21 de junio de 2012

Ellos ya ganaron

No importa a quién elijamos como presidente, ni siquiera por quién votemos para senador o diputado. Ya sabemos quiénes van a gobernar México desde sus asientos legislativos pluris. Los jefes de bancada dictarán la agenda y aceptarán o no las reformas. Eso ya se decidió, sin urnas.
Por Armando Estrop - Jueves 21 de junio de 2012
Mientras que los electores se desgastan en decidir por quién votarán para presidente, un puñado de políticos de todos los partidos ya fueron electos para gobernar México. Y para su elección no se necesitan urnas.
 
Son los legisladores plurinominales, los que fueron elegidos por los dirigentes de sus partidos y que, pase lo que pase el primero de julio, ya tienen seguro su asiento legislativo y serán los jefes de las bancadas de sus partidos.
 
Son hombres y mujeres cuyas lealtades no están con los electores. No los necesitaron para hacerse del poder.

Ellos dependen de los jerarcas de sus partidos. Y a través de ellos, sus partidos someterán con la unanimidad a los que sean elegidos democráticamente.
 
Son los legisladores que encabezan las listas plurinominales y que con su posición asegurada dan continuidad a un proyecto político que poco o nada tiene que ver con lo que buscan los ciudadanos. Su misión es atender los intereses de los dueños de su partido.
 
Es así como nace la partidocracia.
 
En esos cotos de poder se discuten los cambios estratégicos, los que promulga un pequeño grupo de notables y que más tarde son impuestos a “las mayorías”.
 
Legislatura tras legislatura, los diputados y senadores que llegan por lista o por la vía plurinominal son quienes acuerdan, firman, deciden, definen, forman y reforman. Son los que premian, congelan o castigan a sus pares.
 
El sistema de representación proporcional fue establecido en la Constitución para elegir a 200 diputados federales mediante cinco listas regionales y a 32 senadores de una sola lista.

Cada tres años en San Lázaro y cada seis en el Senado, llegan estos políticos que tienen asegurado un papel predominante en cada legislatura.
 
Ningún partido se escapa. Estas figuras de la política solo cambian de cámara o se separan temporalmente, pero siempre regresan para ser los grandes operadores.
 
Sea por la falta de formación de nuevos cuadros en los partidos o por aferrarse a sus posiciones de poder, esta élite prevalece. Y con las nuevas elecciones, algunos vienen de regreso. Analicemos quiénes son.

EL VIEJO PRI

En el PRI todo es discurso. El nuevo PRI aquí, el nuevo PRI allá. Esa supuesta nueva faceta del partido la encarna su candidato a la Presidencia Enrique Peña Nieto, pero en las cámaras del Congreso no hay novedad, estarán los de siempre.
 
Son los operadores del partido que aseguraron su lugar antes de que el propio ex gobernador mexiquense tuviera garantizado su triunfo en la lucha electoral.
 
A la Cámara de Diputados va en el primer lugar de la primera circunscripción Manlio Fabio Beltrones, ex gobernador de Sonora y considerado en los círculos políticos como quien cogobernó durante todo el sexenio de Felipe Calderón.
 
El actual coordinador de los senadores del PRI estará al frente de la bancada del tricolor, que se espera sea mayoría por los espacios que el partido ha ido recuperando y por la fuerza que le daría Enrique Peña Nieto en caso de ganar las elecciones.

La Cámara de Diputados tiene la facultad de negociar y definir el Presupuesto de Egresos de la Federación ca-da año, y Beltrones ya tiene experiencia en esto porque fue diputado y presidente de la Mesa Directiva en la Cámara Baja en la 59 Legislatura.
 
Como es costumbre entre los priistas, Beltrones no llega solo, tendrá a su lado a sus actuales compañeros en el Senado, quienes también pretenden llegar por la vía plurinominal.

Entre ellos está Francisco Arroyo Vieyra, que va en el primer lugar de la segunda circunscripción y estuvo al frente de las principales negociaciones del PRI en el Senado durante este sexenio.

Oriundo de Guanajuato, Arroyo es vicepresidente de la Mesa Directiva en la Cámara Alta y ya ha sido diputado.

