por Lilia Baizabal
12 octubre, 2012
“(…) Todas las dictaduras, de derechas y de izquierdas, practican la censura y usan el chantaje, la intimidación o el soborno para controlar el flujo de información. Se puede medir la salud democrática de un país evaluando la diversidad de opiniones, la libertad de expresión y el espíritu crítico de sus diversos medios de comunicación”: Mario Vargas Llosa.
Tenían que ser los jóvenes integrantes del movimiento #Yosoy132, los que “le ponen el cascabel al gato”, en el asunto de los medios de comunicación en el estado de Veracruz y la crítica situación que enfrentan los periodistas. Que organismos defensores de la libertad de expresión consideren a la entidad como el lugar mas peligroso del mundo para la práctica de comunicación es un problema que debe debatirse, analizarse y resolverse.
Se espera que especialistas en la materia, acepten las invitaciones de los jóvenes integrantes de este movimiento en Xalapa. Han convocado a la sociedad para que asistan mañana, al foro donde se analizará el papel que desarrollan los medios de comunicación y la difícil situación que viven comunicadores a raíz del incremento de la violencia y censura.
Todos los temas que serán discutidos como “democratización de los medios”, “condiciones laborales de los periodistas”, “seguridad para el gremio periodístico”, “periodismo veracruzano en contraste con el periodismo nacional”, son importantes. Y muy probablemente, los aborden a medias porque a decir verdad, todos los ponentes se van a quedar cortos con la cruda realidad que viven desde siempre, los periodistas veracruzanos.
Qué especialista se atreverá a decir que en la mayoría de los medios de comunicación de Veracruz, no hay “democracia”, pues las voces de los ciudadanos, solo se ven reflejados siempre y cuando no afecten a intereses de los dueños, directivos o de los funcionarios que pagan los jugosos convenios de publicidad.
Quién dirá que en época electoral, la mayoría de esos medios de comunicación, cierran por completo los espacios a los candidatos de cualquier partido y los abren siempre y cuando, acepten firmar onerosos convenios de publicidad.
Quién reconocerá que en época electoral un partido político y sus candidatos, reciben los beneficios a través de los jugosos convenios publicitarios que signan autoridades municipales y estatales. Es decir, usan con cinismo y desfachatez, recursos públicos que deben destinarse a obras públicas para financiamiento de campañas.
Quién abordará el asunto de las condiciones laborales que enfrentan la mayoría de los comunicadores. Alguien podrá reconocer que en Veracruz un comunicador egresado de una universidad, obtiene 4 y 5 mil pesos mensuales de salario.
Y que la mayoría de los medios de comunicación, no ofrecen las prestaciones laborales que establece la ley. Un periodista en el estado, no tiene acceso a Seguro Social, Infonavit, créditos para vivienda, días de descanso, vacaciones, seguros de vida y demás.
Y que abunda la complicidad entre la autoridad laboral y los dueños de los medios de comunicación. Un trabajador de medios desde reportero, fotógrafos, camarógrafo, prensistas, editores, columnistas, secretarias, puede ser despedido sin derecho a un solo centavo por 5, 6, 10 años de trabajo. Y que no se atreva a inconformarse, porque le va como en feria.
Quién se atreverá a relatar las tristes historias que vivieron las familias de los periodistas victimados. Tuvieron que esperar largas horas para que alguna autoridad se dignara regalar un féretro. Varios de los dueños de medios, no tuvieron la sensibilidad para ordenar la inmediata cobertura de los gastos funerarios y por el contrario, esperaron las dádivas del gobierno para “ahorrarse” todo.
Y el dolor y pesar por estar lejos de sus familias, que sufren los hijos de las víctimas y otros colegas que para salvaguardar sus vidas; luego de recibir amenazas, tuvieron que emigrar de Veracruz y México.
Sin lugar a dudas, el tema de la seguridad en el gremio periodístico será muy importante. Han muerto 11 comunicadores en casi dos años. Por lo que menos se ha trabajado es por lograr condiciones que garanticen o salvaguarden la vida de comunicadores y por el contrario, desde dependencias oficiales se ha alentado la censura y el despido para los comunicadores que se atrevan a cuestionar las conductas de los funcionarios públicos cercanos al Príncipe.
Muchas víctimas y hasta la fecha las autoridades responsables de la Procuración y Administración de justicia, no han presentado a un solo responsable de esos hechos.
