MONTERREY, N.L. (apro).- Josefina Vázquez Mota cautivaba a una muchedumbre estudiantil ávida de mano dura por el tormento de la violencia –“no le tengo miedo al crimen organizado y lo voy a enfrentar con toda la fuerza de la ley”–, cuando una voz juvenil la enmudeció.
–¡Josefina, Josefina! –le gritó un joven puesto de pie.
La candidata del Partido Acción Nacional (PAN) identificó en el repleto auditorio del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) a quien la interpeló y la seguía cuestionando.
–¿Por qué desviaste 70 millones de Enciclomedia?
Al estupor general siguió el griterío estudiantil.
–¿Por qué está Juan Molinar Horcasitas, culpable de la guardería ABC, en tu equipo de campaña y en el equipo de tu posible gobierno?
–¿Me permites contestar? –respondía la candidata que por vez primera en su campaña era sujeta de cuestionamiento estudiantil fuera del protocolo.
Héctor Mateos Urbina fue uno de los cuatro estudiantes que cuestionaron a la aspirante presidencial, un joven defeño de segundo semestre de Derecho que, como dijo más tarde, estaba molesto por el “discurso completamente idólatra (sic)” de Vázquez Mota porque afirma combatir a políticos corruptos y suma a Molinar.
“Sé que fue una falta de respeto, pero me parece que es una falta de respeto mayor el de los políticos panistas”, justificó el espigado y fortachón estudiante.
El caso es que, repuesta de la sorpresa, la candidata usó los cuestionamientos para poner distancia de Molinar, defender su honorabilidad y emprenderla veladamente contra el priista Enrique Peña Nieto, justo el día en que, como éste, rehuyó la invitación a un debate en el noticiario de Carmen Aristegui.
“No hay necesidad de que nadie se sienta tan enojado. Hay otros que los han invitado y están pensando si vienen o no. Yo no le tengo miedo al diálogo ni tampoco a la verdad”.
Sobre Molinar Horcasitas, exdirector del IMSS, aseguró que fue invitado al CEN por el presidente del PAN, Gustavo Madero. “No está en mi equipo de campaña”, aclaró.
Y siguió con su defensa: “Mis cuentas coinciden con cada peso que me he ganado. Hay otros que se han enriquecido con la política. En mi caso, he trabajado con absoluta honestidad”.
Según ella, todas sus “cuentas públicas están perfectamente aprobadas” y nunca ha robado.
“Te puedo mirar a los ojos y decirte que jamás he tomado un peso que no me pertenece. A diferencia de otros políticos, he vivido de lo que he ganado”.
–¡Mentirosa! –gritó alguien desde el anonimato.
La candidata reaccionó: “Lo que no es aceptable en democracia es injuriar. ¡No me voy a arredrar y nadie me va a parar!”.
Vázquez Mota insistió: “Que le busquen, porque no me van a encontrar. Por eso hay quienes están tan provocadores”.
–¡Señora, señora! –le gritó a la candidata otro joven desde la parte media del auditorio.
Pero aquí fue terminante en su rechazo: “Ya en la tribuna del Congreso tenemos imágenes que nos agravian”.
El joven, estudiante de Arquitectura, lo único que quería preguntar era cómo instrumentar sus propuestas, según comentó otro alumno que estaba a su lado, antes de marcharse temeroso de represalias.
Tal como lo había hecho por la mañana en la Universidad de Monterrey –otra institución privada, porque no ha participado en ninguna pública–, la candidata también dio respuesta al cuestionamiento de Mateos Urbina sobre Elba Esther Gordillo, a cuyo yerno ella nombró subsecretario en la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Rechazó que el sindicato magisterial se oponga a la evaluación educativa y aclaró que, de llegar a la Presidencia, nombrará a un secretario de Educación comprometido con el cambio.
A otra pregunta del estudiante Daniel Guerra en el sentido de que es necesaria “la salida” de Gordillo para el progreso de la educación, la candidata respondió que se debe sacar la política de la agenda educativa.
–¿Sí o no? –le gritó otro estudiante recordando la pregunta.
Propuso más escrutinio a los recursos sindicales mediante una reforma legal.
Manuel Ochoa, otro estudiante, le preguntó su compromiso con el esclarecimiento del asesinato de los dos estudiantes del Tec asesinados en marzo de 2010 a manos de soldados.
“Mi compromiso es hacer todo aquello que permita la claridad absoluta de los hechos, hacer todo aquello en materia de investigación si es que hubiese aspectos todavía no resueltos”.
De paso, como lo hizo también en la Universidad de Monterrey, le dio recargones al gobernador priista Rodrigo Medina.
“Es mejor un gobierno que da la cara y que responde que verlo en Disneylandia”, dijo.
Repuesta de la conmoción por la hostilidad en su primera visita como candidata al ITESM, donde hace dos años fueron asesinados dos estudiantes a manos de soldados –que se comprometió a esclarecer–, Vázquez Mota tuvo una grata noticia entre tantas desavenencias en su campaña.
Se reunió con Vicente Fox por breves minutos, pero suficientes para aplicar al menos un bálsamo al golpazo que le dio, hace dos semanas, cuando declaró que Peña Nieto ganará las elecciones y que “sólo un milagro” haría que ella ganara.
El “milagro” por lo visto se hizo, porque le dijo a la candidata que la apoya y hasta le dio un beso en la mano.
El encuentro se realizó en el hotel Presidente Intercontinental de San Pedro Garza García, cuyo exalcalde Rogelio Garza Sada, quien en febrero renunció a 50 años de militancia en el PAN, llamó traidor a Fox.