Otro que tiene una alta probabilidad de entrar por la vía plurinominal es Alejandro Moreno, secretario de Operación Política del PRI y miembro del equipo de senadores que actualmente coordina Beltrones.

Carlos Aceves del Olmo, cetemista de hueso colora-do y parte del equipo de Beltrones en la Cámara Alta, encabeza la cuarta circunscripción. Ha sido dos veces diputado federal.

El ex gobernador de Hidalgo Jesús Murillo Karam, quien fuera secretario gene-ral del Comité Ejecutivo Nacional del PRI con Beatriz Paredes y también integrante del círculo de negociadores de Manlio Fabio, está al frente de la quinta circunscripción.
 
Al Senado regresa en primer lugar Emilio Gamboa. El político transexenal por excelencia, con un largo recorrido por las cámaras del Congreso y las secretarías de Estado, fue secretario particular del ex presidente Miguel de la Madrid.
 
Después de Gamboa está la secretaria general del PRI Cristina Díaz. La legisladora fue alcaldesa del municipio de Guadalupe, en Nuevo León, y dos veces diputada federal por ese estado.
 
En los primeros 10 lugares de la lista se encuentran el líder de la CNC Gerardo Sánchez y Arely Gómez, hermana del presidente de Noticieros Televisa.
 
Otros negociadores cerca-nos a Gamboa son Joel Ayala, líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, y el polémico Carlos Romero Deschamps, líder de los trabajadores petroleros.
 
Los que llegan son viejos y experimentados priistas que evitaron la campaña, pero ocuparán lugares preponderantes, tanto en comisiones como en la negociación de acuerdos.

LAS TRIBUS

En el PRD, la definición de las listas nacionales para el Senado y las circunscripciones es siempre un reparto de cuotas entre las diferentes tribus. Y como hay más grupos en cada elección, el reparto se complica.
 
Sin embargo, el grupo que recibe más beneficios es Nueva Izquierda. Mejor conocida como Los Chuchos, esta corriente siempre controla los espacios del dinero y los primeros lugares por la vía de representación proporcional.
 
Y esta vez no es diferente. Ya acordada la lista nacional para el Senado, hubo un cambio de última hora para incorporar al ex priista Manuel Camacho Solís.
 
Le quitaron la candidatura a Juan Pablo Cortés Córdoba, representante del sector juvenil, para dársela a un político experimentado y negociador de AMLO.
 
En Camacho Solís podría recaer la coordinación de la bancada en el Senado, y esto ya puso en alerta a algunos sectores del PRD.

Al Senado también va Angélica de la Peña, esposa del ex dirigente nacional perredista Jesús Ortega y líder de Los Chuchos.

De la Corriente Nueva Izquierda, afín a López Obrador, está Dolores Padierna, esposa de René Bejarano, conocido por los videos en los que aparecía recibiendo dinero de Carlos Ahumada.

Otro negociador sería Luis Sánchez, ex alcalde de Nezahualcóyotl, municipio del Estado de México, y quien fuera vicecoordinador en la Cámara de Diputados en la 60 Legislatura.

A la Cámara de Diputados van Socorro Ceseñas, secretaria de Acción Político-Electoral del PRD, quien tiene amplia experiencia en política y es una de las mujeres más activas del PRD.

En la lista de plurinominales también está Fernando Belaunzarán, ligado a Los Chuchos, pero también vinculado a grupos académicos, culturales y de usuarios de las redes sociales.

Hasta el momento, el PRD no ha definido los perfiles de quienes pudieran ocupar la coordinación de su fracción parlamentaria, la cual se ha distinguido por ser la de mayor división interna en la Cámara de Diputados.
 
LOS CONSENTIDOS DE CALDERÓN

El PAN, que durante décadas fue oposición y cuya llegada a las cámaras del Congreso fue paulatina, aprendió pronto. Aplica la misma práctica de los demás partidos.

En esta ocasión, llegan al Senado cuadros jóvenes que pertenecen al círculo cercano del presidente Felipe Calderón.

El ex secretario de Hacienda Ernesto Cordero es la carta fuerte para el Senado de la República por parte del Partido Acción Nacional. Encabeza la lista y se le menciona como uno de los posibles coordinadores de la bancada en la Cámara Alta.
 
