Por: Jorge Cruz Ibáñez
En el tiempo libre que me permite el movimiento de los jubilados y pensionados del IPE, me traslado al plantón de protesta que por más de 15 días están realizando, en el parque Apolinar Castillo, los compañeros del Frente Popular Revolucionario ( FPR ), solicitando un verdadero diálogo basado en el respeto, equidad y la justicia para resolver la problemática que viven los vendedores ambulantes de nuestra ciudad.
Diálogo , en donde en la primera mesa de trabajo que se instaló entre los funcionarios designados por el cabildo y los vendedores ambulantes, me permití hacer un exhorto para enfocarlo , no en el aspecto de la competitividad en donde ganaban unos y perdían otros; sino dirigirlo bajo el enfoque colaboracionista: ganaban tanto los vendedores ambulantes como el Ayuntamiento y por ende nuestra ciudad.
Llego una noche y me reciben de manera afable los compañeros, no sin antes percibir un ambiente de preocupación por la desaparición de uno de los nuestros , el C. Gabriel Gómez Cañas, con 11 días de desaparición hasta la fecha; me ofrecen un café y una pieza de pan que el esfuerzo y la generosidad de los miembros y la ciudadanía han aportado para fortalecer nuestro movimiento. La compañera Guillermina García una de las más activas, en unión de Herlinda Xotlanihua y Guadalupe Mozo , víctimas de la represión y encarceladas el pasado 10 de febrero se afanan por preparar algunos sencillos alimentos que calmen el hambre , de manera literal, así como el de justicia que resuelva esta grave situación.
Veo en sus ojos el coraje por no permitirles la venta de sus productos y la angustia y preocupación por la manutención de sus hijos. Estas compañeras son algunas de las miles de mujeres que pasan a engrosar la frialdad y dureza de los datos estadísticos que nos hablan sobre la inequidad de género, el desempleo, la miseria y la pobreza, recordando lo que estipula la Exposición de Motivos de la Ley General de Desarrollo Social en donde señala” que la pobreza vulnera la dignidad de las personas, limita sus derechos y libertades fundamentales, impide la satisfacción de sus necesidades básicas e imposibilita su plena integridad social “ .
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo ( ENOE ) INEGI, México, 2011. Durante el 2010 el número de trabajadoras en el sector informal se ha mantenido en alrededor de 5,092,395 millones, lo cual han tenido que recurrir al “ autoempleo “, ámbito que en realidad significa el más vulnerable de los empleos.
Estos datos de la informalidad del empleo no hace más que demostrar de manera significativa de que nuestro país ha fracasado en su política económica y más aún, puede sostenerse que el modelo de desarrollo que hemos asumido, desde hace más de 20 años, nos está conduciendo a profundizar las inequidades.
El deterioro de las condiciones de bienestar ha orillado a más mujeres a trabajar en hogares distintos al suyo. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática ( INEGI ) el número de personas laborando en actividades consideradas como “ trabajo doméstico remunerado” en 2010 son : 1.850,805 mujeres , en un ámbito laboral que muestra el nivel de estereotipos y de marginación a la que han sido sometidas las mujeres y en donde aún no se ha conseguido modificar la legislación a fin de que en México el trabajo doméstico que realizan las mujeres en sus hogares sea al menos reconocido en las cuentas nacionales . ( México Social Núm. 8 México, D.F. ).
Volviendo con los datos del ENOE , en el último trimestre de 2010 el desempleo creció más para las mujeres con un 5.83 que los hombres con un 5.50 %. La desigualdad se percibe también en el porcentaje de mujeres que perciben entre 3 y 5 salarios mínimos : 22.23 % mujeres y 28.46 % hombres.
En el grupo de más de 5 salarios mínimos al mes, persiste la desigualdad entre las mujeres con 7.40 % en el IV trimestre del 2010, mientras que para los hombres en el mismo trimestre fue de 9.83 % .
En relación a la jornada de trabajo el porcentaje de hombres que labora más de 48 horas a la semana es superior que el de las mujeres, lo que muestra sin duda la enorme fragilidad de los salarios y de las condiciones generales del trabajo.
Ante esta grave problemática de desigualdad social, viene a mi mente las palabras del Dr. José Narro Robles en su ponencia titulada “ Construir un México Social “ en donde atinadamente propone, entre otras cuestiones, las siguientes: “ Reducir la desigualdad en nuestro país requiere no solo recuperar el ritmo de crecimiento de la economía mexicana, sino, además, lograra una mejor distribución del ingreso y en especial alcanzar un gran acuerdo nacional. Para asegurar que los beneficios del crecimiento económico se distribuyan más equitativa es necesario, entre otras cosas, construir una red de protección y seguridad social para todos los mexicanos.
México no puede seguir creciendo sólo para una minoría. Por ello, en nuestro país hoy más que nunca, sigue vigente la demanda de crecimiento económico con justicia social. Los derechos sociales para todos los mexicanos son hoy por hoy una condición básica para avanzar hacia el país democrático, próspero y equitativo que todos queremos.
México se enfrenta hoy a grandes urgencias, en mi perspectiva, todos son importantes pero una tiene preeminencia la solución de la gran deuda social y humana que arrastramos después de siglos. Frente a nosotros está el desafío que es también oportunidad histórica. Desde este espacio convocamos a todos los actores de todos los sectores y niveles a que se pongan por encima de los legítimos intereses particulares los de la Nación entera. Nuestro país y nuestra historia nos reclaman acciones ejemplares para construir hoy un porvenir mejor, más digno, con mayor certidumbre para México y los mexicanos. Por el bien de todos debemos mantenernos a la altura de lo que otras generaciones hicieron en su momento y de lo que las próximas esperan de todos nosotros”.
Finalmente, hacemos votos porque los actores de este conflicto : Vendedores ambulantes y funcionarios municipales lleguen a un buen acuerdo respetando el estado de derecho que debe prevalecer en nuestra ciudad y obviamente deseamos también la pronta aparición de nuestro camarada y amigo, sano y salvo.