Desde hace varias décadas, Chiapas ha ocupado el primer
lugar en pobreza, pobreza extrema y marginación. En la entidad, las
problemáticas políticas, sociales y económicas han sido permanentes,
propiciadas por un ambiente constante de injusticia, la miseria, desigualdad y
discriminación, dicen sus habitantes.
En enero pasado, el gobernador chiapaneco Manuel Velasco Coello afirmó que “la administración del estado lleva a cabo políticas de desarrollo humano y social para combatir de manera frontal a la pobreza extrema, marginación y desigualdad social, lo cual ha contribuido a proteger la economía de las familias y a que se continúe con la mejora de la calidad de vida de cada una de éstas”.
Sin embargo, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la entidad ocupa el primer lugar en número de personas inmersas en pobreza extrema con poco más de un millón 629 mil 200 personas, lo que representa el 37% de la población.
En la actualidad, 9 municipios de la entidad encabezaban la lista de los 15 más pobres del país, entre los que están: San Juan Cancúc con el 80.5% de su población en situación de pobreza extrema; Chalchihuitán con 79.8%; Aldama 78.8% y Sitalá con 74.6%. El resto de los municipios más pobres son San Andrés Duraznal, Santiago Pinar, Zinacantán, Larrainzar, Chanal y Pantelhó.
Según Conval, en Chiapas hay 3 millones 782 mil 300 pobres, es decir, cerca del 74.7% de la población. En los dos últimos años, alrededor de 84 mil personas dejaron de ser pobres. Aun cuando el estado, de 2000 a 2014, recibió transferencias de la Federación por 2.5 billones de pesos constantes, los índices de marginación y pobreza no mejoraron sustancialmente, resultado de lo anterior, 46% de la población económicamente activa, gana el salario mínimo y el 16% no perciba ninguno. Cifras que demuestran que no existe avances considerables, tomando en cuenta las inversiones que la federación ha hecho en el estado con diversos programas asistenciales.
El investigador social, Sergio Bárcena Juárez, explica “en dicho estado existe una tendencia de dirigir los recursos públicos en función a un reparto electoral y no bajo una estrategia encaminada a reducir los niveles de marginación y pobreza. El problema en la política enfocada a esa entidad es que tiene la característica de que es altamente opaca. El Congreso estatal no hace una eficiente tarea de vigilancia sobre el gobernador, quien apenas hace un reparto discrecional de los programas y por más blindados que estén, encuentra la forma de hacer un reparto electoral y eso definitivamente mina la posibilidad de desarrollo”.
Manuel Velasco Coello, emitió este año un informe vía Sistema Nacional de Programas de Combate a la Pobreza, anunciando que la entidad tiene un total de 8 programas y acciones estatales de desarrollo social en operación. Resaltando que las acciones de su gobierno en materia de alimentación ha beneficiado a población en riesgo, a través de la entrega de apoyos como despensas y raciones alimenticias.
A contraposición del informe, según Coneval, en Chiapas el 25% de la población no tiene acceso a servicios de salud; a la seguridad social el 83.3%; a la calidad y espacios en la vivienda el 29.1%; a servicios básicos en la vivienda 56.8%; a la alimentación 25.7% y padecen rezago educativo el 33%.
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Velasco Coello, un producto milagro
El analista político, Juan José Fierros, explica: “Velasco Coello ha demostrado, desde siempre, su falta de capacidad política y conocimiento sobre la administración pública,como candidato fue un producto milagro que sólo a través de la publicidad penetró en el ánimo de los chiapanecos. Él es un especialista del espejismo y la simulación; es verdad, algunas veces visita comunidades pobres, entrega animales de crianza (pollos), tinacos, bombas para fumigación, pero con respecto a esto último, en algunos municipios se han entregado sólo para tomarse la fotografía y posteriormente son recogidos para continuar la campaña de simulación. Hay testimonios en la zona alta de Tapachula y en la zona de la Frailesca, donde los labriegos que habían recibido estos instrumentos de labranza denunciaron la burla de la que fueron objeto, porque las bombas fueron recogidas después de que el gobernador se subió al helicóptero”.Recientemente, Velasco declaró “iniciamos nuestra gestión al frente del gobierno del estado en medio de la peor crisis financiera que haya enfrentado cualquier inicio de gobierno en la historia de Chiapas; de entrada, se tuvo que hacer frente a una deuda bancaria cercana a los 23 000 millones de pesos, pero con disciplina se logró reducir el gasto corriente en 18% y se reestructuró la deuda para dar un respiro a las finanzas estatales”.Lo anterior difiere de los datos aportados por el Análisis de la evolución y perspectiva de la deuda pública en Chiapas, en donde se señala que “la dinámica de endeudamiento del actual gobierno de Velasco Coello, es mayor que la del ex gobernador Juan Sabines, porque mientras que Juan Sabines endeudaba a Chiapas a razón de 2,588.53 millones anuales, el gobierno de Manuel Velasco se endeuda a razón de $ 2,953.1 millones de pesos anuales, esto es $ 364 millones de pesos más anuales que en el sexenio pasado”. De continuar la misma tendencia en el 2018, Chiapas tendría una deuda pública de $ 32,950.1 millones de pesos, un 100% más que la del 2012.
El silencio del gobierno chiapaneco, una puñalada al estado más pobre.
El sociólogo urbano Antonio Moreno explica “el gobernador puede dar informes a diario, sobre los mejoramientos en Chiapas, pero la entidad vive una grave escases de trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz, y al parecer no va cambiar. El silencio y aceptación de Velasco Coello ante la imposición del IVA del 16% a su estado, siendo el más pobre del país, fue una puñalada que dio paso libre a la penetración de la pobreza en su máxima expresión”.El senador chiapaneco Zoé Robledo, afirma que “incrementar el IVA del 11 al 16% en la Frontera Sur ha sido y es una injusticia que ya ha mostrado los efectos adversos, en el estado más pobre del país. Cobrar impuestos más altos, no es un tema fiscal, sino social y de seguridad interior. En el sur se requieren acciones sociales que abonen al desarrollo, a la seguridad y la tranquilidad, no medidas que pongan en riesgo su ya de por sí frágil equilibrio”.Argumentando “a diferencia del norte, en Chiapas no tenemos ni los niveles de ingresos, ni la infraestructura, ni el volumen de intercambio comercial que tiene y con todo y eso nos tratan como si estuviéramos en iguales condiciones. Seguir golpeando a la Frontera Sur es orillar a su gente a dos alternativas: a mayor pobreza y privaciones o a que emprenda actividades informales, irregulares o francamente ilegales”.“Con la homologación del IVA se está sacrificando a una de las regiones paradójicamente más ricas en recursos y potencial productivo por aplicar a raja tabla una disposición antisocial y antieconómica ¿Cuándo lo vamos a entender? ¿Hasta otra irrupción violenta? ¿Hasta que la paz social se rompa nuevamente? ¿Hasta que a una nueva ola de migrantes chiapanecos se les violenten sus derechos o sufran una tragedia?” sentencia Robledo.Moreno declara, “es lamentable como pese a las múltiples criticas, en todo el país y las demandas civiles Velasco mantiene su rostro de forma permanente en las revistas rosas del corazón, donde constantemente se le puede observar fiestas y convivios lujosos acompañando a personajes de la política y la clase alta mexicana, mientras que su estado se hunde y asfixia en la pobreza”.“Lamentablemente Chiapas eligió un gobernador, que desde que tomó protesta anda en campaña política, tal vez sí sea cercano a la gente, porque quiere estar lejos de la responsabilidad”, comenta Moreno. (revoluciontrespuntocero)
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