Quizás surgió porque así lo pensaron algunas manifestantes:
vieron a gente arriba de Palacio Nacional y un aparato que parecía un arma.
Dijeron: es un francotirador.
Suele pasar: hay enojo y hay rabia. Y también hay miedo. Se
piensa lo peor: pinche gobierno, pinches asesinos. Pinche mierda de sistema.
Se hizo público y pronto comenzó a circular: hay
francotiradores en Palacio Nacional. Lo que era una duda, ahora pasó a ser una
certeza (y falsa): AMLO quiere matar a las mujeres y por eso puso a
francotiradores en Palacio Nacional.
Después de analizar las imágenes, varios comenzaron a
precisar: sí, había gente arriba en Palacio Nacional (como suele haber siempre
en una manifestación) y sí, traían “algo”. Pero no eran armas, no eran rifles,
sino aparatos para neutralizar drones. Se usa en muchos lugares, por ejemplo,
en competiciones deportivas, o en espacios federales (por ejemplo, arriba de
Palacio Nacional).
Quizás no fue lo indicado que salieran o estuvieran visibles.
Quizás.
Y claro, cada quien tiene el derecho de decir lo que quiera,
incluso mentir. No es ético, ni ayuda, pero es así. La cuestión es cuando una
mentira comienza a ser difundida con fines políticos y, además, por personas
que se suponen son encargados de combatir las noticias falsas: los periodistas,
pues.
Pronto, se afirmó que arriba de Palacio Nacional había
francotiradores, y se comparó lo que sucedía en la plancha del zócalo (una
manifestación muy tensa y con conatos de violencia) con una “masacre” como la de
“Tlatelolco”. Incluso se dijo que Andrés Manuel López Obrador era peor que
Gustavo Díaz Ordaz.
Medios como Código Magenta afirmaron descaradamente que eran
francotiradores, y actores políticos del PAN y del PRI, o vinculados a estos
partidos políticos, comenzaron a difundir eso: AMLO tiene francotiradores en
Palacio Nacional para matar mujeres.
Y es que difundir esa información, con el capital ético que
supuestamente tiene un medio o un periodista, es irresponsable, por decir lo
mínimo.
Por ejemplo, Carlos Zúñiga Pérez, dijo: “Son detectado
hombres armados en el techo de Palacio Nacional, durante las manifestaciones
del 8M”.
O el caso de Joaquín López-Dóriga
¿Acaso los periodistas no son los encargados de buscar la
verdad? ¿Acaso no buscan contextualizar los hechos? ¿Acaso no es la gran
diferencia que tienen con los “ciudadanos de a pie”?
Cada día hace más falta hablar de periodismo en México. No es
posible que, de forma irresponsable, muchos hubieran afirmado, desde su
posición de periodista o de medio de comunicación, que había francotiradores en
Palacio Nacional.
De verdad, fue un acto irresponsable. Terriblemente
irresponsable.
Por Polemon
https://polemon.mx/falso-no-hubo-francotiradores-de-amlo-en-la-azotea-de-palacio-nacional/