayudó), es la ciudad en dónde se combate con mayor firmeza la deserción escolar y es también la ciudad con el mejor nivel de vida del país.
Tan enemigo de los empresarios que se le ocurrió demostrar ante la opinión pública algo que ha permeado en todos los estratos sociales, argumentos que hoy se usan en discusiones de economía de izquierda, de centro y de derecha. Abrió los ojos a todo México sobre los privilegios para unos cuantos. Pero no se crea que estamos hablando de la clase media alta o de la alta, no!!! Estamos hablando de privilegios para unas 30 familias que controlan y se engullen la riqueza generada por todos los mexicanos. Hablamos de un sistema económico que Denisse Dresser llama de ¨rentistas¨ en el cual, unos cuantos viven de quitarle sus rentas (ingresos) al resto de la población, mediante la técnica de tiendas de raya, en las cuales a los peones (todos los mexicanos) les pagan poco (el 10% del salario que pagan nuestros principales socios comerciales, y los productos que se les venden son tanto o más caros que en esos mercados. Es decir, la economía y la política están diseñadas para que unos cuantos exploten al resto de la población mediante los monopolios y oligopolios que permiten tales privilegios en México los grandes capitales y las grandes empresas, tengan ganancias tan grandes que incluso sostienen a sus matrices, que en otros países compiten en precio y calidad, y que en México, se llenan los bolsillos vendiendo productos caros, y en muchos casos, de mala calidad a los mexicanos, con la complicidad de el corrupto gobierno mexicano, que en lugar de velar por nuestros intereses, se convierte en el empleado mejor pagado de esos capitales nacionales y extranjeros, para seguir reduciendo el nivel de vida de los mexicanos.
Muchos son los méritos de López Obrador. Se ha convertido en la conciencia incómoda de México. Nos recuerda que hay muchos millones de muertos de hambre, como llaman a los más pobres entre los pobres, los miembros de las élites, y sus lacayos. Nos recuerda con hechos, y pone como prueba su gobierno en el DF que se puede hacer mucho para mejorar el nivel de vida de la población, que se puede ofrecer servicios médicos de mejor calidad a precios muy accesibles o gratuitos, y tantas otras cosas que hizo en su sexenio al frente de la ciudad de México.
Tiene habilidad política y tiene toda la maquinaria propagandística en contra, sin embargo, ya sea por intereses propios o por la patria, o una mezcla de ambos (la duda siempre existe), Andrés Manuel es una referencia obligada en todos los círculos políticos de la Nación. Sobre todo, tiene una cualidad enorme, su enorme perseverancia… Sabe que si no gana en el 2012, va a ser factor para estabilizar o desestabilizar la contienda, y sabe también que la situación no va a mejorar mientras no cambie la dirección de nuestra economía, así que tarde o temprano esa gran masa de desposeídos tendrá que buscar una alternativa, tendrá que abrir los ojos, y si la solución es pacífica, allí estará Andrés Manuel López Obrador para encabezarla.
AMLO le ha abierto los ojos a muchos. Es el precandidato más conocido, y aunque genera un repudio en muchísimos votantes, es factor de opinión, se le escucha, se analiza lo que dice, y lo que es mejor para él, sus opiniones permean en la sociedad y va generando un cambio desde fuera del gobierno, obligando a los funcionarios a escuchar a una población cada vez más enterada, cada vez más informada, y sobre todo con una mente más abierta a lo que dice aquél que nombraron ¨un peligro para México¨, tan peligroso que seguro tendríamos 35,000 muertos oficiales menos si él hubiera gobernado este sexenio.
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