El dinero del SNTE lo ha usado Elba Esther para la operación política y sindical, señaló Jorge Cruz Ibáñez ¦ Foto Víctor Álvarez.
Orizaba, Ver.-La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) demandó ante la Procuraduría General de la República (PGR) a la dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, para que responda por el manejo de poco más de 104 mil millones de pesos, producto de los cuotas sindicales acumuladas en los 22 años de estar al frente del Sindicato, reveló el profesor Jorge Cruz Ibáñez, simpatizante de la CNTE en Veracruz.
Estos 104 mil millones de pesos “provienen del uno por ciento quincenal que se les descuenta a los trabajadores de la educación como cuota sindical, y en los 22 años que ha estado al frente del Sindicato se acumuló esa cantidad, solamente de cuotas sindicales”.
A esto hay que añadirle otras cantidades económicas que maneja la dirigencia del SNTE, “pero que se han negado a entregar los estado de cuenta”. Así, dio a conocer que la dirigencia nacional de la CNTE, en la ciudad de México, “ya presentó la demanda ante la PGR e incluso ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) para que se inicien las investigaciones correspondientes”.
Lo cierto, dijo, “es que el sólo hecho de que Elba Esther Gordillo haya revelado los acuerdos que hizo con el presidente Felipe Calderón en 2006 le puede costar la continuidad en el cargo a ella y su camarilla”.
Sin embargo, señaló que dentro de sus cuadros sindicales “hay personas que en su momento intentaron ocupar el cargo. Estoy seguro que muy pocos trabajadores de la educación de Veracruz saben que el líder moral de la Sección 32 del SNTE, Juan Nicolás Callejas Arroyo, estuvo a punto de alcanzar la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional de esta poderosa organización gremial en esos años de insurgencia magisterial, y en su momento fue propuesto por el ex secretario de gobernación Fernando Gutiérrez Barrios”.
De esto, dijo, los autores de Doña Perpetua, Arturo Cano y Alberto Aguirre, narran que a finales del mes de abril de 1989 en plena efervescencia magisterial le fueron presentados a Carlos Salinas de Gortari tres candidatos con fuerte peso político sindical para suceder al poderoso cacique Carlos Jonguitud Barrios; ellos fueron el hidalguense Alberto Assad Ávila , promovido por el entonces titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Manuel Bartlett; Fernando Gutiérrez Barrios hizo lo propio con su paisano Juan Nicolás Callejas Arroyo, jefe político del magisterio veracruzano, y Manuel Camacho Solís, entonces regente del Distrito Federal, le presenta a su subordinada Elba Esther Gordillo Morales, delegada en la Gustavo A. Madero. Sin embargo, “Salinas no le iba a entregar el sindicato ni a Gutiérrez Barrios ni a Manuel Bartlett”.
Los problemas de Elba Esther Gordillo con el gobernante en turno no son nuevos, pues hay datos que indican que la dirigente magisterial tuvo desencuentros con Ernesto Zedillo Ponce de León en su época de secretario de Educación Pública. “De todos es bien sabido que Ernesto Zedillo detestó a la profesora. Sus pleitos en torno a la carrera magisterial, la homologación salarial y los cambios aparejados a la descentralización del sistema educativo son permanentes. Noé Rivera Domínguez Aguilar, egresado del Tecnológico de Monterrey, fue un asesor estelar de la maestra, pero separado de ella como resultado de una intriga de Francisco Yáñez y Fernando González, yerno de la dirigente magisterial, celosos de la influencia de Noé Rivera, incluso se dice que González llegó a emplazar a su suegra: 'Noé o yo'”.
En la actualidad, dicen, “Noé Rivera ha denunciado en los medios de comunicación sobre diversos aspectos de la riqueza de la maestra o sus trapacerías electorales, empeñado en tronarle el modelito electoral a su antigua jefa”.
Como epílogo de este desencuentro y recordando la “sugerencia” que le hizo Felipe Calderón a Elba Esther de ir preparando su salida, es importante no descartar algunos escenarios que le pueden esperar a la maestra. Uno puede ser el de cumplirse la sentencia bíblica: “el que a hierro mata a hierro muere”, es decir, así como Luis Echeverría impuso a Carlos Junguitud en el SNTE, y Carlos Salinas lo quitó, así mismo Felipe Calderón puede terminar con el cacicazgo de Elba Esther, a menos que el propio PRI olvide de la traición que la maestra les hizo en 2006 y nuevamente la arrope como una aliada importante para las elecciones presidenciales de 2012.
El dinero del SNTE lo ha usado Elba Esther para la operación política y sindical, “pero la compra de conciencias y de elecciones y su escandaloso tren de vida lo financia a través de múltiples negocios, entre los cuales Vivienda Magisterial (VIMA) ocupa un lugar muy destacado”.
Otro de los negocios de la dirigente magisterial “son los millonarios fideicomisos, los contratos públicos, los comisionados y no sólo se audite alInstituto de Seguridad y Servicios Sociales para Trabajadores del Estado (Issste), o la Lotería Nacional, sino también en el SNTE y por supuesto la aclaración del asesinato Misael Núñez Acosta, profesor abatido en enero de 1981”.
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