En el mes de junio se creó una comisión para presuntamente vigilar y exigir justicia en el caso de los periodistas asesinados. Nada se sabe de las acciones que han desarrollado a cuatro meses de su creación.
Y sí, existe una diferencia abismal respecto al trabajo que los periodistas veracruzanos ofrecen en comparación con la labor de medios de comunicación nacional. Hay mucha mediocridad en la información que se maneja, pero no por la incapacidad de los comunicadores, sino por la línea editorial que manda la mayoría de los dueños de medios de comunicación.
Casi todos los propietarios de medios, viven preocupados por amarrar los jugosos convenios publicitarios. Una vez que lo logran ordenan a sus mejores plumas concentrarse en escribir o realizar trabajos que resalten la labor de esos “grandes funcionarios” que aceptaron compartir el “pastel”, llamado presupuesto público.
La complicidad queda de manifiesto. Un convenio es el aval para que los políticos puedan hacer y deshacer los 3 o 6 años que dure en su cargo. Se vuelven prácticamente intocables y reciben la venia del medio para que pueda robar a manos llenas todo lo que quiera. Siempre y cuando “salpique”.
Aunque el reportero logre algún dato exclusivo, documento o un testimonio que compruebe alguna fechoría del funcionario, jamás verá su trabajo reflejado en las páginas del medio o saldrá una nota en la radio o televisión. Y lo que es peor, hay dueños que tienen el cinismo de llamar al periodista y reprenderlo por haberse atrevido a llevar esa información. En seguida vienen las amenazas, sino cumple con “las notas bonitas” que agraden al que paga el convenio, será despedido.
Otros se atreven a exigir a sus mejores reporteros, se conviertan en entrevistadores de funcionarios públicos importantes. Tiene estrictamente prohibido preguntar algo que incomode al señor. Pero a cambio, todo el espacio disponible para destacar su “talento” como “político visionario y estadista”.
Algunos más, quieren que sus mejores plumas, vendan publicidad o que se enfoquen a realizar trabajos de “investigación”, en contra de los funcionarios que no quieren signar convenios publicitarios.
Y qué decir del terrible acoso sexual especialmente en contra de reporteras jóvenes. Muchas otras situaciones más, quedan sin mencionar, pero probablemente, lo anterior les de una idea de por qué Veracruz está en la crisis de pobreza, corrupción e inseguridad que afecta a los ciudadanos. Con medios de comunicación que no difunden la realidad, cómo puede obligarse a la clase política, impulsen los cambios que el estado necesita.
Dudo mucho que alguno de los ponentes pueda decir la verdad o algo parecido a la dura y cruel realidad que viven los periodistas veracruzanos. Sino ha trabajado en algún medio de comunicación, su ponencia será por encima, lejos, apartada de la auténtica verdad. Reza la sabia filosofía popular, “nadie conoce tanto el fondo de la olla, como la cuchara”.
Se espera que muchos ciudadanos asistan a la convocatoria de los jóvenes integrantes de #Yosoy132. Se les debe agradecer la solidaridad que evidencian respecto a la situación que sufre la prensa de Veracruz y en general la misma sociedad. Un pueblo que no tiene acceso a una objetiva y plural información, está condenado al atraso, marginación y al abuso constante por parte de los poderosos.
Los asesinatos, la violencia, las amenazas contra el periodista que se atreve a decir las cosas como suceden, es el viejo reflejo autoritario que aflora en cada ocasión que un conflicto saca a relucir los trapos sucios de un régimen y la mierda que se esconde bajo las alfombras de todas las oficinas de gobierno locales, estatales o nacionales.
Matar a los mensajeros, eliminar a los testigos, silenciar al periodista que es el pregonero que canta en las esquinas el abuso, la tiranía, la censura, la corrupción, los ataques continuados a la libertad y a los derechos fundamentales es parte de una estrategia. Atentar contra la libertad de expresión es atentar contra los derechos de los pueblos a recibir una información que les permita actuar en consecuencia.
La crítica situación que enfrentan los periodistas de Veracruz, es un problema que les compete a todos los ciudadanos.
No hay más.
liliabaizabal@hotmail.com
FUENTE:
http://plumaslibres.com.mx/articulo/la-solidaridad-de-yosoy132-con-periodistas-veracruzanos-piedra-en-el-zapato/