El candidato a la Alcaldía de Monterrey es un priista apegado a la vieja escuela: hacer negocios con amigos y compadres.
El candidato a la Alcaldía de Monterrey es un priista apegado a la vieja escuela: hacer negocios con amigos y compadres.
Viernes 1 de junio de 2012
El compadrazgo de Felipe Enríquez con Enrique Peña Nieto nació en Atlacomulco, Estado de México.
Y es que el ahora candidato a la Alcaldía de Monterrey fue impulsado como operador político luego de ser el coordinador de área en la campaña del candidato a la gubernatura de Nuevo León en 2003, Natividad González Parás.
Fue una operación exitosa, luego de que el mismo González Parás había perdido la gubernatura seis años antes, en 1997, año en que ganó la gubernatura un panista por primera ocasión en la historia del estado: Fernando Canales Clariond.
Pero como Natividad sí pudo ganar en 2003, Enríquez fue catapultado hacia donde conocería al hoy candidato presidencial de su partido, Enrique Peña Nieto.
Así, identificado como un buen operador de campaña y además recaudador de dinero para el PRI, en 2005 Enríquez fue recomendado por Natividad para que lo reclutara el entonces gobernador del Estado México Arturo Montiel Rojas.
En esos tiempos Enrique Peña Nieto era el secretario de Administración y Finanzas del Estado de México.
De tal manera que cuando en 2005 Arturo Montiel, apoyado por el Grupo Atlacomulco, se lanzó como precandidato a la Presidencia de la República del PRI, Enríquez fue nombrado su coordinador de campaña.
Entonces Enríquez conoció a su compadre Peña Nieto en dos etapas distintas: primero siendo secretario de Administración y Finanzas, y luego como heredero de Montiel en el gobierno del Estado de México.
El hoy candidato del PRI a la Alcaldía de Monterrey fue primero un enlace para reunir recursos para la precampaña de Montiel y luego actuó como operador político.
Fueron los tiempos del TUCOM, Todos Unidos Contra Madrazo, cuando por instrucciones de Enríquez, Montiel atacó al también precandidato Roberto Madrazo con acusaciones de corrupción.
Señalamientos que Madrazo regresó con lujo de detalles, acusando a Montiel de tener propiedades por todo el país con un valor incalculable.
Y perdió Montiel, pero Enríquez conoció a Peña Nieto y luego serían compadres cuando en 2006, el candidato a la alcaldía invitó al entonces gobernador del Estado de México a bautizar a su hijo en Monterrey.
El compadre Félix González Canto en Quintana Roo
Desde 2004 Felipe Enríquez buscó hacer negocios en Quintana Roo.
Así que en abril de 2005, cuando Félix González Canto asumió la gubernatura de esa entidad, el hoy candidato a la Alcaldía de Monterrey ya había estrechado lazos.
De hecho, en todas sus negociaciones para adquirir propiedades en Isla Blanca al norte de Cancún, en Punta Piedra, o en donde construirían el aeropuerto de Tulum, Enríquez busca a González Canto para incluirlo.
Incluso, González Canto es quien llamó por teléfono a Mario Villanueva, cuando éste se encontraba en el Reclusorio Norte, para pedirle que recibiera a su compadre Felipe Enríquez.
El mismo Félix González Canto dijo a Villanueva que Enríquez buscaba negociar tierras de Isla Blanca.
Es así que Mario Villanueva recibió en su celda al hoy candidato tricolor a la Alcaldía de Monterrey.
Por ello es que el ex gobernador de Quintana Roo, actualmente prisionero en New Jersey luego de su extradición, presentó una denuncia porque Enríquez solamente le pagó una parte del dinero acordado.
Y en esa denuncia Villanueva menciona a su sucesor en el gobierno de Quintana Roo, a González Canto, como un hombre que no cumplió lo que prometió.
Esos y otros favores en la compra de propiedades, en la exención de impuestos, era precisamente lo que buscaba Felipe Enríquez al haber estrechado un compadrazgo con Félix.
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