La neocúpula barrió con las posiciones para puestos de elección popular y el ala tradicional parece llegar a su fin
Por César Cepeda - Lunes 23 de Abril de 2012
La vieja cúpula del PAN que durante años mantuvo el control de este partido político en Nuevo León se precipita hacia el abismo.
"Desde el 2003 esta corriente precursora de panismo en Nuevo León comenzó a perder poder dentro del PAN, pero este año su debacle ha sido tal que los ha llevado a perder posiciones simbólicas como puede ser la alcaldía de San Pedro" :Hermana del alcalde Mauricio Fernández.
El panismo tradicional enfrenta la peor de sus crisis que coloca a este grupo al borde de la extinción política con nulos espacios de participación dentro de Acción Nacional.
Los panistas identificados con la vieja cúpula fueron prácticamente excluidos del proceso de selección y designación de candidatos para cargos federales y locales que llevó el CEN albiazul con miras al 1 de julio.
La representación de la vieja cúpula en los principales órganos de gobierno del PAN es nula: no existen ni en el Comité Directivo Estatal, que encabeza Sandra Pámanes, ni en el Consejo Estatal.
Alejandra Sada, quien integra la fórmula que postuló el PAN al Senado, además de Consuelo Argüelles y Alberto Coronado, son los escasos abanderados afines a esta corriente que tienen posibilidades reales de ganar un cargo de elección popular.
Argüelles obtuvo una candidatura plurinominal al Congreso federal mientras que Coronado fue designado como candidato a diputado federal por el Distrito 6 federal de Monterrey.
Sin embargo en el resto de las candidaturas que logró este grupo albiazul no existen posibilidades de conseguir un triunfo electoral.
Es el caso de Jessica Herrera y Sandra Ramones, apoyadas por la vieja cúpula, quienes fueron designadas como diputadas federales por los distritos 2 y 11, que son considerados bastiones priistas en el Estado.
La senadora Judith Díaz, panista cercana a Fernando Elizondo y a Alejandra Fernández, líderes de la vieja cúpula, fue designada candidata a la alcaldía de Guadalupe, sin embargo encuestas colocan al PAN en este municipio abajo 15 puntos con respecto al PRI.
EL INICIO DE LA DEBACLE
En el 2003, tras la salida obligada de Carlos Domínguez Ahedo de la dirigencia estatal por la estrepitosa derrota del PAN en las elecciones, la vieja cúpula empezó a perder el control del partido.
Rebeca Clouthier y Raúl Gracia fueron elegidos presidenta y secretario general, respectivamente, y comenzó entonces la estrategia del grupo de la neocúpula panista para asumir el control del PAN en el estado con miras a la elección del 2009.
Raúl Gracia hizo una alianza con Zeferino Salgado, líder del grupo San Nicolás, y junto con Fernando Larrazabal conformaron la llamada Santísima Trinidad.
Poco a poco los panistas identificados con la vieja cúpula fueron marginados tanto del Comité Directivo Estatal como del Consejo Estatal del PAN, órganos donde se toman las principales decisiones en Acción Nacional.
Con la llegada de Juan Carlos Ruiz en el 2006 a la presidencia estatal panista, comenzó la polémica afiliación masiva de panistas para conseguir el control del padrón de militantes en municipios claves como Monterrey, San Nicolás, Guadalupe, Santa Catarina y San Pedro.
Los espacios de participación política y electoral para los panistas vinculados con el panismo tradicional se estrecharon por el avance y consolidación de la nueva cúpula en Nuevo León.
Sin embargo la victoria de Felipe Calderón en las elecciones presidenciales del 2006 representó posiciones en delegaciones federales para panistas identificados con la vieja cúpula.
Panistas como Brenda Sánchez, las hermanas Fanny y Margarita Arellanes, Pedro Garza, Arturo Salinas, Raúl Cadena, Francisco Treviño, Hugo Camacho, Armando Rodríguez Corona, fueron designados delegados federales.
Hubo otros panistas como Israel Hurtado y Humberto Treviño Landois que consolidaron su carrera en el Gobierno federal en la ciudad de México.
