08 September, 2017 04:59:00
Por Andrés Timoteo
HASTA LAS
BILLETERAS
Los diputados federales Rocío Nahle y
Cuitláhuac García, quienes manejan el partido Movimiento Regeneración Nacional
(Morena),además del dirigente formal en el estado, Manuel Huerta Ladrón de
Guevara, le abrieron la puerta a los priístas –y lo que es peor, a los
fidelistas- así como a los panistas irredentos, para entregarles candidaturas a
cargos de elección popular en el año venidero en un acto de pragmatismo
insolente y altamente peligroso pues están echando por la borda la
oportunidad de impulsar la renovación generacional en la clase política
estatal.
Lo que hace Morena es abanderar a
políticos mañosos y cara-sucia de los que ya se sabe su historia y sus
iniquidades. Buscan presentar como nuevos a los rostros viejos y corruptos,
pensando que vistiéndolos de color moreno podrán ocultar su historial. Y la
lista es como para avergonzar al más baqueteado: Ricardo Ahued, exalcalde
fidelista de Jalapa al que perfilan para el Senado, la empresaria radiofónica
ligada al priísmo –aunque en los comicios pasados fue candidata a la alcaldía
por el PAN), Ana Miriam Ferráez.
Además los expanistas,
Rafael Acosta Croda, dipsómano y lenguaraz, y Oscar Lara, quien como diputado
local le aprobó todo a Javier Duarte de Ochoa. También Marcos Salas, exdiputado
federal expanista y Gilberto Zamorano, operador el tricolor en la
conurbación Veracruz-Boca del Río, y vaya, se habla que en breve pasarán a
formar parte de esa militancia otros impresentables como Alfredo Tress y Sergio
Rodríguez.
El primero estuvo en el Partido Movimiento
Ciudadano y luego lo abandonó para regentear el negocio partidista del
innombrable, llamado Alternativa Veracruzana (AVE) que perdió su registro en
los comicios pasados. En tanto, Rodríguez Cortes fue alcalde de Camerino Z.
Mendoza, operador electoral del impresentable exgobernador y ahora diputado
local por el PRD, pero peleado con su partido y con el gobernante estatal.
¿Alguien creerá que personajes como Tress Jiménez y Rodríguez Cortes se
purificarán y retornarán al camino del bien con afiliarse a Morena?
Pues bien, como todos los citados son
el reflejo de la clase de personajes a los que se les ha abierto la puerta en
el partido de López Obrador. Ninguno de ellos se va a regenerar ni
ingresó a Morena porque se les haya despertado el amor por la patria o por
Veracruz sino que lo hicieron –o lo van a hacer-para seguir medrando del erario
público. Llegaron a Morena para ocupar candidaturas y puestos directivos, y se
repite lo mismo: a la base militante, a los que se partieron el lomo para
construir el partido, los desprecian.
Y eso ha generado una inconformidad
generalizada pues Nahle, García Jiménez y Huerta prefieren entregarle
candidaturas a fidelistas o panistas chapulines que a sus propios
militantes. Un ejemplo indiscutible de lo anterior es el caso de la maestra
Gloria Sánchez, la fundadora de Morena y ha acompañado el proyecto de López
Obrador mucho antes de que se acercarán al mismo Rocío Nahle y Cuitláhuac
García.
Cuando nadie creía en el proyecto del
tabasqueño, la maestra Sánchez Hernández sacó adelante los comités de
promoción, llamados Redes Ciudadanas, y sostuvo la movilización en la capital
del estado en favor de López Obrador. Ella más que nadie se merecía una
candidatura plurinominal o al menos la postulación al Senado, pero la hicieron
a un lado para meter al fidelista Ahued Bardahuil.
También le negaron una curul en San
Lázaro y en el congreso local. Y no es la primera agresión contra la profesora
pues en octubre del 2015, García y Huerta la echaron de la dirigencia estatal,
y se encargaron de atacar a otros fundadores del partido, marginándolos de
candidaturas y en algunos casos, operando en contra de ellos para que
perdieran. No hay que olvidar aquel audio que se filtró el año pasado de
una llamada telefónica en el que Cuitláhuac García reprende al activista Héctor
Quintanar, entonces precandidato por el distrito de Coatepec, con quien
tenía un enfrentamiento mezquino.
En su momento, Quintanar denunció que
gente de García Jiménez se encargó de trabajar en contra de su
postulación porque no era de su círculo de incondicionales. Y así hubo otros
fundadores de Morena acosados por el trio Nahle-García-Huerta para excluirlos
del partido. Mordaces con su propia gente y diligentes con los
fidelistas, ese trio de líderes morenistas pintan de rojo al partido sin
atender el riesgo que eso conlleva. En el pecado llevarán la penitencia porque
a esos a los que ahora les abren la puerta y los procuran, terminarán por
apropiarse de candidaturas, de la dirigencia del partido y hasta de sus billeteras.
Solo es cuestión de tiempo.
FURIA CRECIENTE
El ‘mal humor’ social del país se está
convirtiendo en furia colectiva que tiene destinatario preciso: el presidente
Enrique Peña Nieto. Ayer en Oaxaca las protestas por la visita del mexiquense
fueron intensas –barricadas, bloqueos viales, detención de autobuses y marchas
a grito de pulmón - como también hace algunas semanas se dieron en Chiapas. La
gente está enojada y repudia al mandatario porque es, él mismo, el
símbolo de un gobierno de corrupción, violencia, engaños, ineficiencia,
cinismo y burla.
Y lo que enfurece más es eso último, la
burla cínica hacia los agraviados. Ayer por ejemplo, el mismo Peña Nieto
condenó que en las protestas en Oaxaca se lanzara un cohete de pirotecnia que
alcanzó el vidrio de un helicóptero oficial. Dijo, sin empacho que “siempre es
condenable que se recurra a la violencia”. Vaya incongruencia del mandatario
porque se queja de que lo reciban con repudio violento, pero él mismo ha
ordenado o avalado que se apalee o asesine al pueblo.
Hace un año, el 19 de junio del
2016, policías federales atacaron a balazos a maestros de la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Nochixtlán, ahí mismo en
Oaxaca, matando a seis de ellos e hiriendo a otros 180. Los mismos maestros de
la CNTE le devolvieron el favor ayer con cohetones que dieron en al menos en un
blanco. Y no solo es Oaxaca sino que la llama de la furia popular va
creciendo en todo el país contra el peñismo y el PRI. En el 2018 será candela
pura.
Envoyé depuis Paris, France.