por Lilia Baizabal
15 diciembre, 2012
“Las patrias se salvan como se salvan los hombres; los hombres que han sabido recibir serenamente el martirio; los hombres que han sabido superar el dolor con la esperanza y con la certeza de que ese episodio temporal, será dominado por la salvación definitiva”: Efraín González Luna.
Con tristeza y preocupación los militantes y simpatizantes del Partido Acción Nacional (PAN) de Veracruz, observan el brutal enfrentamiento de sus liderazgos por la próxima distribución de candidaturas de alcaldías y diputaciones locales. Una vez más, tendrá el Comité Ejecutivo Nacional del mismo organismo, que intervenir antes que terminen hecho pedazos.
Esta semana fue escándalo, el anuncio de la expulsión del presidente del comité municipal del PAN de Veracruz, Domingo Angulo. El pleno del comité estatal, habría iniciado el citado proceso, bajo el argumento de que realizó y otorgó validez a una asamblea que presuntamente, no tuvo cuórum para ser legal pero que buscó la presunta expulsión del ex alcalde y coordinador general de los centros SCT Julen Rementería del Puerto.
El panista, habría sido notificado el pasado 12 de diciembre, que debería separarse del cargo y brindar las facilidades para que sea investigado y muy probablemente, separado de su representación como dirigente.
El motivo que Domingo Ángulo pudo haber tenido para proponer la expulsión del PAN de Julen Rementería del Puerto, tendría de fondo, dicen los panistas, frenar sus eternas aspiraciones a ser otra vez candidato a la alcaldía por el municipio de Veracruz.
Indignados por esta presunta decisión, el ex funcionario de la SCT, habría movido a sus huestes que cobran en el comité estatal del PAN, para que le aplicasen la misma fórmula a su compañero de partido.
Llevan meses denostándose, descalificándose y enfrentándose en los medios de comunicación. Ni los panistas de menores cargos, ni los que son diputados federales, senadores y hasta diputados locales recuerdan la mesura. Hablan y hablan de sus adversarios, hacen públicas sus diferencias de manera burda y descarada, olvidando que Veracruz tiene otros problemas graves por resolver.
Vemos una bancada albiceleste local muda, ciega, sorda a la solución de los reales y fuertes problemas que enfrenta la entidad. Vemos a los panistas distantes y olvidados de por ejemplo, la inseguridad que continúa afectando a los ciudadanos, de las deudas públicas de los ayuntamientos, de las deudas de la entidad, de un sinfín de otras situaciones que si merecen atención.
Los vemos lejanos de la presentación de propuestas en aras de impulsar el desarrollo del estado. Los vemos distantes de cualquier postura inteligente y coherente en beneficio de las mayorías. Viene otro año electoral y los observaremos como siempre, saliendo a campaña enarbolando propuestas que se convierten en mentiras y simulación.
Como nunca, incongruencias entre el discurso del poder que durante 12 años detentaron en la Presidencia de la República. Lo que ellos dicen que hicieron y la realidad que enfrenta el país es enorme.
Nos habían dicho que la nuestra era una economía sólida, que vivíamos en una democracia y que habíamos avanzado en la lucha por los objetivos que hoy en día se consideran adecuados: la justicia social, la educación, el respeto a los derechos humanos, la seguridad, la diversidad, el respeto al medio ambiente y más, muchos más pendientes.
Días van, días vienen y los panistas en México y el estado de Veracruz, continúan presos de una ambición loca y desmedida por los espacios de poder. Antes de la elección del candidato al senado, se enfrentaron a tal grado que como nunca antes, las diferencias tuvieron que ser resueltas por una instancia judicial electoral.
Tuvo el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, a través de su presidente Gustavo Madero, que dar sus manotazos sobre la mesa para intentar meter orden. Nadie le hizo caso, aún con la decisión del CEN a favor de una de las propuestas al senado, el lío se resolvió vía judicial.
El espectáculo que ofrecieron los señores dirigentes y gurús del panismo fue denigrante y decepcionante para los miles de seguidores. Tuvieron en las dos últimas elecciones a gobernador miles, casi un millón de sufragios y nunca han valorado el valioso apoyo que los ciudadanos les han refrendado en las urnas.
Y se preguntará, qué tendrán en su mente estos señores dirigentes e integrantes del Comité Estatal del PAN para seguir con sus eternos pleitos y enfrentamientos en los medios de comunicación. Hasta cuándo contemplan continuar ofreciendo este denigrante espectáculo que solo demuestra son presos de una ambición rapaz, incontrolable, desmedida.
Cómo aspiran a crecer el número de votantes a favor del PAN, si son incapaces de subsanar sus diferencias al interior de su partido. Qué confianza les pueden tener los ciudadanos para sufragar por sus propuestas si pelean como perros y gatos, con uñas y hasta dientes por una parcelita de poder.
Cuándo pondrán los panistas de Veracruz fin a sus voraces ambiciones y ponderarán por la defensa de los intereses ciudadanos. Cuando recordarán los postulados que dieron vida y origen al PAN. Se equivocaron los que creyeron que los errores cometidos a lo largo de dos sexenios panistas serán perdonados por la ciudadanía. Ya perdieron la presidencia. ¿Qué mas quieren?.
La mediocridad de quienes ocuparon la “presidencia” del PAN, así como las pugnas internas, los excesos en el uso del erario, la impunidad y -desde luego- la corrupción, contribuyeron a la cadena de derrotas. El veredicto de los electores fue cruel: confinaron al PAN al tercer lugar de la tabla. ¿Qué más quieren?.
Los panistas ahora proceden a buscar culpables, con deseos de ajustar cuentas. Van a terminar expulsados todos mientras no se perciba la presencia de un liderazgo coherente y unificador que evite las confrontaciones intestinas, casi tribales, en que siguen inmersos al menos los albiazules de Veracruz.
Así que sigan, ojalá que cuando reaccionen no sea demasiado tarde. Y vayan los veracruzanos a las urnas en el próximo proceso electoral local en Veracruz, a refrendar el resultado de las elecciones de esta última elección presidencial.
Se irán al tercer lugar de la tabla también en Veracruz, sino dejan los enfrentamientos y se ponen a trabajar, pero en serio.
Al tiempo.