Después de él va Mariana Gómez del Campo, sobrina del presidente Felipe Calderón, quien tiene experiencia como legisladora y fue coordinadora del PAN en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

En tercer lugar está Roberto Gil Zuarth, actual coordinador de la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota. Este ex diputado federal fue uno de los negociadores más audaces durante la actual legislatura, pero duró poco en la Cámara de Diputados, ya que pasó a una subsecretaría de la Segob y terminó como secretario particular del presidente Felipe Calderón.

El cuarto lugar de la lista corresponde a la hermana del presidente, Luisa María Calderón. Luego de una tremenda derrota en su búsqueda de la gubernatura de Michoacán, tuvo su premio de consolación.

Otro cuadro calderonista que va en los primeros lugares y que apunta para ser uno de los principales negociadores en el Senado es Salvador Vega Casillas, quien fue titular de la Secretaría de la Función Pública y es amigo de Calderón. Es el hombre conocedor de los secretos que se pueden utilizar para finiquitar acuerdos.
 
A la Cámara Baja van personajes de bajo perfil y uno que otro calderonista. El PAN no se distingue por experimentar.

Si el blanquiazul tuviera que escoger a su coordinador de la fracción parlamentaria entre los plurinominales, una opción sería José González Morfín, actual coordinador en el Senado, quien se ubica en cuarto lugar en la quinta circunscripción.
 
González Morfín fue uno de los autores de la reforma política ampliamente discutida en ambas cámaras, aunque al final se sacó a medias.

En la primera circunscripción va en primer lugar Mario Sánchez, ex dirigente del Consejo Coordinador Empresarial que dejó este organismo a principios de febrero para incorporarse a la vida política.

En la segunda circunscripción va en primer lugar el actual senador Luis Alberto Villarreal. El segundo puesto le corresponde al también senador Rubén Camarillo.
 
Por su experiencia y trabajo partidario, Camarillo podría entrar en la lucha por la coordinación de la bancada.

Juan Pablo Adame, hijo del cuestionado gobernador de Morelos Marco Antonio Adame, encabeza la cuarta circunscripción.

Para algunos panistas es un joven que, apoyado por su padre, podría pertenecer al grupo de los negociadores.

De 27 años, Juan Pablo está vinculado a El Yunque y fue uno de los promotores más entusiastas de la visita del Papa Benedicto XVI.

Otro político experimentado es Juan Bueno Torio, ex director general de Pemex Refinación, quien va en segundo lugar en la tercera circunscripción. Desde el Senado ha estado a cargo de las negociaciones importantes.

LOS EMERGENTES

Los partidos conocidos como emergentes –para no decir que son pequeños– también tienen su oportunidad. Aunque con bancadas más reducidas, las alianzas les permiten tener más legisladores.

Es el caso del PT, que va en coalición con el Movimiento Progresista y lleva entre sus gallos plurinominales a Manuel Bartlett para el Senado.
 
Lo acompañaría Ricardo Cantú, quien ya fue coordinador de la bancada del Partido del Trabajo en la 60 Legislatura.
 
En el caso del PVEM, va al Senado Pablo Escudero, yerno del senador Manlio Fabio Beltrones. Y a la Cámara de Diputados llegaría Arturo Escobar, dirigente nacional del partido. Ellos podrían ser los coordinadores en las cámaras respectivas.
 
En el Partido Verde está la telebancada, formada por los candidatos que representan los intereses de las televisoras.

Y en el Partido Nueva Alianza, todo queda en familia. El primer lugar de la lista nacional para el Senado lo tiene la hija de Elba Esther Gordillo, Mónica Arriola.
 
Para la Cámara de Diputados está René Fujiwara, nieto de la líder sindical de los maestros.
 
Mientras unos candidatos gastan a raudales para conseguir el voto de los ciudadanos, hay políticos que ni se inmutan, pues tendrán pase automático a una curul y a la toma de decisiones.

Ya sea por su poder al interior del partido, por su consanguinidad o por su experiencia, una cúpula de personajes políticos dirige el rumbo de México.
 
Y mientras los ciudadanos se ocupan en decidir por quién van a votar para la Presidencia de la República, esa élite de plurinominales ya disfruta del triunfo fácil.

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