También en el 2006 Fernando Elizondo y Judith Díaz se convirtieron en senadores por Nuevo León.
EL SUICIDIO POLÍTICO DE ELIZONDO
Hace 3 años, en el 2009, en los procesos de selección de candidatos del PAN se prendieron los primeros focos de alerta para la vieja cúpula en San Pedro.
Pero el panismo tradicional no actuó y se quedó con los brazos cruzados.
Mauricio Fernández obtuvo la candidatura panista para la Alcaldía de San Pedro, apoyado por los neopanistas Raúl Gracia, Víctor Fuentes y el mismo Fernando Larrazabal, quien terminó levantándole el brazo junto con Germán Martínez, entonces dirigente nacional del PAN.
Luego ocurrió lo impensable dentro del panismo sampetrino: Víctor Balderas, un desconocido regidor de Santa Catarina, allegado al ex Alcalde Dionisio Herrera, ganó la candidatura para diputado federal por el distrito 1 que comprende San Pedro.
Balderas se impuso en la contienda interna a Alejandra Sada, esposa de Fernando Margáin, ex Alcalde sampetrino.
En el 2010 se registró una derrota más para los panistas tradicionales: Mauricio Sada, su gallo para la dirigencia municipal del PAN de San Pedro, perdió contra de Ugo Ruiz, un desconocido empleado del Congreso del Estado y cercano colaborador de Raúl Gracia.
Este año se presentó una oportunidad para que la vieja cúpula retomara el control de San Pedro, sin embargo el senador Fernando Elizondo rechazó contender por la candidatura y decidió apoyar a su cuñado Luis David Ortiz.
Sin embargo Ortiz perdió la contienda interna precisamente con Ugo Ruiz, el secretario de Ayuntamiento apoyado por Fernández y la neocúpula panista.
“Fue un suicidio político de la vieja cúpula”, comentó un panista allegado a Elizondo.
'NO HAY EXTINCIÓN DE LA VIEJA CÚPULA'.- KANA
La vieja cúpula del PAN carece de posiciones ni de espacios de participación política, sin embargo Alejandra Fernández rechaza que esté en vías de la extinción.
Fernández asegura que el panismo tradicional del que es una precursora no va a desaparecer de la escena política de Nuevo León.
“No hay extincion”, dice Fernández, hermana del alcalde Mauricio Fernández.
“Eso estará dificil porque para extinguir se requieren cientos y miles de años. Somos seres humanos y yo tengo mis hijos. Si soy parte de esa vieja cúpula, como dicen, pues yo no me voy a extinguir porque ya tengo a mis hijos, y mis hijos van a tener sus hijos, entonces ya no hubo extincion en mi caso y creo que es el caso de todos los miembros de la vieja cúpula”.
Fernández asegura que no contempla renunciar a su partido político, como ha ocurrido con otros panistas como Rogelio Sada y Alejandro Páez.
“Yo creo que Rogelio (Sada) lo que vio fue que fue un caso perdido’.
-Usted comparte esa conclusión de Rogelio Sada?
“Todavia no. Si fuera así ya me hubiera ido del PAN hace tiempo. Yo quiero esperar. Hay mucha gente de bien en el PAN, muchos hombres y mujeres honestos, rectos, profesionales, que buscan el bien del pais, que quieren ayudarle a la comunidad. Yo quiero esperar ese momento para que toda esa gente sea la que tome la banderas, los liderazgos, los puestos directivos tanto de la institucion y de las candidaturas”.
Fernández se dice decepcionada de los procesos de designación de candidatos que llevó a cabo el CEN del PAN en Nuevo León.
Culpa a Gustavo Madero, dirigente nacional del PAN, de no considerar el trabajo que realizó Cecilia Romero, secretaria general del PAN y responsable de la comisión de designaciones.
“Fue un gran teatro, vergonzoso e irrespetuoso y muy poco profesional”, dice Fernández.
“Para mí en muchos de los terminos fue una verguenza y una falta de respeto porque para que entrevistas, tanto tiempo perdido por parte de la secretaria general, para que su presidente sacara su listita de la manga”.